Dirigida por la realizadora británica Carrie Cracknell, esta traslación audiovisual basada en la novela de la clásica autora inglesa, se encuentra protagonizada por la actriz Dakota Johnson, y puede visionarse a través de la popular plataforma de streaming Netflix.
Por Cristián Uribe Moreno
Publicado el 15.10.2022
Se estrenó en Netflix el filme Persuasión (2022) de Carrie Cracknell, una obra basada en la novela homónima de Jane Austen, que fue su última ficción literaria, publicada póstumamente.
Los libros de Austen (1775 – 1817) pertenecen al canon literario universal y tiene un considerable número de seguidores que conocen sus textos de manera profunda y opinan activamente acerca de estos en las redes sociales, manteniendo vigente el legado de su obra, por lo que cada adaptación de ella siempre es una noticia.
De las adaptaciones, están las que tratan de respetar de manera fiel el espíritu de los textos, tanto literario como histórico.
En esa línea, aparecen filmes como Sentido y sensibilidad (1995) u Orgullo y prejuicio (2005), o bien los que desarrollan el espíritu del argumento y los adaptan a los nuevos tiempos, como la entretenida Ni idea (1995), una radiografía de la juventud acomodada norteamericana de fines del siglo XX, basada en Emma de Jane Austen.
La versión que presenta el streaming de Persuasión, está en «medias res». Por un lado, no deja de lado los trajes de época, que tanto gustan a la fanaticada de las películas históricas, y en especial a la de los libros de Austen. Por otro lado, el relato está llena de guiños a las audiencias más jóvenes que se han adueñado de las salas y de las redes.
Antes de pasar a los detalles, habría que recordar en qué consiste el núcleo dramático de esta novela.
Con técnicas cinematográficas propias de la Nouvelle Vague
La trama se centra en Anne Elliot (interpretada por Dakota Johnson), hija de Walter Elliot, viudo, hombre de fortuna y de prestigio social, que por sus excesivos gastos está en un momento de capa caída.
Sobre las hermanas de Anne, cada una representa distintos modos de vida de las mujeres en ese tiempo: Mary, casada con hijos y preocupada de la vida familiar y Elizabeth, la perla del clan, que busca un hombre que esté a su altura para casarse.
Y junto a ellas está Lady Russell, que crio a Anne después de la muerte de su madre. La enseñó de tal manera que ella es una especie de madre sustituta. Cuando Anne se enamoró de un marinero sin fortuna, Frederick Wentworth (Cosmo Jarvis), persuadió a la muchacha de que lo dejara, pues no tenía futuro con él.
De esta decisión, vive frustrada Anne, pues siente que dejó ir su verdadero amor. Pero a los años, la vida le entrega otra oportunidad.
La historia original de Austen en general se respeta. Lo que no quiere decir que sea una adaptación canónica. Parte con una Anne representada por Dakota Johnson, en tono de comedia romántica. Del tono original de la historia, que se suele definir como drama de época o romántico, aquí tiene un acento más liviano, e inmediatamente surge lo más controversial: se rompe la cuarta pared.
Así, esta Anne 2022 está más cerca del personaje que encarna Phoebe Waller-Bridge en Fleabag (2016), la tremenda serie inglesa, que de las heroínas románticas de Austen.
El recurso de hablar a la cámara comentado cosas y exhibiendo su ingenio a una audiencia imaginaria, las generaciones millennials y centennials lo entienden de manera perfecta. No así, las y los incondicionales de la escritora inglesa, que sentirán que este subterfugio narrativo está fuera de lugar.
A esto se debe agregar que el personaje de Dakota se ve envuelta en una serie de situaciones que terminan en algún gag, presentándola un tanto torpe, pero querible.
La ambientación si bien está en relación a la Inglaterra de inicios del siglo XIX, se toma ciertas licencias a la hora de mostrar los trajes y salones de ese tiempo.
El encanto de Dakota Johnson
Sin embargo, los personajes están actualizados con las famosas cuotas de minorías. Desde Bridgerton (2020), serie ambientada en la Inglaterra del siglo XIX, que Netflix se preocupa de las cuotas de personajes que están relacionados con minorías subrepresentadas en la industria del espectáculo. Así en la historia de Austen, tenemos por primera vez personajes que son interpretados por actores de ascendencia africana y asiática.
Ahora bien, la pregunta es: ¿qué aportan todos estos cambios a una historia tan arraigada de la literatura inglesa como la obra Persuasión de Jane Austen?
La interrogante es pertinente si la intención de fondo es otra lectura más vanguardista de la novela histórica inglesa. Ahora, si la idea es solo sacarle un poco más de dinero a una tendencia que se ha ido generalizando, también tienen todo el derecho del mundo, pero no reclamen si los critican.
No obstante, hay que pensar que estas adaptaciones son un camino de dos vías. Este tipo de obras audiovisuales sirven para actualizar tanto a autores como a públicos que están familiarizados con ellos. Por eso, las citadas traslaciones ayudan a difundir la novela y a otros textos que puedan despertar el interés de hipotéticos espectadores o de futuros lectores.
Pero también, valen para aprovechar a los adeptos formados en estas obras literarias para que consuman más insumos de una realización cultural, que con los años no parecía tener otra vuelta de tuerca. De los genios del marketing se puede esperar cualquier cosa, aunque estas fórmulas terminan agotando a las audiencias versadas.
La película no es particularmente brillante en su desarrollo. Basta ver que después que Anne ha lucido su simpatía tierna y chambona, la trama se decanta por un final más dramático y de postal romántica. La responsable de este producto audiovisual es Carrie Cracknell, cuyo debut cinematográfico estamos apreciando.
Ella es directora teatral y en pantalla se nota. Su fuerte no es la condensación visual y las interacciones de los personajes se tornan un tanto insulsas. Fuera del poder de Anne para hablarle a la cámara y un conejo que carga a modo de mascota, en poco tiempo este filme no será muy recordado por los seguidores de la autora británica.
Ni menos por noveles espectadores que si por casualidad leen un texto llamado Persuasión de una tal Jane Austen, encontrarán que debe tratarse de un alcance de nombres para una historia cuyos personajes ellos recordaban totalmente distintos.
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Cristián Uribe Moreno (Santiago, 1971) estudió en el Instituto Nacional General José Miguel Carrera, y es licenciado en literatura hispánica y magíster en estudios latinoamericanos de la Universidad de Chile.
También es profesor en educación media de lenguaje y comunicación, titulado en la Universidad Andrés Bello.
Aficionado a la literatura y al cine, y poeta ocasional, publicó en 2017 el libro Versos y yerros.
Tráiler:
Imagen destacada: Persuasión (2022).