El nuevo crédito del narrador chileno Luis López-Aliaga es un libro con el cual su lector quedará seducido, pues desde las primeras páginas hay una prosa llena de pasión e intensidad, y un estilo que logra situar a sus degustadores en un espacio incómodo, pues revela los avatares de la vida de un escritor, las claves y secretos de una existencia artística que muchas veces está idealizada.
Por Martín Parra Olave
Publicado el 21.12.2021
Alguien que viene del pasado e interviene activamente en el presente”, dice el narrador de No soy yo (Hueders, 2021), el último y premiado trabajo del escritor chileno Luis López-Aliaga (1966), quien nos da cuenta de sus experiencias literarias de los años 90, temporadas en las cuales se habría formado y deformado como escritor.
“Éramos solo un grupo de jóvenes que queríamos escribir, y algunos, sobre todo, querían ser escritores. Demasiado distintos en orígenes sociales, en referentes literarios y en expectativas de futuro. Pero coincidimos en un espacio y en un tiempo, el tiempo del aprendizaje y la formación”, un periodo con el cual el narrador desea hacer contacto, sin pedirle nada, sino que más bien establecer un diálogo y una conversación que vuelve como un fantasma a visitar a un hombre que ha comenzado a transitar hacia una posible vejez.
Aquellos años son los de la búsqueda, son los días de los excesos, de las renuncias y por supuesto, son sobre todo los años en que la apuesta es total, donde el futuro escritor se para al borde del abismo y mira con miedo y ansiedad el precipicio sin fin que tiene a sus pies.
La escritura como una forma de vida, como una radicalidad existencial. Es la época en que la participación en talleres literarios parece un puerto obligatorio para quien desea graduarse como narrador.
El taller de Antonio Skármeta fue el lugar donde se encontraron algunos de los que después intentarían, de forma voluntaria o espontánea, suceder a la llamada “Nueva Narrativa Chilena”, que reunió bajo la Editorial Planeta a los escritores Gonzalo Contreras, Alberto Fuguet, Arturo Fontaine Talavera, Carlos Franz y Sergio Gómez entre varios otros.
Participar en aquel taller era juntarse con aquellos que tenían anhelos similares, con gente que intentaba armarse de valor para seguir el camino propio: “vuelvo una y otra vez sobre aquel taller en la calle Esmeralda, no puedo evitarlo. Hay algo ahí, en esos 15 jóvenes que, en una misma época, escribían y querían ser leídos. Algo que aún no termina de resolverse y quizás nos impide envejecer bien, envejecer tranquilos.”
El peregrinaje de un escritor chileno
¿Se podrá resolver esta suerte de angustia o de incomodidad existencial? Quizás no. Abelardo Castillo cree que: “La literatura es, entre muchas otras cosas, una especie de autoanálisis inconsciente”.
Tal vez Luis López-Aliaga ha escrito esta obra como una forma de comenzar esa indagación, un autoexamen que le ayude a alcanzar respuestas o por lo menos, a esbozar algún tipo de enunciado que oriente y otorgue tranquilidad a quien escribe.
Una vida literariamente forjada es un camino lleno de fisuras y de derrotas, es un camino que siempre está en subida: árido y plagado de amarguras. Sin embargo, de vez cuando surgen algunas luces que iluminan por momentos esta travesía y la hacen soportable, pasadera y hasta grata.
El libro de Luis López-Aliaga es todo eso y varias cosas más: es parte de un sueño que compartieron muchos jóvenes de los 90, una vida ligada a la creación que no se termina de cerrar con el paso de los años y menos con la muerte.
Es un libro que además, nos da cuenta del peregrinaje de quien ha tenido que dedicarse a más de una actividad para cubrir los gastos de su vida diaria: reseñista, tallerista y guionista.
En definitiva, No soy yo (Hueders, 2021) de Luis López-Aliaga, es un libro con el cual su lector quedará seducido, pues desde las primeras páginas hay una prosa llena de pasión e intensidad, un estilo que logra situar a sus degustadores en un espacio incómodo, pues revela los avatares de la vida del escritor, una existencia que muchas veces está idealizada.
Sin embargo, lo que más revelan las páginas de este libro es el coraje de un ser humano que sabe que todo y todos caminamos hacia el precipicio.
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Martín Parra Olave es licenciado en gobierno y gestión pública de la Universidad de Chile y magíster en letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Actualmente cursa el doctorado en literatura impartido por la última Casa de Estudios.
Imagen destacada: Luis López-Aliaga.