Sin tratar de explicar demasiado las injerencias de la memoria o las razones de los recuerdos, este volumen de crónicas de exilio y de arraigo del cineasta chileno Emilio Pacull (quien se encuentra radicado en Francia) dejan entre líneas un surco fértil, a fin de que el lector puede cultivar —finalmente—, su propia remembranza.
Por Álvaro Silva Wuth
Publicado el 5.4.2024
Dice Jorge Teillier que: «la memoria es una lechuza que vuela a refugiarse en el tronco de un árbol hueco». En Luz de invierno, una colección de tibios y tenues recuerdos personales, Emilio Pacull (1950) nos muestra su tronco hueco que párrafo a párrafo, comienza a brotar y florecer ante nuestros ojos.
La lechuza de su memoria revolotea de un lugar a otro, volando entre países, continentes, épocas, sin ninguna relación aparente, pero poco a poco, a medida que la lectura avanza, nos damos cuenta que las historias y reflexiones que Emilio esboza con honestidad clara, están hiladas con una dulzura elegante que va cobrando sentido en la medida que el lector enfrenta estos relatos a su propia conciencia.
La prosa llana de Pacull, se transforma en una llave con la que abrir la memoria íntima de cada lector que, en pocas páginas, se ve inmerso en un viaje que le pertenece, donde sus experiencias pasadas encuentran resonancias y similitudes.
Porque Emilio habla de la vida, de cosas humanas, simples, de valores universales como la empatía, la amistad, el amor y es el lector el que da profundidad a esta seguidilla de relatos llenos de imágenes poéticas, contemplaciones de lo real maravilloso, trazos de naturaleza con todos sus colores, sonidos y silencios.
Es como si sus recuerdos fueren guijarros lanzados de súbito a un pozo hondo y es en ese espacio de expectación que existe entre la piedra arrojada y su caída, en donde el lector puede entrar en una dimensión sutil de su pasado personal, descubriendo detalles que tal vez, han quedado inadvertidos a su propio recuerdo.
La brújula de nuestro propio destino
Luz de invierno destila sencillez y complejidad a la vez. Sin tratar de explicar demasiado las implicaciones de la memoria o el por qué del recuerdo, la narración va dejando entre líneas un surco fértil en el cual el lector puede cultivar su propia membranza.
A cada relato Emilio nos va mostrando su compromiso con la moral y la historia, presentando piezas dispares de un puzle que se va armando con una desigualdad aparente y que, al final del libro y viaje, se arma como si se tratara de un remolino en cuyo centro se encuentra la quietud y el sosiego de la inefable continuidad de la historia, mostrando como las sinergias que han llevado a Pacull al lugar donde está, son las mismas que nos han llevado a cada uno a ocupar el sitio que ocupa, algo así como la brújula de nuestro propio destino presente.
Como chileno, encuentro en Luz de invierno un montón de pistas y señales para interpretar ciertas claves de mi ser chileno. Creo que en la honestidad del relato y lo universal de su inspiración, personas de cualquier latitud podrán encontrar en este texto, claves para entender y apreciar sus propios viajes vitales.
Si la memoria es esa lechuza refugiada en el tronco hueco de un árbol, Luz de invierno es la brisa suave que lo hace resonar con un ulular que cualquiera puede reconocer, con el que cualquiera puede soñar.
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Álvaro Silva Wuth (Santiago de Chile, 1969). Diplomado en 1994 con especialidad en Sonido en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, La Habana, Cuba.
Desde el año 1990 trabaja profesionalmente en el campo del sonido directo fundamentalmente en documentales y cine de ficción. Reside en Madrid desde al año 2000 y trabaja como técnico de sonido. A lo largo de su carrera, ha colaborado con reconocidos directores como David Trueba, Patricio Guzmán, Javier Corcuera, Iciar Bollaín, Benito Zambrano, Max Lemke, Eliseo Subiela, Federico Veiroj, Jonás Trueba, entre otros.
Además, entre 1998 y 1999 ejerció como asesor de sonido en la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños.
Imagen destacada: Emilio Pacull Latorre.