Este libro nos recuerda como el viaje del héroe, la existencia del mangle universo, del cual formamos parte, porque somos una maraña de raíces ramas donde el lenguaje es vía de comunión al yo colectivo. Y este texto nos sacude con la conquista, nos arranca e impone la lengua, la que se desmembra y abre caminos, dédalos, teje, canta, imagina y crea.
Por Alejandra Coz Rosenfeld
Publicado el 27.7.2019
El cantar de los manglares de Gladys Mendía es una oda rito sacra a la existencia y co-existencia humana en esta tierra interconectada donde nos sentimos tan disímiles y somos parte de un todo profundamente entramado.
Ser fuente nativa caribe y archipiélago, produce un temple y un ritmo y un tono especial, así como ser parte de fin de mundo entre océanos y cordillera nos hace tener personalidades de abismos y soledades de caos y extremos. Sin embargo no existe ningún tipo de barrera inaccesible que impida atravesar la memoria de la semilla en plenitud, la semilla que lleva el todo, archipiélago, manglar, tierra firme, occidente.
La voz dispara semillas crecen canales simultáneos memoria sin historia.
La semilla como cuerpo mío y tuyo aunque sea diferente geografía, porque pertenecemos macro y micro cósmicamente al vacío que paradojalmente es cuerpo también. Somos átomos y somos interconexiones subatómicas.
El cantar de los manglares habla del espacio intercelular, de la nanotecnología que estudia lo que no se ve, habla de un existir de microscopio, de lo fractal, del fractal donde el viaje es infinito y donde la poesía nada en aguas profundas permitiendo sentir y dejando a la mente desbordarse en sinapsis creadoras.
El cantar de los manglares nos recuerda como el viaje del héroe, la existencia del mangle universo, del cual formamos parte, porque somos una maraña de raíces ramas donde el lenguaje es vía de comunión al yo colectivo.
Cimarronear por el laberinto de la compañía cuenca río mar ensenada
cimarronear en nombre de la belleza cimarronear la lengua impuesta por ellos
El cantar de los manglares nos sacude con la conquista, nos arranca e impone la lengua, la que se desmembra y abre caminos dédalos, teje, canta, imagina y crea.
Alejandra Coz Rosenfeld nace en Santiago de Chile, en 1972. Poeta, artista y terapeuta transpersonal, estudió letras y estética en la Pontificia Universidad Católica de Chile, y arte en el Palazzo Spinelli, de Florencia, Italia. Ha publicado el poemario Marea baja (Editorial Cuarto Propio, Santiago, 2017), y prepara su primer libro de relatos con el título tentativo de Las aguas de Neptuno y otros cuentos, y una segunda entrega de poemas, ya bautizada como La jabalina (Ediciones Filacteria, Santiago, 2019).
Crédito de la imagen destacada: Filacteria Ediciones.