[Crítica] «Una vida tantas veces vivida»: El fermento de la traición

En una artística incursión de la imaginación, el escritor chileno Walter Garib, como en sus otras novelas, difumina los límites de “lo real” a través de pinceladas y relatos llenos de incógnitas, de detalles paródicos y espacios desconocidos que nos sorprenden y perturban en un presente en el cual predomina la perplejidad de lo incierto.

Por Lucía Guerra

Publicado el 29.8.2021

La novela histórica tradicional generalmente se nutre de los documentos e interpretaciones proporcionadas por la Historia oficial que se proclama como la voz objetiva de “lo verdadero” y “lo comprobable”.

Sin embargo, por ser parte de un orden hegemónico, corresponde a una perspectiva parcial que voluntariosamente hace una selección de los hechos históricos omitiendo e invisibilizando numerosas historias pertenecientes a los grupos subalternos.

Es más, como demuestra Hayden White, la construcción de la Historia oficial está siempre teñida por la ficción y una ideología que apoya las estructuras de poder.

Muy consciente de la fragilidad de “lo verdadero”, Walter Garib en Una vida tantas veces vivida, recrea la figura de Salvador Allende y la época de la dictadura militar no como un testimonio supuestamente verdadero sino como un pre-texto de la imaginación que revolotea alrededor de lo histórico creando un espacio ficticio de realidades alternativas.

En una imitación de la novela histórica con sus típicas fechas y sucesos registrados, Garib simultáneamente la descalifica introduciendo lo que pudo haber sido y tal vez, nunca fue. Espacio literario que se inserta en el género ucrónico de “lo posible”.

Como el talentoso escritor que siempre ha sido, Walter Garib en esta “ucrovela” se transforma en un tahúr que baraja la historia de otra manera sin perder de vista aquel fermento de la traición y la ambición de lucro y de poder que engendró la muerte de Allende y sus ideales por una sociedad más justa.

Por lo tanto, la lectura de Una vida tantas veces vivida nos sumerge en personajes e historias que nos sorprenden, que nos entretienen en su germen humorístico y misterioso.

La figura de Pinochet, en su calidad de tirano ignorante, adquiere otros relieves y su muerte se desplaza por otros rumbos alternativos. Es apresado en Londres y debe permanecer en la cárcel de Reading, la misma en la cual estuvo el admirable escritor Oscar Wilde tachado por quien desconoce y desprecia la cultura como “un marica sinvergüenza”.

Allí muere y a Chile regresa embalsamado. Posibilidad que, en los juegos de la imaginación, se yuxtapone a otra versión en la cual no sale vivo del atentado del Frente Manuel Rodríguez aunque también es muy posible que el muerto haya sido su doble Pepe Chorlito y sus maromas de bufón.

En esta realidad ucrónica que incluso narra el divertido y extravagante viaje del Ministro de Defensa del dictador para comprar un barco invisible subyace, sin embargo, un deseo utópico que restaura los principios morales de la humanidad y de la justicia.

El jefe de la DINA muere fusilado, tal como se lo merecía, el “rastrero” general de carabineros así llamado por Allende en su último discurso antes de morir, huye a Arabia Saudita, se hace musulmán en su típico servilismo y a causa de una estampida humana, muere pisoteado en La Meca en el mes de Ramadán.

Desde una perspectiva ética velada por el humor y la ironía, Walter Garib inserta en la dictadura fascista, la resistencia de los aptos y los justos. Dirigida por Carlos Prats quien fue rescatado de las llamas en Buenos Aires y ahora dirige un frente de guerrilleros en la zona de la Araucanía.

Lo que pudo ser y tal vez, nunca fue se convierte, así, en historias alternativas que no sólo nos entretienen sino que también nos hacen reflexionar acerca de la injusta impunidad y el valor de todo acto de resistencia frente a un poder dictatorial.

En una artística incursión de la imaginación, Walter Garib, como en sus otras novelas, difumina los límites de “lo real” a través de otras pinceladas y relatos llenos de incógnitas, de detalles paródicos y espacios desconocidos que nos sorprenden y perturban en un presente en el cual, como dice el narrador de esta novela, predomina la perplejidad de lo incierto.

 

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Lucía Guerra (Santiago, 1943) es una escritora y crítica chilena, que ha obtenido, entre otros reconocimientos, el Premio Casa de las Américas en la categoría de ensayos, el Premio Gabriela Mistral de novela, el Premio Letras de Oro en los Estados Unidos, y el Premio Municipal en Chile.

También es profesora de la Escuela de Humanidades de la Universidad de California (EE.UU.), y una de las mayores estudiosas de la obra de María Luisa Bombal a nivel mundial.

 

«Una vida tantas veces vivida», de Walter Garib Chomalí (Trayecto Comunicaciones, 2021)

 

 

Lucía Guerra

 

 

Imagen destacada: Salvador Allende.