Gonzalo Contreras Loyola, fino e introvertido poeta, uno de nuestros más destacados editores, no era de «carácter fácil», como se dice. Hombre directo y claro, expresaba sus opiniones sin tapujos ni filtros de ninguna especie, asunto que en nuestra modesta república de las letras disuena con la habitual hipocresía y culebreo de muchos escribas locales.
Por Edmundo Moure Rojas
Publicado el 21.12.2022
Fue el jueves 30 de junio de 1988, pasadas las siete de la tarde, en el café-bar La Pauta, al norte del puente del Arzobispo, camino a la rúa Bellavista.
Gonzalo Contreras Loyola, a quien conocía desde 1978 —él, con veinte años, yo, con 37—, organizaba y dirigía las Jornadas Poéticas por la Democracia, cada jueves, en donde nos reuníamos a leer poesía, como preludio de las actividades de Chile Crea, que se desarrollaron en julio del 88, previas al plebiscito de octubre de 1988, cuando triunfamos —aunque fuese electoralmente— sobre la aciaga dictadura de Pinochet.
Esa tarde que preciso, en mi prurito de la memoria cronológica, luego de leer algunos poemas de mi libro Rebeca, Gonzalo me invitó a una mesa compartida con dos o tres amigos, cuyos nombres y rostros no recuerdo, porque había allí una mujer rubia, que él me presentó, de escasos 30 años, hermosa, cálida, de chispeante inteligencia y filoso humor peripatético.
Aquella ilusión de una posibilidad era Marisol Moreno del Canto, con quien nos unimos, desde ese día, en el amor, los hijos, el sueño y la palabra: 34 años ha, y seguimos compartiendo en la mesa cotidiana.
Entonces, la presencia del poeta y editor es como un extenso palimpsesto de la memoria, cuyo recuerdo perdurará hasta el fin de mi propio camino. Estuvimos unidos en las tareas literarias, a veces con algunos lapsos y breves distanciamientos.
Gonzalo Contreras Loyola, fino e introvertido poeta, uno de nuestros más destacados editores, no era de «carácter fácil», como se dice. Hombre directo y claro, expresaba sus opiniones sin tapujos ni filtros de ninguna especie, asunto que en nuestra modesta república de las letras disuena con la habitual hipocresía y culebreo de muchos de nuestros pares.
Por, ello, Gonzalo tuvo grandes amigos, como Alfredo Lavergne, Cristián Montes, Gregorio Angelcos, y este humilde cronista. Asimismo, se granjeó enemigos y adversarios de su mismo peso, ya fuese literario o pugilístico, a los que enfrentó sin titubear.
«La cultura con Allende»
En abril de 2014, Gonzalo editó y publicó uno de sus mejores libros de investigación literaria: La cultura con Allende, que recoge crónicas, glosas, artículos de crítica, publicados en los principales medios de comunicación chilenos durante los mil días del gobierno de Salvador Allende.
Dos gruesos tomos testimoniales que muestran la intensa actividad cultural —nunca emulada— de aquel breve período, el sueño nuestros socialista, reemplazado abruptamente por la atroz pesadilla dictatorial.
En una conversación que sostuvimos, Gonzalo y yo, en el Refugio López Velarde, de la Casa del Escritor, me planteó que, para su gira europea donde presentaría el libro en diversos países, carecía de contactos previstos en España.
De inmediato, le ofrecí los míos, en mi «patria chica», la villa de Sada, A Coruña, Galicia. En la tercera semana de junio de 2014, Gonzalo fue acogido por mis amigas y amigos de la Asociación Cultural Irmáns Suárez Picallo. Allí le recibieron Paco Pita, Abel López, Marisa Naveiro y Regina Basadre, entre otros entrañables paisanos, como me place decir.
Otros vínculos que me ligan a su memoria. Regina Basadre, doctora en medicina, acompañó a Gonzalo en sus últimos días, en sus horas postreras, asistiéndole desde el amor y la profunda amistad, para conjurar sus padecimientos y aligerar su tránsito hacia la otra orilla, su pasamento, como decimos los gallegos, en palabra poética insustituible.
Recojo aquí el testimonio gráfico de una de las presentaciones del libro, esta en Santiago de Compostela, patrocinada por el Consello da Cultura Galega, entidad dependiente de la Xunta de Galicia (gobierno autónomo):
Presentación do libro La cultura con Allende.
Venres, 27 de xuño de 2014 ás 12:30, Santiago de Compostela.
