La literatura de la clásica autora británica Jane Austen es de una gran sencillez argumental, pero su inteligente y femenina mirada convierte los hechos más cotidianos en argumentos dramáticos de gran calidad tanto artística como creativa.
Por Eduardo Suárez Fernández-Miranda
Publicado el 23.12.2022
«Los Dashwood llevaban mucho tiempo establecidos en Sussex. Dueños de extensas propiedades, vivían en Norland Park, su residencia familiar; allí, durante muchas generaciones, la respetabilidad de sus costumbres les había granjeado el general aprecio de los habitantes de la zona».
Este es el comienzo de Sense and Sensibility, traducida ahora por Alianza Editorial como Sensatez y sentimiento, novela de la extraordinaria escritora inglesa Jane Austen (1775-1818). El título original iba a ser Elinor and Marianne, sin duda, dos de las heroínas más destacadas en la novelística austeniana, y estaba escrita en forma epistolar, sin embargo, fue publicada en 1811 tal como la conocemos hoy en día y firmada, no por Jane Austen, sino «by a lady».
Así, el relativo éxito de la novela animó al editor a publicar un texto anterior de Jane Austen, que llevaba por título en su redacción: First Impressions. En 1813 apareció como Orgullo y prejuicio, posiblemente la novela más apreciada de la escritora.
La literatura de Jane Austen es de una gran sencillez argumental, sin embargo, su inteligente mirada convierte los hechos más cotidianos en argumentos literarios de gran calidad.
Tan sólo le basta con unas cuantas familias de la aristocracia rural para tejer una trama: «donde el lector se siente dominado por el pulso rítmico, lento y seguro del escritor que borda la trama del relato y nos hace ser partícipes de ese proceso, del gusto de bordar», como recuerda la escritora Carmen Marín Gaite, gran admiradora de Austen.
Los más incontenibles entusiasmos
Sensatez y sentimiento nos habla de una doble pérdida. Por un lado, la muerte del señor Dashwood, que deja viuda y tres hijas, Elinor, Marianne y la pequeña Margaret. Por el otro, es el fin de la vida tal como la conocían.
A causa de las leyes hereditarias que regían en la Inglaterra del siglo XIX, se ven obligadas a abandonar sus posesiones en Norland a favor del hijo mayor del señor Dashwood, fruto de un matrimonio anterior.
Su vida en Barton Cottage, una pequeña finca a la que se irán acostumbrando poco a poco, arrastrará a una de sus protagonistas hacia un romanticismo exaltado, que la hará experimentar los más incontenibles entusiasmos, y la más profunda desesperación. Como contrapunto, el personaje de Elinor, que sigue: «los dictámenes de la razón y mantiene un admirable dominio de sí misma al enfrentarse con sus sufrimientos amorosos».
La obra novelística de Jane Austen ha gozado de gran éxito literario y cinematográfico. Todas sus novelas han sido llevadas al cine, o se han convertido en series de televisión que, en algunos casos —pensemos en la serie protagonizada por Jennifer Ehle y Colin Firth, Orgullo y prejuicio—, superan en calidad a las grandes producciones cinematográficas.
Sence and Sensibility fue llevada al cine por el director taiwanés Ang Lee en 1995, y contó con la magnífica labor de adaptación de Emma Thompson, quien protagonizaría la película junto con Alan Rickman, Kate Winslet y Hugh Grant, en los principales papeles. En España se estrenó con el título de Sentido y sensibilidad.
La magnífica traducción corre a cargo de José Luis López Muñoz, quien también ha traducido para Alianza Editorial, Orgullo y prejuicio.
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Eduardo Suárez Fernández-Miranda es licenciado en Derecho de la Universidad de Sevilla (España).
Imagen destacada: Sense and Sensibility (1995).