El escritor azteca Jorge Volpi concibe su última novela —publicada por la editorial Alfaguara, (2022)—inspirado en un hecho luctuoso: el asesinato masivo de niños en la zona del Corozal, la frontera entre México y Guatemala, en pleno corazón de Centroamérica.
Por Martín Parra Olave
Publicado el 3.5.2022
Desde hace varias décadas la violencia no es exclusiva de un campo de batalla. Hoy en día se ha instaurado como una forma de relacionarse y solucionar conflictos y diferencias en todos los niveles sociales y en todas las sociedades. No es ajeno a nadie que de forma diaria nos enteramos de las muertes y asesinatos más desgarradores ocurridos en cualquier parte de Latinoamérica.
El escritor azteca Jorge Volpi (1968) redacta su última novela, Partes de guerra (Alfaguara, 2022), basado en uno de estos dolorosos hechos: un asesinato protagonizado por niños en Centroamérica, en la zona del Corozal, la frontera entre México y Guatemala.
La narradora es Lucy, una investigadora perteneciente al Centro de Estudios en Neurociencias Aplicadas, quien, junto a su profesor, Luis Roth, y otros especialistas más, deciden viajar al Corozal a investigar el crimen de una niña de catorce años a manos de otros niños de la misma edad e incluso menores.
La historia es un thriller que retrata el doloroso mundo donde viven y crecen cientos de miles de niños, que ven en los golpes, los insultos, los crímenes y el machismo una forma válida de estar en el mundo. Los hombres golpean, maltratan y asesinan a las mujeres prácticamente sin ser condenados.
¿Qué sucede en nuestras cabezas que llegamos a legitimar la extrema violencia como forma de comunicación y solución de problemas?
“¿Y por qué unos niños perderían toda empatía así de pronto?, te pregunté. Tal vez tenían déficit previo o las condiciones de su familia o la violencia inherente en este pueblo se las arrebató, o quizás fuera la violencia desbocada que perciben en todas partes, me explicaste”.
La miseria humana en todas sus formas
Volver a la barbarie como una forma de relacionarse. En las páginas de este libro del narrador mexicano nos vemos obligados a reflexionar sobre nuestra propio ser, el que de un momento a otro se torna en un ser violento y desmedido.
Sin embargo, en el caso de estos niños la explicación no debería ser tan rebuscada pues ellos han crecido contemplando y recibiendo la violencia en todas sus formas y expresiones, por lo tanto, no es de extrañar que cada vez que deban resolver un conflicto, apliquen las formas y maneras que observan a su alrededor.
Este libro, asimismo, no solamente es la historia de unos niños que asesinan, sino que además es la revelación de la mentira con la que puede vivir un hombre durante toda su vida. Luis, el investigador jefe, es un polígamo que ha mantenido relaciones paralelas con una treintena de mujeres, todas engañadas por él.
Entonces nos vamos enfrentando a la miseria humana en todas sus formas: la traición, el vacío, la mentira y por supuesto las apariencias de alguien que parece ser un correcto académico pero que mantiene una vida traicionera y opaca.
Cuando ya hemos pasado más de la mitad de la narración nos encontramos con la siguiente pregunta: «¿es posible adentrarse en la mente de un niño?», quizás no.
Sin embargo, más que adentrarnos en la cabeza y los pensamientos de unos niños indefensos, lo relevante es indagar en el mundo que hemos construido, un mundo falaz, lleno de egoísmos, donde siempre los más fuertes y poderosos desplazan a los más pobres y necesitados.
Hemos construido submundos donde la felicidad no existe. Hemos creado bolsones de pobreza gigantescos, donde la violencia y el narcotráfico son el pan de cada día.
Sin lugar a dudas, que la última novela de Jorge Volpi, Partes de guerra (Alfaguara, 2022) continúa con la senda iniciada hace décadas con su Trilogía del Siglo XX, donde explora la locura, la violencia y la mente de los seres humanos.
La lectura de esta novela es una experiencia dolorosa, pues se sumerge en una realidad cada vez más común, la de la violencia de los niños, donde la inocencia y la felicidad han sido arrebatadas por las bandas de narcotráfico, los grupos armados y las familias empantanadas en la pobreza y el dolor.
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Martín Parra Olave es licenciado en gobierno y gestión pública de la Universidad de Chile y magíster en letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Actualmente cursa el doctorado en literatura impartido por la última Casa de Estudios antes mencionada.
Imagen destacada: Jorge Volpi.