La Zona Típica William Noon —emplazada en el centro neurálgico del barrio Manuel Montt—, suma por estos días un tercer inmueble dedicado al comercio sexual en su ya malherido entorno, bajo una situación que pese a ser tratada en cuatro sesiones del concejo municipal de una de las comunas más ricas del país durante los últimos meses, sigue lejos de encontrar una posible solución.
Por Enrique Morales Lastra
Publicado el 27.4.2025
Corría el duro año 2021, y en un histórico sector de la comuna de Providencia especialmente maltratado por la pandemia del Covid-19 y sus consecuencias materiales (quiebras de oficinas y empobrecimiento general), llegó un inversionista que comenzó a arrendar casas patrimoniales a precios por sobre el mercado, y en las cuales empezaron a gestarse una serie de hostales clandestinos (administrados por ciudadanos colombianos), pero también prostíbulos o inmuebles donde se ejercía el comercio sexual, las 24 horas del día.
Lo que se pensaba sería un problema pasajero —mientras discurría la crisis económica gestada por la emergencia sanitaria—, se ha extendido, sin embargo, por los siguientes cuatro años (2021 – 2025), y el problema de seguridad y de acuciante incivilidad, se encuentra lejos de ceder.
A fines de este mes de abril, son tres los inmuebles que ubicados al interior de los límites del conjunto habitacional William Noon, se dedican full time a la prostitución, y que de esa forma convierten en víctimas de sus externalidades negativas, tanto a los vecinos como usuarios del barrio.
Y pese a que las urgentes dificultades del condominio protegido por la Ley 17.288 sobre Monumentos Nacionales y por su Reglamento sobre Zonas Típicas o Pintorescas (promulgado en 2016), han sido inclusive expuestos con detalles en recientes y sucesivos concejos municipales de la administración local donde se encuentra emplazado (cuatro en total), las coyunturas urbanas que afectan a los edificios diseñados por los famosos arquitectos Ricardo Larraín Bravo y Víctor Jiménez Cruz en 1928, se mantienen incólumes y bajo el goce de un excelente estado de salud.
Interpelaciones sin respuestas
La concejala y abogada Solange Wolleter Dávila solicitó formalmente en la sesión del concejo municipal del martes 8 de abril, una respuesta formal por parte de la Dirección de Fiscalización de la Municipalidad de Providencia, en torno a los hechos anómalos que afectan al conjunto habitacional William Noon, y todavía nada.
En especial, se hace referencia a las profundas complejidades urbanas y de protección —que generan en una cuadra de las calles Manuel Montt, Alberto Magno y Eliodoro Yáñez—, la impunidad de las cuales disfrutan tanto el ejercicio del comercio sexual, como el acelerado desarrollo de los denominados hostales clandestinos.
Hoy —repetimos— son tres los inmuebles de la Zona Típica que son utilizados para el ejercicio de la prostitución.
En su momento (primer semestre de 2023) llegó a constatarse la sorprendente cantidad de cinco prostíbulos distintos que existían y realizaban sus polémicas actividades, en el interior de los límites urbanos del llamado conjunto habitacional William Noon de la comuna de Providencia.
Los dueños de cada una de esas propiedades reciben entre $5 y $7 millones por concepto de arriendo al final de cada mes.
Un circuito de hostales clandestinos
Por otro lado, con la carencia o bien la ausencia de la autorización comunal necesaria (a la fecha de hoy), ejercen como residenciales, hostales o simples lugares que prestan servicios de alojamiento, las siguientes direcciones emplazadas en la Zona Típica William Noon:
Alberto Magno 1346, Alberto Magno 1347, Alberto Magno 1360, Alberto Magno 1366, Alberto Magno 1370, Alberto Magno 1376, Alberto Magno 1383, Alberto Magno 1396, Alberto Magno 1421, Manuel Montt 488, Manuel Montt 492, Manuel Montt 520, Manuel Montt 522 y Manuel Montt 526 (estas dos últimas edificaciones se encuentra unidas en su interior).
