En 1979 el escritor alemán Michael Ende presentó la que es sin duda, su obra más recordada, y la cual, tras su publicación se convirtió, inmediatamente, en una novela de culto en el denominado género de la literatura infantil y fantástica.
Por Eduardo Suárez Fernández-Miranda
Publicado el 13.5.2024
«La fantasía es un elemento clave de la ilusión, y ésta encuentra su lugar entre los niños y los adultos, que en lugar de perder su sensibilidad original la conservan en recuerdo de su primera naturaleza infantil».
Michael Ende
Alfaguara, en su colección Alfaguara Clásicos, acaba de editar La historia interminable, de Michael Ende (1929 – 1995), cuando se cumplen 45 años desde que se publicó por primera vez. La editorial barcelonesa ha tenido el acierto de mantener la magnífica traducción del académico de la RAE, Miguel Sáenz, traductor de la obra de Günter Gras y Thomas Bernhard, entre otros. El libro incluye las ilustraciones de la dibujante Ayesha L. Rubio.
La carrera profesional de Michael Ende se inició en el mundo del teatro. Cursó estudios en la Escuela de Teatro de Múnich para dedicarse, posteriormente, a actuar profesionalmente. Sin embargo, con el tiempo, decidió abandonar su carrera para abocarse únicamente a escribir. Como el propio escritor recuerda: «Escribir, para mí, es una forma de experimentar la aventura de la vida».
Con su primera obra, el libro infantil Jim Botón y Lucas el Maquinista, publicado en 1960, alcanzaría un gran reconocimiento de público y crítica.
Trece años después va a publicar otra gran novela, Momo, donde se narra la historia de una niña con poderes mágicos que ayuda a recuperar las horas que los ladrones de tiempo han robado.
En 1979 Michael Ende presenta la que es, sin duda, su obra más recordada: La historia interminable. Tras su publicación el texto se convirtió, inmediatamente, en una novela de culto.
Una combinación de mundos reales e imaginarios
En sus historias, Michael Ende ha intentado: «demostrar que no se puede vivir sin fantasía, una fantasía que posee una cierta potencia de anarquía, que está abocada a impulsos de destrucción y de construcción y que cada día se hace más necesaria para afrontar crisis múltiples a la búsqueda de soluciones nuevas y plurales». El escritor alemán transporta a sus lectores en una combinación de mundos reales e imaginarios.
Y Fantasía es, precisamente, el nombre del reino en el que gobierna la Emperatriz Infantil. Ella y su reino se encuentran en un grave peligro.
La salvación de ambos depende de: «Arreyu, un valiente guerrero de la tribu de los pieles verdes, y Bastian, un niño tímido que lee con pasión un libro mágico. Sólo un ser humano puede salvar este lugar encantado. Juntos emprenderán un fascinante viaje, que no tiene vuelta atrás, a través de tierras de dragones, gigantes, monstruos y magia. Bastian descubrirá también su propia historia».
En definitiva, La historia interminable es un maravilloso alegato en favor del mundo del libro y de la imaginación, que tanto desarrolla la lectura.
No en vano, la novela comienza en una librería: «Ante él tenía una habitación larga y estrecha, que se perdía al fondo en penumbra. En las paredes había estantes que llegaban hasta el techo, abarrotados de libros de todo tipo y tamaño. En el suelo se apilaban montones de libros más pequeños, encuadernados en cuero, cuyos cantos brillaban como el oro…».
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Eduardo Suárez Fernández-Miranda nació en Gijón (España). Licenciado en derecho por la Universidad de Sevilla, está realizando sus estudios de doctorado dentro del Departamento de Literatura Española e Hispanoamericana de la misma casa de estudios superiores.
Colabora como crítico literario en las revistas españolas El Ciervo, Serra d’Or, Llegir.cat, Gràffica y Quimera, donde lleva a cabo una serie de entrevistas a escritores, editores y traductores, nacionales y extranjeros.
Asimismo, escribe para las publicaciones americanas Cine y Literatura (Chile), La Tempestad (México), Continuidad de los Libros (Argentina) y Latin American Literature Today (University of Oklahoma). También, colabora de forma ocasional en los diarios asturianos El Comercio y La Nueva España.
Imagen destacada: Michael Ende.