Durante el próximo mes de noviembre se lanzará en el Teatro Andrés Pérez de Tocopilla la segunda edición del texto de ficción —perdido e inencontrable desde hace años— concebido por el desaparecido narrador y periodista gatiqueño Luciano Cruz Astudillo, en un hallazgo literario que ha sido el resultado de la labor de rescate cultural y patrimonial emprendido por la independiente editorial Pampa Negra.

Por Rodrigo Ramos Bañados

Publicado el 14.10.2022

El contrabando ha sido una constante histórica por los derroteros del denominado Norte Grande de Chile. Lo anterior por tratarse de un territorio inhóspito, por el desierto, que colinda con tres países y que, además, mantiene una costa llena de recovecos con caletas de pescadores nómades.

Así, este mundo, donde por décadas ha despuntado el narcotráfico —y hoy el robo de vehículos todo terreno por pasos fronterizos—, tuvo un rostro distinto a mediados del siglo pasado.

El contrabando de artículos de lujo, como vestuario y relojes, lanzados en bolsas de barcos salitreros, mercantiles e incluso vapores, provenientes de otros latitudes, que descansaban frente a al puerto de Tocopilla, previo acuerdo entre las partes, fue una razón para la proliferación de mafias.

Dentro de estas pirámides mafiosas estaba el inversor, el jefe, o el capo, que vivía tranquilo en su chalet con una vida poco interesante de aventuras. Quienes hacían el trabajo sucio, eran los denominados soldados, a fin de cuentas delincuentes que actuaban por dinero y fama.

Lo extraordinario es que estos soldados hacían gran parte de su labor en el mar, con pequeñas embarcaciones, principalmente de noche y madrugada. Y, como en todo quehacer mafioso, había «quitadas» de mercadería en el mar, al más puro estilo de piratas. Prevalecía la fuerza y el valor. Las historias de estos soldados luego eran contados en los bares y los prostíbulos de Tocopilla, Antofagasta y María Elena.

Con el paso del tiempo las historias romantizadas por el relato oral de aquellos contrabandistas de antaño se han ido diluyendo, como también sus protagonistas.

«Los contrabandistas» (Ediciones Alerce, 1959)

Llegar a la cúspide de la pirámide

Por esta razón es sobresaliente el rescate de la novela Los contrabandistas, del escritor gatiqueño —poblado de Gatico, del que actualmente sólo quedan ruinas y un cementerio—, Luciano Cruz Astudillo (1926 – 1974) —cuya anécdota por alcance de nombre con el fundador del MIR le valió la tortura, pero aquello es otra historia—, por parte de la editorial Pampa Negra, liderada por Camilo Araya, con sede en Antofagasta.

La primera edición de la novela data de 1959, a través del sello Alerce, es decir, pasaron 63 años para leer esta texto (perdido) que puede considerarse como fundamental por su carácter precursor del género negro o noir, en el contexto del quehacer literario del Norte Grande de Chile.

El texto, que intercala las ilustraciones de Manuel Dongo —que sin buscarlo proponen una versión gráfica completa de la novela—, puede leerse como un fiel retrato de aquellos tiempos, a través de un relato ágil de descripciones precisas que comienza con una suerte de road movie para concluir en un final inesperado pero no menos noir sobre botes, frente a las costas de los alrededores de Tocopilla.

Si se consideran la época en que fue escrita, parece todo un hallazgo y un aporte al género noir más aún cuando aquí no hay investigadores, tiras o ratis ni policías héroes de protagonistas, sino que, por el contrario, sólo hay antihéroes, contrabandistas con la sólo motivación de llegar a la cúspide de la pirámide. Como dice uno de los protagonistas: «Quiero llegar a Nueva York, pero desde Tocopilla».

La novela será lanzada a fines de noviembre en el Teatro Andrés Pérez de Tocopilla.

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Rodrigo Ramos Bañados (Antofagasta, 1973) es escritor y un periodista titulado en la Universidad Católica del Norte.

Ha publicado, entre otros volúmenes, las novelas Alto Hospicio, Pop, Namazu, Pinochet Boy y Ciudad berraca, además del libro de crónicas Tropitambo.

«Los contrabandistas», de Luciano Cruz (Editorial Pampa Negra, 2022)

Rodrigo Ramos Bañados

Imagen destacada: Plaza Condell de Tocopilla en 1950.