También, se pudo detectar a una casa (Eliodoro Yáñez 1346) en la cual una serie de profesionales del área de la salud (psicólogos) atienden a sus pacientes sin presentar en los registros municipales las respectivas patentes para tales propósitos de consulta médica.
Asimismo, un ciudadano colombiano de nombre Albeiro (quien de acuerdo a la versión de algunos vecinos cercanos a su persona, se encontraría en calidad de indocumentado o bien de irregular en el territorio nacional), administra cuatro casas patrimoniales y las hace funcionar como hostales ilegales sin ningún tipo de impedimento en la calle Alberto Magno (numerales 1346, 1366, 1370 y 1376).
«Lo de la Zona Típica William Noon es realmente dramático y doloroso»
Desde la Fundación Pensar Providencia, integrada por el politólogo Gonzalo Quezada y la ingeniera civil María Alejandra Leiva, son especialmente críticos al respecto, con la actual administración comunal:
«El actual alcalde (Jaime Bellolio Avaria) ha insistido en otorgar cada vez más patentes de alcoholes, especialmente en los tres polos de delincuencia de la comuna, Bellavista, Manuel Montt y barrio Santa Isabel, señalando que sus patentes son la fuente de financiamiento que permite desarrollar diversos planes sociales», expresan desde el proyecto inspirado en la Ley 20.500 sobre asociaciones y participación ciudadana en la gestión pública.
«Con todo, esta falacia —prosiguen desde Pensar Providencia— como muchas de las que ostenta el alcalde, tiene una particular contradicción, pues promueve la delincuencia para financiar su absurda ‘vida buena’ y mientras tanto los providencianos pasan a ser la carne de cañón del libertinaje que los destruye, los obliga a vender sus propiedades a precio de banana y son obligados a emigrar a lugares lejanos de donde crearon sus raíces», reflexionan Leiva y Gonzalo Quezada, este último, un prestigioso académico formado en la Georgetown University in Washington DC, y quien fuera por años profesor del Instituto de Ciencia Política de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
—Como vecino, politólogo, exprofesor universitario y gestor de la activa Fundación Pensar Providencia, ¿a qué podría deberse, a tu juicio, el estado de abandono que padece el conjunto habitacional William Noon?
—Te diría además como providenciano de muchas más décadas de las que el alcalde presume ser político, que curiosamente no es ni un tercio del tiempo que le he dedicado a la ciencia política, es decir a la política de verdad.
Lo de la zona típica William Noon, es realmente dramático, doloroso, deprimente, inaceptable.
No son palabras mías y creo que difícilmente las pueda decir, pero hay alguien que presume que nuestra comuna es la mejor de Chile, la más limpia, la que tiene la vida buena, la que tiene la mejor gastronomía, que el barrio Bellavista es para la familia, espero que al menos tenga el pudor de no decir que tiene el mejor alcalde de Chile, pero cuando el ego lo permite, pueden escucharse ese tipo de comentarios.
Toda esa parafernalia exitista se ve claramente enredada cuando, la mejor comuna de Chile, especialmente en su vertiente poniente no supera a los barrios cercanos al puerto de Valparaíso.
Providencia sufre un proceso de deterioro magnífico, enorme y especialmente la actual administración le está haciendo un daño incalculable a la comuna que nos vio crecer, a la que hizo que muchas familias la vieran como el lugar donde ver desarrollarse a sus hijos, enviarlos a buenos colegios, muchos de los cuales han emigrado a otras latitudes.
Así, Providencia entre el censo anterior y el actual puede ostentar que su población, proporcionalmente, ha disminuido, y el éxodo siempre es el prolegómeno de la crisis.
Es realmente insoportable para los providencianos escuchar no solo al alcalde, sino a algunos concejales decir que Providencia es el nuevo centro de Santiago, incluso y esto es demasiado ofensivo y me atrevería a decir muy triste, muy de tirar p’ abajo a nuestra comuna que una concejala haya señalado que a Providencia le hace falta un barrio rojo, que falta de respeto por la cresta.
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En la calle Alberto Magno opera una red de hostales clandestinos los cuales en su gran mayoría son administrados por ciudadanos colombianos
Tráiler:
Imagen destacada: Calle Alberto Magno.