Con su tercera novela, la autora española Lucía Martínez Alcalde concibe un logrado texto de aprendizaje afectivo y existencial, cuya protagonista es una joven de 17 años que debe bregar con sus estudios, con los altibajos emocionales propios de su edad y finalmente con su vida.
Por Juan Ignacio Izquierdo Hübner
Publicado el 29.6.2022
Asistí hace poco a una cata de vinos. Probamos cinco cepas diferentes con la guía de un enólogo argentino joven y elegante. Salí con una ligerísima pérdida de equilibrio y muy contento, no tanto por falta de sobriedad, sino porque me di cuenta de que había aprendido algo importante para la vida.
Desde el momento en que advertí mejor la presencia de matices en el sabor del vino y el valor de su fuerza expresiva, me sentí un consumidor más digno de esta nobilísima bebida. El tema me interpela porque nací en el país con las mejores tierras para el desarrollo de las viñas (al menos después de Argentina, según me aclaró el enólogo cuando le pedí su opinión). Pero no es de vinos de lo que quería hablar, sino de amor.
El amor encuentra buena tierra en todos los espíritus personales: Dios, los ángeles, los seres humanos. Si hay algo que nos caracteriza es que somos capaces de amar y podemos llegar a ser muy felices cuando vivimos en relaciones sólidas de acogida y de amistad.
En el arte de saborear el amor y de aprender a reconocer sus matices, necesitamos a un enólogo del amor. O una enóloga. Algo así consigue hacer Lucía Martínez Alcalde (Burgos, 1989) con su última novela, Por donde entra la luz (Editorial Homo Legens, 2022).
Una poética sensibilidad
Elena es una joven de 17 años que llega al verano con muchas asignaturas reprobadas y un examen de selectividad que preparar. La causa del fracaso tiene que ver con distintos desequilibrios afectivos que le ha tocado sufrir.
Sus padres la mandan a casa de la abuela durante dos meses para que pueda concentrarse mejor junto al mar. Ahí empieza la novela, y con ella, la lucha por el estudio junto con diversas sorpresas y dudas de amor en el contexto de una encantadora playa del levante español.
La pregunta que late de fondo en el corazón de Elena bien podría ser: ¿existe el amor verdadero? La chica es rebelde y de sentimientos agitados, su personalidad es interesante y atractiva. Nacho se da cuenta de que sus ojos guardan una luz especial y moverá sus fichas.
Por un lado y otro habrá dificultades. Poco a poco, Elena va madurando gracias a la relación que mantiene con su abuela, su hermano, sus nuevos amigos, sus pretendientes, etcétera, y nos va descubriendo una sensible y poética percepción de los movimientos del alma. Será la belleza del amor, en sus diversas facetas, la que le ayudará a renacer.
La estructura de los capítulos me pareció acertada para desarrollar el tema del amor juvenil. Son capítulos cortos, siempre incoados por un poema o el fragmento de la letra de una canción que te sitúa. El resultado es una lectura ágil, rápida y fresca, en la que es muy difícil parar.
Pasando de un capítulo a otro, me sentía un poco como en la cata de vinos, solo que esta vez era Lucía la enóloga y nos iba explicando: «esto que acaba de suceder no alcanza a llamarse amistad», «ojo con esta reacción, el mito de la media naranja se acaba de derrumbar», y así, poco a poco, íbamos aprendiendo a distinguir el amor barato del que tiene mayor calidad.
El lenguaje también está logrado: es joven, actual, muy amigo de la poesía, alegre, psicológico, romántico, bello. La autora elige palabras que sirven de transporte para sumergirnos en la cabeza de esta joven en proceso de superar la adolescencia.
La presencia de tantos matices de sabor en esta copa literaria es posible gracias a la maravillosa mente de la autora y a sus fuentes de inspiración, que son las mejores. Lucía Martínez Alcalde es esposa y madre de tres niños, periodista y filósofa especializada en temas relacionados con el noviazgo, el matrimonio y otros fuegos del corazón.
Este es su tercer libro relacionado con estos temas, es redactora en la revista Nuestro Tiempo y administra un entretenido rincón de internet donde está disponible para conversar.
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Juan Ignacio Izquierdo Hübner es abogado de la Pontificia Universidad Católica de Chile, licenciado en teología de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz (Roma) y alumno del máster en teología de la Universidad de Navarra (España).
«Por donde entra la luz», de Lucía Martínez Alcalde (Homo Legens, 2022)
Juan Ignacio Izquierdo Hübner
Imagen destacada: Lucía Martínez Alcalde.