Los autores Cristóbal Torres y Vicente Wilson ilustran y ficcionan literariamente con la participación de ciudadanos chinos (una acción histórica y real) en el asalto final en contra de Lima, por parte de las tropas nacionales comandadas por el almirante Patricio Lynch, durante la Guerra del Pacífico (1979 – 1884).
Por Cristián Garay Vera
Publicado el 18.1.2020
Con un dibujo minimalista, utilizando tinta china, se desarrolla esta obra que recuerda la participación de antiguos trabajadores esclavos chinos en la Guerra del Pacífico. No extraña pues que se esté preparando su traducción a ese idioma. Los autores, Cristóbal Torres y Vicente Wilson, ingeniero uno y sociólogo el otro, se han dedicado el último tiempo al cómic, del que presentan esta novela gráfica. Su propósito, como dice el subtítulo, fue hacer: “Un cómic en homenaje a los chinos que combatieron en la Guerra del Pacífico”, un episodio más complejo dentro del conflicto entre Chile y Perú en 1879. Producto de la liberación de trabajadores en las haciendas peruanas de cientos de chinos, que laboraban en condiciones de semi esclavitud o trabajo forzado cortando caña, por medio de contratos amañados, aunque la esclavitud –como en Chile- había sido abolida legalmente en el Perú. El episodio, que han recordado con su apoyo miembros del colectivo chino residente, ha merecido algunas líneas en la música (Los Cuatro Cuartos) y en la divulgación novelada, más desde Chile que desde Perú, en tanto es un episodio ingrato respecto de las condiciones de abuso sometidos por otros países hacia China y sus ciudadanos de la época.
Este es un libro que se presentó el 10 de octubre de 2019 en el Museo Benjamín Vicuña Mackenna, y fue opacado por los acontecimientos sociales y políticos posteriores por todos sabidos, pero se ha ido difundiendo en el público, a donde pretendía llegar, como ha subrayado el escritor y divulgador histórico Guillermo Parvex.
Dong Hu, veterano de la Guerra del Pacífico rememora su vida pasada, ahora establecido en Santiago y habiendo adoptado el apellido de Quintín Quintana. Es llamado para resolver un caso policial, donde aparece una pista dada por una lámpara de papel, típicamente china. En otra época esa imagen fue parte de la vida de uno de sus amigos Wu, quien fue golpeado y vendido de hacienda en hacienda, y cuyo único recuerdo es su perro Honghong. A partir de este episodio se va recreando la historia del grupo de chinos que, al aproximarse la columna chilena que intervino las haciendas peruanas fueron liberados de sus condiciones, y decidieron formar parte del ejército chileno. Una historia que tiene un partícipe necesario: el almirante Patricio Lynch Solo de Zaldívar apodado el “Príncipe Rojo”, “El Sanguinario”, o el “último virrey del Perú” por el escritor peruano Bruno Polak (2017). Lynch, veterano de la marina británica en la impresentable Guerra del Opio, aprendió chino y fue vital en ganarse la confianza de éstos, cuyos agravios en contra de los hacendados peruanos no eran menores. Ellos combatieron en el Batallón Vulcano, que era una unidad de zapadores, dedicados a limpiar minas terrestres, ocupación altamente riesgosa en las guerras de antes y de ahora.
La historia, narrada en una paleta de amarillos y grises por Cristóbal Torres, se nutrió de información histórica, compulsando incluso los papeles militares de “Ignacio Aján”, el único de los mencionados que tiene una Hoja de Vida en el Archivo Histórico Militar, y añadiendo útiles reseñas biográficas de oficiales y soldados mencionados, como la cantinera Irene Morales, el capitán Villarroel (luego miembro del cuerpo de bomberos), o el almirante Patricio Lynch Solo de Zaldívar.
Así seguimos a Dong, Shinao y Peralta, un chileno, no solo en pos de la campaña, que termina para ellos en Lurín con heridas y muertes, sino también en la búsqueda de Wu. Los autores se lo imaginan en una ciudad perdida, Yanawara, de la cual es rescatado. O quizás no. Excusa que sirve para también contar la historia, en la medida de lo posible de estos chinos, que comparten un trozo de la historia nacional al lado del tradicional roto chileno. Su asistencia a un rito chino en el templo de Pachacamac el 11 de enero de 1881, previo a las jornadas sangrientas de Chorrillos dos días después, marca un hito en este contingente militar.
Un libro con estructura de novela gráfica, de una delicada paleta de colores, y con un guion que –más allá del homenaje- recuerda un episodio que no está ni oculto ni olvidado, y que es rememorado de una forma más directa y contemporánea como en este texto del nuevo cómic chileno.
Cristóbal Torres y Vicente Wilson, El vuelo de la luciérnaga. Un cómic en homenaje a los chinos que combatieron en la Guerra del Pacífico, Trayecto Comunicaciones, Santiago, 2019. 111 páginas.
Cristián Garay Vera es el director del magíster en Política Exterior que imparte el Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago de Chile, casa de estudios de la cual además es profesor titular.
Asimismo es asesor editorial del Diario Cine y Literatura.
Crédito de la imagen destacada: Trayecto Comunicaciones.