En este volumen, que contiene los artículos y reseñas redactados por el autor trasandino entre 1981 y 2010, constituye una muestra de su estilo desenfadado y sin pelos en la lengua hacia las obras de sus demás colegas de profesión.
Por Martín Parra Olave
Publicado el 16.6.2022
Quizás César Aira (1949) es el escritor argentino vivo más interesante de los últimos diez o quince años. A pesar de ese tono más bien silente y tímido que utiliza en sus entrevistas, ocurre lo contrario al leer sus trabajos, y en especial los textos que están presentes en este libro, desde donde se desprende cierta extravagancia y portento intelectual.
«Esos artículos y reseñas están organizados por orden cronológico en tres capítulos (1981–1990, 1991–1999, 2000–2010) que muestran cómo cambiaron las publicaciones, los intereses y los temas sobre los que escribió Aira en relación con la época y con su trayectoria», se indica en la introducción a este compendio, que desde las primeras páginas atrapan al lector, pues los primeros artículos están sazonados con la enjundia de la critica literaria más bien guerrillera, esa que señalaba explícitamente que un texto era bueno o malo. Es tan así de frontal la redacción que cuando habla de Piglia señala lo siguiente:
«Ricardo Piglia logra con Respiración artificial (Pomaire, 1980) una de las peores novelas de su generación gracias, en parte, a esta sordidez profesional, que en él deriva del temor infantil de que no lo comparen con Arlt (la otra cara de esta identificación es la escritura vigilada hasta la aridez, por temor de que sí lo comparen con Arlt). En realidad Piglia no proviene en absoluto de Arlt, que fue un verdadero novelista, con todo lo que ese término implica de invención miliunanochesca. Su maestro es Sabato. De él toma el viejo truco de hacer una novela con dos o tres situaciones tópicas (el viaje al interior a encontrar al padre agonizante —originalidad de Piglia: no es padre sino tío, y no agoniza sino que lo están por meter preso—, la conversación hasta el amanecer, la visita del joven al anciano que vive entre sus fantasmas), unos personajes bien conocidos (el intelectual desencantado, el policía que fuma, el viejo europeo fracasado, la oveja negra que es el único bueno de la familia) y todo el resto juicios, ajustes de cuentas, discusiones ganadas de antemano porque el autor se fabrica los interlocutores adecuados, y cuanta opinión haya pasado por su cabeza en los últimos años», explica el autor.
Piglia y varios más al desnudo
Es decir, su desfachatez para señalar con todas las letras las supuestas falencias en una de las obras principales de Piglia, son asombrosas pero honestas y se agradecen. Es por este tipo de textos que los lectores vamos a disfrutar de un recorrido crítico realizado por el prolífico novelista César Aira, quien en esta selección de artículos va a hablar de muchos escritores, novelas, libros, temas, política y por supuesto, va a referirse al oficio de escribir.
«Si me pongo a pensar por qué escribo, por qué escribí, por qué podría seguir escribiendo… como todo el que piense en su vida, en retrospectiva, no puedo sino verla como un conjunto de azares y conjunciones accidentales… Diría que escribí por descarte, porque para escribir no se necesitaba un talento especial como para la pintura o la música. Con el tiempo, muy a la larga, en realidad ahora, este año, llegué a admitir que la literatura es el arte supremo. Me pasé toda la vida creyendo lo contrario; que era un simulacro de arte, un exterior del arte», describe Aira.
Muchos escritores logran transmitir ideas y reflexionar muy acertadamente sobre variados temas y sobre su propio oficio a través de sus artículos y ensayos, Aira es uno de ellos.
Es por esta razón que La ola que lee (Random House, 2022) es un libro atractivo pues nos va a dar cuenta de la otra parte del escritor, del ensayista que ha abordado desde siempre los temas relacionados con la literatura, el arte y por supuesto, la vida.
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Martín Parra Olave es licenciado en gobierno y gestión pública de la Universidad de Chile y magíster en letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y actualmente cursa el doctorado en literatura impartido por esta última Casa de Estudios superiores.
Imagen destacada: César Aira.