[Crítica] «Los hijos de otros»: La experiencia universal de la maternidad

El filme de la realizadora francesa Rebecca Zlotowski —que se exhibe actualmente en la cartelera local, de la sala El Biógrafo de Santiago— se encuentra protagonizado por los actores Virginie Efira y Roschdy Zem, y su reparto lo integra la famosa intérprete Chiara Mastroianni.

Por Cristián Uribe Moreno

Publicado el 6.8.2023

La directora francesa Rebecca Zlotowski, dirige y escribe este largo, Los hijos de otros (Les enfants des autres, 2022), una historia amable, sincera y un tanto naif sobre el significado de la maternidad y otras cuitas.

El relato se centra en Rachel Friedman (Virginie Efira), una profesora de 40 años, de ascendencia judía, que comienza un romance con Alí (Roschdy Zem), un maduro ingeniero, separado, con una hija de cuatro, Leila (Callie Ferreira-Goncalves), cuyo encanto y dulzura le roba el corazón a Rachel. Ella se transforma de la noche a la mañana en la madre sustituta de Leila, haciéndose cargo de la niña cuando Alí no puede. Y muchas veces Alí no puede.

Junto a su relación con Alí y Leila, Rachel se muestra una docente muy involucrada en la vida de sus estudiantes, procurando impactar en sus vidas, no dejándolos solos y tratando de que estos tomen buenas decisiones para su futuro. Además, tiene una gran conexión con su padre, Monsieur Friedman, un judío practicante, y su hermana menor Louana. Todo parece marchar de maravillas.

Hasta que Rachel empieza a evidenciar señales de un dolor solitario que la envuelve: no logra quedar embarazada. El relato se empeña en exhibir distintas situaciones donde la protagonista da muestras de su empeño y tino a la hora de tomar decisiones que la presentan como una mujer con el potencial de ser una gran madre. Y esto parece agravar su silencioso sufrimiento.

 

Un drama en sordina

El desarrollo de la historia va mostrando el calvario que Rachel va padeciendo y que está arraigado en su propia naturaleza. Cuestión que contrasta de manera evidente con el contexto social en el que se desenvuelve, que es mucho más amable con ella.

Desde los primeros minutos, la cinta se presenta como una comedia romántica, con situaciones de comedia, un tanto tópicas. Pero de a poco, comienzan a notarse las fisuras de estas vidas ejemplares y las angustias de la protagonista se toman el relato, transformándose en un drama en sordina.

Hay un cierto aire de desventura que flota en la vida perfecta de la profesora, que el relato traspasa. Se siente que en cualquier momento cae la desgracia sobre ella. Pero la pericia narrativa de la directora Rebecca Zlotowski hace que finalmente decante hacia una historia mucho más realista que los caminos que se insinuaban durante el desarrollo de la narración.

El encanto de su protagonista, quien no deja de sonreír durante todos los embates a los que es expuesta, cautiva y hace más tierna, esta fábula que ha sido contada más de una vez.

Hacia el final, Rachel logra encontrar su espacio en un universo que se obstina en negar sus aspiraciones. Pues su determinación es más fuerte de lo que alguien pudiera imaginar. Como dice en un momento su ginecólogo: «la vida es tan corta y larga a la vez». Esto es completamente cierto para los sufrimientos y para las alegrías. Todo parece residir en el carácter de las personas al encarar los obstáculos que el destino va poniendo.

Un filme hermoso en ciertos momentos, un tanto cándido en otros, la producción francesa va a contra corriente de las discusiones que se dan en este momento en las sociedades occidentales. La directora Rebecca Zlotowski está en la antípoda de toda una generación que posterga la maternidad para privilegiar otros proyectos de vida. Y en algunos casos, la elude de manera permanente.

Rachel es el personaje femenino que quiere «la experiencia universal de la maternidad» porque es una mujer con un inmenso don de amar al prójimo y que busca saciar esta pasión. Y como dice el dicho, si no es una puerta, una ventana también es una entrada al reino de las buenas intenciones.

 

 

 

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Cristián Uribe Moreno (Santiago, 1971) estudió en el Instituto Nacional General José Miguel Carrera, y es licenciado en literatura hispánica y magíster en estudios latinoamericanos de la Universidad de Chile.

También es profesor en educación media de lenguaje y comunicación, titulado en la Universidad Andrés Bello.

Aficionado a la literatura y al cine, y poeta ocasional, publicó en 2017 el libro Versos y yerros.

 

 

 

 

Tráiler:

 

 

 

Cristián Uribe Moreno

 

 

Imagen destacada: Los hijos de otros (2022).