Las vivencias en nuestro país del poeta haitiano Jean Jacques Pierre-Paul se encuentran retratadas en estos versos, donde el autor ha sabido tomar ese impacto y el cambio provocado en sí mismo, a fin de dar fuerza a los singulares hablantes con los cuales expresa sus profundas emociones.
Por Cristián Brito Villalobos
Publicado el 9.5.2023
«El vacío y yo/hemos habitado la misma soledad/ durante demasiado tiempo», dice uno de los versos de Voces de mi voz (Editorial Anagénesis, 2022), del poeta haitiano Jean Jacques Pierre-Paul (1979). El escritor lleva más de diez años en nuestro país dejando atrás su tierra para sumergirse en un mundo completamente diferente.
Médico cirujano de profesión, Pierre-Paul ha publicado en Haití Miroir en pierres lisibles (2007) y en nuestro país Islas del futuro (2010), Delirium (2013), Flores existenciales (2015), Voces de mi voz (2015), Siete abismos sueltos y un hombre caminando (2017), Te escribo para dejar morir (2017) y su traducción al creole de Arte de pájaros, de Pablo Neruda.
La poesía de Pierre-Paul gira en torno a sus vivencias en Chile: «En el país del otro/lucho por ser un simple relato/ en la memoria del olvido», se lee en uno de sus versos donde se evidencia el desarraigo y el extrañamiento del hogar.
Su peregrinaje en Chile no ha estado exento de dificultades que comienzan con el idioma, luego la cultura e idiosincrasia, pero el poeta ha sabido tomar ese impacto y cambio para dar vida a estas voces en que expresa sus emociones:
«He entendido que los libros y los sueños/ son indispensables para un viaje seguro, sugiere el poeta. Tenía que intentarlo/ era una cuestión de supervivencia», expresa.
Nuestras maletas vitales
A continuación, en un verso que refleja el miedo e incertidumbre del forastero. Las memorias que trae en su equipaje regresan a este nuevo presente: «Mi infancia es un río solitario/ rodeado de desiertos que hablan/ y aves luminosas».
De esta forma, al poeta no sólo le preocupa su propio devenir, sino que además el presente del mundo: «Mientras algunos construyen bombas/ otros les ponemos nombre para devastarlas». El ejercicio de la escritura sirve como una catarsis, como una destitución de los males, pero también puede ser un arma peligrosa que se debe saber utilizar: «Escribir sin saltar por la ventana es un milagro», dice el poeta.
La geografía poética chilena es amplia, y Jean Jacques Pierre-Paul la reescribe y se transforma en un elemento de la naturaleza: «Soy el nuevo desierto de Chile», recita un verso, y claro, venir de afuera nos hace un desierto desconocido, pero: «huir es el peor de los relatos», afirma Jean.
Así, los dolores se arrastran en nuestras maletas vitales, como en Los heraldos negros de Vallejo, acá Pierre-Paul nos susurra: «Quien habla no soy yo/ es la voz de una herida/ que obligaron a cerrar».
Dejar el hogar deja heridas: «Cuando murió mi país/ me fui a llorar en un rincón». La poesía de Jean Pierre-Paul está llena de emociones de un hombre que ha sufrido, pero el cual tiene una nueva oportunidad en un lugar tan hostil como lo es Chile.
Un excelente libro.
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Cristián Brito Villalobos (Antofagasta, Chile, 1977), además de poeta y escritor es periodista titulado en la Universidad Católica del Norte y magíster en literatura de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Imagen destacada: Jean Jacques Pierre-Paul.