[Crítica] «¡Vivir!», de Yu Hua: La tragedia de China en el siglo XX

El argumento de esta novela (Seix Barral del Grupo Planeta, 2010) se encuentra poblado de muerte, de pobreza, en una sociedad acostumbrada a sufrir, con unos personajes que creen en su propio destino, y en una estructura patriarcal donde el hombre todavía manda, y la mujer y los hijos obedecen, dentro de una comunidad en la cual aún se arreglan los matrimonios.

Por Sergio Inestrosa

Publicado el 18.2.2021

Hace poco terminé de leer Brothers de Yu Hua y recién acabo de concluir la novela ¡Vivir! (Seix Barral, 2010).

Ya en la reseña anterior comenté algunos datos personales de Yu Hua, quien nació en 1960 en Hangzhou (Zhejiang).

Y según le informé en esa oportunidad, los libros de este narrador han sido traducidos a más de una veintena de lenguas y es uno de los autores más destacados en el panorama actual de la literatura china, hasta el punto de ser considerado un permanente postulante al Premio Nobel de la disciplina.

En 2002 se convirtió en el primer escritor chino en ganar el prestigioso James Joyce Foundation Award. Entre sus novelas están, además de ¡Vivir!, Gritos en la llovizna (2007) y Brothers (Seix Barral, 2009).

Comparada con esa última ficción, ¡Vivir! es una novela corta de tan solo 240 páginas (en la edición ya citada) y en ella vuelven ha aparecer rasgos dramáticos que pueblan los párrafos de Brothers, tales como la tiranía de las Brigadas Rojas después de la Revolución Cultural, la confiscación de bienes y el trabajo comunitario luego de la reforma agraria, además de la indiferencia de la gente ante el sufrimiento ajeno.

Aunque en ¡Vivir!, Yu Hua no hace gala de los detalles en las descripciones de personajes y lugares, aun así, me parece que ser un buen retratista de psicologías humanas y de ambientes, es una de sus características principales, además del estilo pausado, casi lento de sus narraciones.

¡Vivir! es una novela en la que un ciudadano chino de edad avanzada nos cuenta su vida desde joven hasta sus días de anciano. En efecto, se trata de la existencia de un hombre de campo, un individuo que dilapidó lo que le quedaba a su familia de fortuna, como antes también lo hizo su padre, y en ello se aprecia la fuerza del destino.

La novela es triste, pero nos damos cuenta que no puede ser de otra forma, pues si no carecería de interés, es justamente la vida trágica de su protagonista el tópico que sostiene la narración.

La trama está llena de muerte y de pobreza, en una sociedad que se encuentra acostumbrada a sufrir, con unos individuos (personajes) que creen en su propio destino, dentro de una estructura social y patriarcal, donde el hombre manda, la mujer y los hijos obedecen, y en la cual todavía se arreglan los matrimonios.

Una sociedad donde todavía el valor de honrar a los mayores está vidente y donde las recursos y servicios son precarios, incluyendo las prestaciones médicas. Por ejemplo, el hijo más pequeño del viejo Fugui muere en el hospital, pues le sacan toda la sangre para hacerle una transfusión a la esposa del líder regional (quien fuera un compañero en el ejército del anciano protagonista).

Y años después, su hija fallece al desangrarse luego de dar a luz.

Contrario a Brothers que es una novela muy larga, ¡Vivir! es una obra normal en su extensión. Y como en el crédito anterior, la muerte también ronda las páginas de este título que analizamos, y con el tiempo, los dos hijos, la mujer, el yerno y el nieto del viejo que cuenta su historia de vida, dejan de respirar: son, sin duda, demasiados decesos para un solo hombre.

Y sin embargo el título de la novela es ¡Vivir!, pues la mujer de Fugui antes de morir le dice que el debe de seguir viviendo, y así lo hace, pues la narración ocurre unos cuantos años después de que muere su nieto y el hombre se queda solo con el viejo buey que compró para que lo ayudara a cultivar la tierra.

Si al lector no le incomodan las historias tristes, está novela lo va a complacer, pues es trágica de principio a fin, al inicio porque vemos al protagonista echando a perder no solo la fortuna de su familia sino también su propia vida y después porque sumido en la pobreza, termina siendo llevado, un poco por mala suerte también, a la guerra y a luchar en un ejército que va a ser a todas luces derrotado y no podrá ni ver a su madre fallecer.

Y después usted verá que el hombre es un padre abusivo que después de decidir que su hija (una jovencita sordo-muda) le ayude en el campo para que su primogénito pueda ir a la escuela, un día en que lo ve que no se esfuerza, lo golpea delante de todos, y por si fuera poco, su mujer padece una enfermedad incurable.

Para qué le cuento más, mejor lo dejo a ver si se anima a leer esta obra. Solo recuerde lo que dijo Borges: las novelas en verdad son cuentos unidos unos a otros, y este título le da la razón al autor argentino, pues se observa muy claro como su narrador interviene en la historia que nos cuenta Fugui, sin darnos jamás un respiro.

 

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Sergio Inestrosa (San Salvador, 1957) es escritor y profesor de español y de asuntos latinoamericanos en el Endicott College, Beverly, de Massachusetts, Estados Unidos, además de redactor permanente y miembro del comité editorial del Diario Cine y Literatura.

 

«¡Vivir!», de Yu Hua (Seix Barral, 2010)

 

 

Sergio Inestrosa

 

 

Imagen destacada: Yu Hua.