El poemario del autor nacional posee una mirada estudiada sobre la locura, el sarcasmo, la religiosidad, aceptada o no, de una parte de nuestra sociedad que se esconde debajo de la alfombra, se auto mutila, se disgrega, una comunidad que pretende normalizar la salud mental enferma del Chile actual y eterno, porque este libro está dedicado a ellos.
Por Alejandra Coz Rosenfeld
Publicado el 18.2.2020
Las azucenas pueden crecer en el mar
si tan solo la lógica humana
dejara de existir
El delirio, Notas en una clínica Psiquiátrica, Ediciones Filacteria 2019, de Alberto Cecereu, Valparaíso 1986, es un disparo hacia una dimensión desconocida que fluctúa entre la pugna por el placer, el pecado, la violencia, ciertas desviaciones y cargas tabúes esculpidas en palabras que nos mandan más allá de lo comprensible, donde el ritmo carece de una forma delineada, convirtiendo al poemario en una especie de belleza en bruto, que danza sin coreografía pero que fluye como un torrente a sus anchas. Porque paradójicamente detrás de la angustia que establece a priori la puesta en escena, a ratos aberrante y suicida, hay una dominación del lenguaje que se superpone entre lo emocional y el desquiciamiento, dentro de un diálogo interno caótico, profundo y a la vez, lleno de lucideces. El delirio posee una mirada estudiada de la locura, el sarcasmo, la religiosidad, aceptada o no, de una parte de nuestra sociedad que se esconde debajo de la alfombra, se auto mutila, se disgrega, una sociedad que pretende normalizar la salud mental enferma del Chile actual y eterno, porque este libro está dedicado a ellos:
A los recluidos en los centros de salud mental
A los depresivos
A los potenciales suicidas
A los suicidas consumados
A los sobrevivientes.
Cecereu tiene una insidiosa manera de radiografiar nuestros comportamientos como seres humanos pensantes desde una enfermedad que se autorregula en la medida que se re/conoce, Cecereu crea y re/crea desde ese lugar donde las papas queman, allí la palabra muerte, sobredosis, extremo, abusos, Dios, perversión son una constante de una realidad donde la única manera de ser atravesada es sobre/viviéndola.
Cecereu hurga en la intensidad y urgencia de una mente retratada en tercera persona, dislocada de sí misma, donde quien observa es un otro ausente y a la vez presente en cada movimiento autómata, y desde esa mirada provocadora denuncia las carencias de un Estado egoísta y arribista, evidenciando también las carencias personales que se perpetúan a lo largo de un linaje maldito, donde la única salida es la honesta aceptación de las posibles eventuales subidas de presión:
Este libro fue escrito gracias al apoyo
Del sistema de garantías explícitas en salud
MINISTERIO DE SALUD, GOBIERNO DE CHILE
pero
existirá
un
día
que
el
sistema
de
salud
reventará
de
tantos
dementes
que
somos.
El poemario de Cecereu habla de esa cara al filo del abismo, al borde del precipicio, a punto de estallar, unas de las miles de caras que han salido inminentemente a la superficie, porque la mierda flota y son tiempos de barrer debajo de las tantas alfombras, y sacar a la luz lo que ya no se puede ni quiere ocultar, son tiempos de purga y liberación, cae la Iglesia, hace mucho que lo viene haciendo, pero hoy no tiene ni perdón ni olvido, la pobreza aúlla, la desigualdad avergüenza, los abusos de poder, la indiferencia hacia la niñez y el abandono, el individualismo extremo, el avance xenófobo y ultra derechista evidencian esa, una de las infinitas caras de nuestra sociedad, no solo latinoamericana, sino una cara mundial enferma y maltrecha. Nuestra globalizada sociedad capitalista y neoliberal de exigente inmediatez que llegó al punto de no retorno donde el discurso que nos convirtió en esclavos del exitismo individual ya no tiene cabida.
Cecereu habla desde el infierno de la soledad, desde esas experiencias que no tienen cabida dentro de recuerdos gratos y que pululan en busca de un engranaje que calce y calme los deseos que no se pueden decir, habla de extremos y de la transformación a través de la palabra, El delirio es un poemario que abre laberintos y cierra oscuras dimensiones.
También puedes leer:
–El delirio, de Alberto Cecereu: Las armas de una exaltación.
Alejandra Coz Rosenfeld nace en Santiago de Chile, en 1972. Poeta, artista y terapeuta transpersonal, estudió letras y estética en la Pontificia Universidad Católica de Chile, y arte en el Palazzo Spinelli, de Florencia, Italia. Ha publicado los poemarios Marea baja (Editorial Cuarto Propio, Santiago, 2017) y La jabalina (Ediciones Filacteria, Santiago, 2019), actualmente trabaja en su primera novela titulada Buckingham Road.
Crédito de la imagen destacada: Ediciones Filacteria.