O Consello da Cultura Galega acolle o venres 27 de xuño ás 12:30 horas, a presentación de La Cultura con Allende, un traballo de Gonzalo Contreras Loyola (Santiago de Chile, 1958) que recolle experiencias no ámbito da creación artística desenvolvidas en Chile polo presidente Salvador Allende durante os mil días de Goberno da Unidade Popular.
A presentación desta publicación en Santiago de Compostela enmárcase nunha xira que Gonzalo Contreras comezou en Londres, que o levará por varios países europeos. En Galicia, presentarase tamén en Sada, convidado pola Asociación Cultural Irmáns Suárez Picallo, en Vigo e en Ourense.
Gonzalo Contreras Loyola (Santiago de Chile, 1958) é un poeta chileno, escritor, investigador literario e editor cultural a través da Editorial Étnica, que el mesmo fundou.
O seu traballo está especializado na investigación, recuperación e difusión de autores e obras senlleiras e escasamente difundidas en Chile. Na súa traxectoria, Gonzalo Contreras obtivo diferentes galardóns e recoñecementos de entidades e institucións, entre os que destaca o Premio Carlos George Nascimento (2010), entregado pola Cámara Chilena del Libro á mellor edición do Bicentenario, pola súa obra Claudio Giaconi, un escritor invisible.
Los restos de mis días
Tendremos que recuperar, paso a paso, la obra poética y editorial de Gonzalo Contreras, cuyo trabajo de rescate de autores chilenos, a través de textos inéditos y de otros de escasa y malograda difusión, ha sido trascendental. Sus sellos editoriales debiesen continuar con la tarea interrumpida. Es nuestro propósito.
Cuando cayó sobre él la fatídica enfermedad, Gonzalo trabajaba en los cuentos de Carlos Droguett, con la anuencia y colaboración de uno de los hijos del gran narrador chileno.
También estaba por concluir la edición de otra obra monumental: Autorretratos de escritores chilenos, libro que fue acreedor de un aporte financiero del Fondo del Libro y la Cultura, 2022, posteriormente denegado, de manera arbitraria, por el Consejo del Libro y la Lectura, del Ministerio de las Artes, a través de oscuros manejos burocráticos y políticos.
En sus últimos días en este mundo, Gonzalo escribió dos extraordinarios poemas, que entregó a su amigo, el poeta Álvaro Ruiz. Con su beneplácito, entregamos aquí el segundo de ellos, para cerrar esta crónica de homenaje:
El resto de mis días avanzan como legiones romanas, implacables sacrifican recuerdos, buenos deseos, imágenes destellantes de lo que fui, queman estepas llenas de imaginarios futuros, ríen frente a la vida derramada, no se detienen ante nada, saben que el tiempo es la cicuta que corre por nuestras venas.
La vera ilusión que nos aniquila.
El acuerdo es tácito François, a estas alturas solo se aceptan lágrimas de cocodrilo, los dioses son solo propicios cuando eres azar en estado puro, y aquí (en esta pira incandescente) no hay moneda de cambio posible.
Aquí vamos todos de la mano de la vieja señora.
El resto de mis días son una cámara en movimiento que filma a un Funes procesado por su memoria mortuoria.
Yo, François pecador por naturaleza dejo un resto de juventud para quien quiera vivirla dejando una copa servida al sediento de vosotros.
Del resto de mis días aun asoma un naufragio espléndido, la belleza del caos, la arena, el símbolo y la flecha apuntando al misterio, a una plegaria por el corazón de Camila Octavia para que siempre vuelva a la vida y al conjuro que nos hace renacer.
¡Dios salve a la vieja señora!
Del resto de mis días solo queda una fiera mirada, una que escudriña más allá del horizonte.
***
Edmundo Moure Rojas, escritor, poeta y cronista, asumió como presidente titular de la Sociedad de Escritores de Chile (Sech) en 1989, luego del mandato democrático de Poli Délano, y además fue el gestor y fundador del Centro de Estudios Gallegos en el Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago de Chile, casa de estudios superiores en la cual ejerció durante once años la cátedra de Lingua e Cultura Galegas.
Ha publicado veinticuatro libros, dieciocho en Sudamérica y seis de ellos en Europa. En 1997 obtuvo en España un primer premio por su ensayo Chiloé y Galicia, confines mágicos. Su último título puesto en circulación es el volumen de crónicas Memorias transeúntes.
En la actualidad ejerce como director titular y responsable del Diario Cine y Literatura.
Edmundo Moure Rojas
Imagen destacada: Gonzalo Contreras Loyola (1958 – 2022).