Este libro es un regalo para los muchos lectores del desaparecido autor italiano, y una inmensa y diminuta —a la vez— puerta de entrada para adentrarse en su obra mediante pequeñas evocaciones y un mapa íntimo, el cual luego desplegaría con toda su envergadura en sus obras más profusas, como las dedicadas a Baudelaire y a Kafka, y en sus otros textos que penetran y reinventan los territorios míticos de Grecia y de la antigua India.
Por Alfonso Matus Santa Cruz
Publicado el 4.8.2023
Cuando indagamos en la memoria de algunos escritores que no imaginamos haciendo nada más que dedicarse a la literatura solemos hallar la expresión de ese destino presente desde la infancia o, al menos, desplegándose incluso antes de la juventud como la brújula que orientará sus vidas.
Nada mejor para descubrir ese itinerario íntimo que leer sus impresiones sobre ese territorio brumoso y resplandeciente a la vez que son los primeros años de vida, las primeras lecturas, los vínculos familiares y el lugar a veces paradigmático que se ocupa en la historia sin siquiera pedirlo.
Así ocurre al leer las evocaciones que hace de este período el gran escritor y editor italiano Roberto Calasso (1941 – 2021), en su pequeña obra titulada Memè Scianca (el apodo que eligió para sí mismo de niño), publicada recientemente por Anagrama, con traducción al castellano de Edgardo Dobry.
A medida que pasamos las páginas nos topamos con un mapa literario que precede al propio Calasso y parece haberle estado predispuesto para que se convirtiera en el lector omnívoro, penetrante y sumamente creativo que fue, atributos que, por supuesto, transfirió a su escritura, en la que exploró algunas de las figuras más trascendentales de la literatura moderna a la vez que reescribió los mitos y textos sagrados del lejano oriente.
El sutil y caprichoso tejido de los recuerdos
Primer punto de referencia: Calasso nace en plena Segunda Guerra Mundial, en Florencia, bajo el gobierno fascista de Benito Mussolini, contexto en el cual su padre se ve perseguido y detenido injustamente tras el asesinato de un amigo suyo, el intelectual fascista Giovanni Gentile.
Ese episodio marcará profundamente el devenir de la familia Calasso, y particularmente del hijo, que describe cómo algunas alianzas inesperadas, sobrepasando las diferencias políticas, lograron liberar a su padre del peor destino posible.
Segundo nodo: en la sangre de Roberto corría la pasión lectora y editorial. Su abuelo se dedicó al oficio que él llevaría a una expresión depurada y heterodoxa, con la elegancia de la curiosidad lectora por sobre toda incidencia, en su editorial Adelphi.
Tercer nodo (y quizá uno de los más sorprendentes): no solo el abuelo estaba inmerso en el panorama literario europeo, sino que, a través de algunas relaciones familiares y vínculos de amistad, algunas cartas y secretos compartidos, la órbita de la familia Calasso llegó a tocar a una de las amantes de Kafka, a quien Roberto dedicaría un libro espléndido, y también a la familia Pasternak, de la cual era miembro el gran poeta y autor de Doctor Zhivago.
Este tipo de anécdotas y de pequeñas decisiones, encuentros no tan fortuitos, pero no por ello menos trascendentales, como la primera lectura de Proust a los trece años y las ilustraciones de Gustave Doré en el volumen del Orlando furioso atizando la imaginación y el erotismo juvenil, son la materia de este pequeño libro íntimo, de una prosa límpida, que nos logra empapar del sutil y caprichoso tejido de la memoria.
Un regalo para los muchos lectores de Calasso, y una puerta de entrada tipo bonsái para adentrarse en su obra mediante pequeñas evocaciones y un mapa íntimo que desplegará toda su envergadura en sus obras más profusas, como las dedicadas a Baudelaire y Kafka, y sus otros libros que penetran y reinventan los territorios míticos de Grecia y la antigua India.
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Alfonso Matus Santa Cruz (1995) es un poeta y escritor autodidacta, que después de egresar de la Scuola Italiana Vittorio Montiglio de Santiago incursionó en las carreras de sociología y de filosofía en la Universidad de Chile, para luego viajar por el cono sur desempeñando diversos oficios, entre los cuales destacan el de garzón, el de barista y el de brigadista forestal.
Actualmente reside en la ciudad Puerto Varas, y acaba de publicar su primer poemario, titulado Tallar silencios (Notebook Poiesis, 2021). Asimismo, es redactor permanente del Diario Cine y Literatura.
Imagen destacada: Roberto Calasso.