El libro de Alan Moore —subtitulado en su primer volumen «El miedo que acecha»— está inspirado en la obra y en la propia vida del escritor estadounidense H. P. Lovecraft, y su estructura recrea a algunos de los títulos más emblemáticos del revalorado corpus del creador de los «Los mitos de Cthulhu».
Por Eduardo Suárez Fernández-Miranda
Publicado el 28.9.2021
Alan Moore es mundialmente conocido por una obra que supuso un antes y un después en el mundo del cómic: Watchmen. Se trata de una novela gráfica donde Moore fue capaz de mostrar una perspectiva, inédita hasta ese momento, del superhéroe.
Buscando la independencia y la no injerencia de los grandes grupos editoriales, decidió crear su propio sello editorial: American’s Best Comics.
Esa libertad a la hora de crear su obra, queda reflejado en sus palabras sobre su labor como historietista: “no es el trabajo de un artista darle al público lo que quiere. Si el público supiera lo que quiere, ya no sería público, sino que sería el artista. El trabajo de un artista es darle al público lo que necesita”.
Y ese trabajo ha trascendido del propio universo del cómic. En 2005 la revista Time publicó una encuesta con las mejores novelas escritas en lengua inglesa desde mediados de los años veinte hasta la fecha. Sorprendentemente, en esa lista estaba Watchmen, publicado entre los años 1986 y 1987.
Panini Comics ha editado una de las obras más inquietantes del autor británico: Providence. La obra fue publicada originalmente en doce números por la norteamericana Avatar Press, entre los años 2015 y 2017.
En esta ocasión Panini ha dividido la historia en tres volúmenes: El miedo que acecha; El abismo del tiempo; El innombrable.
Un mundo arcano y misterioso
Ambientada la historia en los años veinte del siglo pasado, encontramos, en El miedo que acecha, al joven periodista Robert Black. Tratando de escribir un artículo para el New York Herald sobre un extraño libro titulado Sous le monde, contacta con el Dr. Álvarez, quien años atrás había escrito un ensayo sobre la novela.
Este enigmático personaje abrirá su mente a la existencia de un mundo arcano y misterioso que permanece oculto. Como escribe el propio Black en su diario: “Cuando Álvarez me ha hablado de una América enterrada o escondida conformada por las vidas secretas de todo el mundo, me he podido imaginar todo un mundo clandestino, donde la gente comercia con lo oculto o la ciencia (…)”.
A partir de ese momento, Robert Black iniciará un recorrido por la América profunda y desconocida, que le llevará de Flatbush a Salem, al encuentro de oscuros personajes que el harán dudar de su propia realidad:
“Me vi descendiendo por unas escaleras antiguas hasta llegar a una caverna imposiblemente enorme que se hallaba allá abajo. La casa de Suydam era lo bastante inmensa como para contener un vasto océano negro, del que emergían unos grandes pilares hechos de azabache. (…) Aquello parecía una escena sacada de una novela de Poe; no, era aún más extraño”.
El libro está inspirado en la obra y la propia vida del escritor norteamericano H. P. Lovecraft. La estructura de Providence recrea alguna de las obras más emblemáticas del genio de Providence. Los cuatro capítulos del cómic son claras referencias a las mitologías de Lovecraft: Aire frío; El horror de Red Hook; La sombra sobre Innsmouth, y El horror de Dunwich.
Como señala Antonio Solinas en su opúsculo Camino a Providence, Alan Moore es “un maestro del estilo, capaz de manejar sin problemas todas las idiosincrasias de Lovecraft en su mejor forma. Su idea es reformular el trabajo de H.P.L, encontrando un nuevo contexto que trascienda la idea de pastiche. De hecho, su objetivo es más bien unificar todos los aspectos de la poesía lovecraftiana”.
Providence puede ser considerada antecedente o, quizás, continuación de su novela gráfica: Neonomicon. Ambas obras reinterpretan esos mundos fantásticos y terroríficos salidos de la genial imaginación de H. P. Lovecraft, y por méritos propios pueden integrarse dentro de lo que se ha llamado Los mitos de Cthulhu.
Hay en Providence elementos claramente narrativos, fragmentos de los diarios de Black, panfletos, o un boletín parroquial reproducidos en el cómic. Alan Moore experimenta —al igual que hiciera en otros de sus cómics— con las diferentes combinaciones de los elementos gráficos y literarios.
El dibujante norteamericano Jacen Burrows, ha sido el encargado de reflejar, con el diseño de sus personajes y la minuciosidad de los escenarios, el guión de Alan Moore. Ambos ya habían colaborado en obras como The Courtyard, Neonomicon, y Relatos de Yuggoth.
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Eduardo Suárez Fernández-Miranda es licenciado en Derecho de la Universidad de Sevilla (España).
Imagen destacada: H. P. Lovecraft.