[Crítica] «Nightcrawler»: Una perfecta bomba de tiempo

Protagonizado por un excelente Jake Gyllenhaal, el guion del realizador Dan Gilroy es hábil en atar cabos: medios televisivos sin reservas morales, marketing por correspondencia, una pizca de autoayuda, y técnicas y formas de manipulación al alcance de una mente brillante e inescrupulosa.

Por Aníbal Ricci Anduaga

Publicado el 13.9.2024

Opera prima de el cineasta estadounidense Dan Gilroy (1959), guion sobresaliente, no sólo es una portentosa crítica al periodismo actual, que pone énfasis en la sangre y la violencia, más que a la noticia en sí misma.

A esta hebra usual de las películas acerca del cuarto poder, Gilroy le da un giro muy original, centrándose en un desempleado, maniático de Internet, que intenta triunfar a toda costa desde abajo. Louis Bloom (insuperable Jake Gyllenhaal) se tropieza accidentalmente con un cazador de noticias y decide copiar sus tácticas y emprender su propio negocio.

Obsesivo, ha seguido un curso de marketing por correspondencia al que le incrusta frases de auto-ayuda. Inmediatamente se da cuenta que no siente escrúpulos por mostrar sangre ni cuerpos mutilados. Contrata a un ayudante por unos miserables dólares y sobrepasa los límites de velocidad. Intercepta las emisiones de radio de la policía e intentan llegar primeros al lugar de crímenes y accidentes.

Lo interesante: Bloom es un psicópata de verdad, analiza todo cerebralmente, pero no empatiza con otros seres humanos. Entiende el poder de negociación como arma, incluso en la búsqueda de pareja, apuntando los dardos a una ambiciosa productora de televisión, mujer mayor que va cediendo poco a poco a la despiadada mente del reportero.

 

El fabricante de noticias

Así, la película es una seguidilla de hechos policiales, más o menos peligrosos, hasta que en una oportunidad graba un triple asesinato antes que llegue la policía, irrumpiendo en la casa para supuestamente ayudar. Presenta las imágenes en la cadena televisiva y la audiencia se eleva por las nubes, pero Bloom oculta la identidad de los asesinos para perseguirlos y desarrollar su propia noticia.

El espectador se espanta de la sangre fría, aunque Bloom vuelve a sorprendernos. Su empleado comienza a chantajearlo y el periodista lo involucra en un fuego cruzado, hace que le disparen y luego filma su muerte.

Con todo, existen psicópatas que se mezclan en la sociedad y hacen su trabajo. Hannibal Lecter era de otro tipo, de esos que no reprimen sus impulsos, pero lo que distingue a la conducta del psicópata es que no sienten culpa.

Bloom tampoco reprime sus impulsos, aunque ha encontrado en la prensa roja un vehículo que le permite destacar del resto, sin remordimientos por montar una imagen o incluso encausar una historia periodística según sus parámetros. Se convierte en un fabricante de noticias que no tiene problemas con dar falsos testimonios a la policía.

El guion de Gilroy es hábil en atar cabos: medios televisivos sin reservas morales, marketing por correspondencia, una pizca de autoayuda, básicamente formas de manipulación al alcance de una mente brillante e inescrupulosa.

Mérito del director: mostrarnos la historia de un ser insignificante que, en virtud de sus rasgos psicológicos, logra activar esta perfecta bomba de tiempo en que se ha convertido nuestra sociedad.

 

 

 

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Aníbal Ricci Anduaga (Santiago, 1968) es un ingeniero comercial titulado en la Pontificia Universidad Católica de Chile, con estudios formales de estética del cine cursados en la misma casa de estudios (bajo la tutela del profesor Luis Cecereu Lagos), y quien también es magíster en gestión cultural de la Universidad ARCIS.

Como escritor ha publicado con gran éxito de crítica y de lectores las novelas Fear (Mosquito Editores, 2007), Tan lejos. Tan cerca (Simplemente Editores, 2011), El rincón más lejano (Simplemente Editores, 2013), El pasado nunca termina de ocurrir (Mosquito Editores, 2016) y las nouvelles Siempre me roban el reloj (Mosquito Editores, 2014) y El martirio de los días y las noches (Editorial Escritores.cl, 2015).

Además, ha lanzado los volúmenes de cuentos Sin besos en la boca (Mosquito Editores, 2008), los relatos y ensayos de Meditaciones de los jueves (Renkü Editores, 2013) y los textos cinematográficos de Reflexiones de la imagen (Editorial Escritores.cl, 2014).

Sus últimos libros puestos en circulación son las novelas Voces en mi cabeza (Editorial Vicio Impune, 2020), Miedo (Zuramérica Ediciones, 2021), Pensamiento delirante (Editorial Vicio Impune, 2023), Vivir atormentado de sentido (Editorial Vicio Impune, 2024) y la recopilación de críticas audiovisuales Hablemos de cine (Ediciones Liz, 2023).

 

 

 

 

Tráiler:

 

 

 

Aníbal Ricci Anduaga

 

 

Imagen destacada: Nightcrawler (2014).