[Crítica] «Maniac»: La angustia por el vacío de lo real

Con esta nueva entrega, la obra del escritor chileno Benjamín Labatut prosigue su original senda creativa, y como autor ha logrado con rapidez forjar un mundo literario absorbente y misterioso, el cual lo convierte en uno de los narradores más interesantes de la última década, y dicho esto a nivel internacional.

Por Martín Parra Olave

Publicado el 29.12.2023

Conocer el meollo de las cosas, la explicación última de algún fenómeno o la lógica de cómo opera el universo, ha sido y seguirá siendo uno de los mayores desafíos de la humanidad, y por supuesto de los científicos e investigadores especializados.

Sin embargo, este es un tema que además interesa mucho al escritor chileno Benjamín Labatut (Rotterdam, 1980), quien ha dedicado su última novela, MANIAC (Anagrama, 2023), a relatar la vida del matemático húngaro Von Neumann, considerado una de las mentes brillantes del siglo pasado junto a Einstein y varios más, quienes fueron capaces de entregar increíbles avances a la humanidad.

No obstante, reducir una obra tan amplia y abarcadora a una sola biografía o a un par de descubrimientos científicos, es algo mezquino, pues en el último trabajo de Labatut se condensan una serie de temas que tienen que ver con la existencia, el conocimiento, la guerra, los nazis, el miedo y por supuesto la locura.

La novela está dividida en tres partes que pueden operar perfectamente como narraciones independientes, pero que al estar dentro del mismo libro se conectan entre ellas. A su vez, cada una de estas secciones se encuentra subdividida en pequeños textos que nos van entregando pistas y momentos de la existencia de Neumann y de quienes lo rodearon.

 

Desequilibrios difíciles de abordar

El libro comienza con la inquietante vida de Paul Ehrenfest, físico austriaco, quien en una encrucijada existencial comienza a tener dudas acerca de las verdaderas ventajas que pueden tener los avances científicos, pues se da cuenta que así como generan beneficios también podrían ocasionar un tremendo mal.

No es menor que haya dedicado su vida a la investigación permanente, casi como poseído por un delirio intelectual: «Ehrenfest buscó incesantemente lo que él llamaba der springende Punkt, el meollo o corazón de los asuntos, el punto más alto desde donde saltar al abismo» (p. 16), pues comprendía que era la única forma de comprender la existencia, una respuesta que involucrara a todo el ser, no sólo la razón y la mente.

Su vida termina apagada de golpe, pues el peso de una angustia por el vacío de una realidad colosal no lo deja vivir.

La segunda parte del libro es la más extensa, «John o los delirios de la razón» y es donde nos encontramos con la vida de Neumann János Lajos, también conocido como Johnny von Neumann, considerado el hombre más inteligente del siglo XX, una suerte de extraterrestre entre nosotros.

En esta parte, el escritor chileno utiliza la voz de una serie de personajes que compartieron con Neumann para que a través de ellos vayamos conociendo su vida, sus estudios y por supuesto todas sus angustias, sus miedos y ambiciones.

Así, el desarrollo de la obra es un permanente juego entre la locura y la razón, pues la cuerda que tensa los límites entre ambos siempre es algo muy frágil: «Porque conozco la locura. He visto ese continente a la distancia, he sentido su oscura influencia operando sobre los demás y he sido llamado hacia sus costas por ideas que unos solo pueden encontrar en los bordes de la razón, y que te atraen con sus cantos como sirenas» (p. 216), y es que en la búsqueda de ese conocimiento que intenta comprender una realidad, un fenómeno inasible, se producen desequilibrios mentales difíciles de abordar.

Entonces, la pregunta que comienza a dar vueltas en la cabeza del lector es: ¿cuál es el límite para los avances científicos? ¿Son todos los adelantos y descubrimientos tecnológicos realmente un progreso para la humanidad? ¿Qué mecanismos operan en la mente humana que es capaz de transformar una energía positiva en una bomba nuclear destructiva?

A pesar de que por momentos se repite demasiado la idea de la angustia existencial y las contradicciones de von Neumann y algunos de los otros científicos, el relato funciona y atrapa al lector, que desea saber en qué van a terminar los proyectos en los que ha estado involucrado el investigador.

 

Una entidad a la cual no es posible derrotar

Y la respuesta está en la parte final, en una narración que parece no tener relación con lo que se ha leído en las páginas anteriores, sin embargo, están íntimamente ligadas, ya que todo lo que ayudó para sentar las bases de la mecánica cuántica, desarrollar la teoría de los juegos, aportar en la creación de la bomba atómica y crear la primera computadora moderna, la MANIAC, se traduce posteriormente en el súper computador DeepBlue de la IBM, que posteriormente desarrollaría AlphaGo, un programa de juego Go capaz de arrasar con el campeón mundial de este deporte oriental:

«Fue una novedad maravillosa, un quiebre radical con la tradición y la sabiduría acumulada durante miles de años. Porque no se pareció a nada que una computadora hubiese hecho antes, y fue distinto de todo lo que los seres humanos habían considerado hasta entonces» (p. 340).

Benjamín Labatut maneja una prosa contundente y una estructura narrativa que mantiene al lector con las manos y la vista pegadas al libro. Sus inquietudes temáticas van por el lado de la ciencia y la cotidianeidad de los investigadores dedicados a ella, esto lo ha manifestado en reiteradas entrevistas, pues considera que de una u otra forma, esta área del conocimiento ha entregado avances y descubrimientos que otorgan bienestar y sufrimiento, ambos a la vez, a la humanidad.

Esto ya lo desarrolló en su novela anterior, Un verdor terrible (2020), donde se dedicó a contar la historia del primer pigmento sintético moderno, el azul de Prusia, que posteriormente va a ser el origen del mortal cianuro de hidrógeno, creado por el químico alemán Fritz Haber, gas que sería utilizado para asesinar judíos en los campos de concentración nazi.

La parte ulterior de MANIAC es la historia del enfrentamiento entre la IA y el cerebro humano, un desafío que sin lugar a duda ha sido y seguirá siendo muy atractivo para la humanidad, pues intenta responder a la inquietante pregunta de si acaso: ¿es la inteligencia artificial capaz de destruir al ser humano?, o por consecuencia: ¿seremos nosotros mismos los creadores de una máquina que logre hacernos desaparecer o de superarnos en absolutamente todo?

En las páginas finales Lee Sedol, el jugador de Go derrotado por la IA, reflexiona: «Con el advenimiento de la inteligencia artificial me di cuenta de que no podía estar en la cima, incluso si hiciera una reaparición espectacular y volviera a ser el mejor jugador del mundo gracias a un esfuerzo sobrehumano. Incluso si me convirtiera en el mejor jugador de toda la historia, existe una entidad a la que no es posible derrotar» (p. 383).

No es posible salir de MANIAC sin darnos cuenta de que el progreso científico es algo peligroso y muchas veces incomprensible, y que gracias a él podremos sobrevivir o morir irremediablemente condenados por nuestras propias creaciones.

La obra de Labatut sigue siendo original e interesante, y como autor ha logrado rápidamente construir un mundo narrativo absorbente y misterioso, el que lo convierte en uno de los escritores más interesantes de la última década.

 

 

 

 

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Martín Parra Olave es licenciado en gobierno y gestión pública de la Universidad de Chile y magíster en letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Actualmente cursa el doctorado en literatura impartido por la última Casa de Estudios.

 

«MANIAC», de Benjamín Labatut (Editorial Anagrama, 2023)

 

 

 

Martín Parra Olave

 

 

Imagen destacada: Benjamín Labatut (por Joan Cortadellas).