La capacidad de Nicolás Poblete Pardo ( en la imagen destacada) para mover las estructuras cotidianas de lo normal y revelarnos la enfermedad, es poco común en la literatura nacional, y este es un trabajo narrativo que habla de lo monstruoso sin decirlo, y el cual nos hace cómplice de una comunidad, en este caso la chilena, en franca y absoluta decadencia.
Por Martín Parra Olave
Publicado el 3.6.2022
El escritor Nicolás Poblete Pardo (Santiago, 1971) es uno de los narradores más consistentes y activos de la literatura chilena de las últimas décadas. A su haber se cuentan una serie de novelas, libros de cuentos y poesía.
Su obra ha sido reconocida de manera positiva por la critica especializada, quienes destacan las estructuras y el oficio narrativo que posee, creando una serie de personajes de una tremenda profundidad psicológica, donde los ambientes en los cuales se desenvuelven generalmente están cargados de una oscuridad y rareza que siempre oculta, de manera sutil, problemas y situaciones mucho más profundas.
Su último trabajo es Subterfugio (Cuarto Propio, 2022), una novela con un cargado perfil psicológico, donde los personajes que surcan estás páginas han sido víctimas de alguna de las formas de violencia que ejerce la sociedad, a través de sus instituciones más tradicionales, como puede ser la familia o amistades cercanas a las victimas.
Esta es una de las situaciones que más se repite en este tipo de casos: la cercanía de quienes ejercen los abusos y la violencia.
Lo monstruoso sin decirlo
La historia de Sebastián y María Ignacia es el punto de partida, no sólo para dar cuenta de situaciones de violencia individual, sino que además sirve como contrapunto para revelar las opresiones materiales y abusos que ha sufrido una sociedad por años, los cuales terminan por estallar.
Ambos planos están muy bien conjugados en este trabajo pues poco a poco se van reconstruyendo las experiencias traumáticas que fueron marcando a sus protagonistas, quienes en este ejercicio terapéutico intentan resolver los dolores que los han aquejado hasta el día de hoy.
A pesar que el grupo que se encuentra en estas jornadas lo que busca es ampliar sus conocimientos profesionales, finalmente terminan hurgando en sus propias vidas, ya que para conocer estos procedimientos terapéuticos deben realizarlos también:
«El circulo ya estaba formado y cada uno de nosotros debió presentarse y explicar qué nos había conducido hasta allí… Dos chicas españolas, que acababan de terminar su diplomado de coaching, se hallaban allí para seguir su instrucción con esta experiencia, recomendada por una participante previa, que ya tenía su propio centro Gestalt en Granada», describe el texto.
A través del trabajo de Nicolás Poblete Pardo traspasamos los limites del orden social y del secreto individual, y nos sumergimos en las aguas pantanosas de las situaciones reprobadas culturalmente.
Sin embargo, los cuestionamientos alcanzan también al poder político y económico, que sin mencionarlo claramente, es el responsable del doloroso momento que ha debido soportar una sociedad completa.
Trauma individual e injusticia social, abuso y misoginia, son algunos de los elementos que cruzan toda la narración, con personajes que dan cuenta de la miseria moral y económica en la cual vivimos.
La capacidad de Poblete para mover las estructuras cotidianas de lo normal y revelarnos la enfermedad, es poco común en la literatura chilena, siendo este un trabajo que habla de lo monstruoso sin decirlo, pero que sin duda realiza una apertura narrativa que descoloca y el cual nos hace cómplice de una sociedad en decadencia.
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Martín Parra Olave es licenciado en gobierno y gestión pública de la Universidad de Chile y magíster en letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y actualmente cursa el doctorado en literatura impartido por esta última Casa de Estudios superiores.
Imagen destacada: Nicolás Poblete Pardo.