La novela del autor estadounidense David Leavitt destila humor negro, aunque para nada es evidente en su argumento y tampoco es frontal en la propuesta estética que presenta. Sin embargo, a través de sus líneas guarda una pretensión por ridiculizar a cierto grupo social y a sus miedos que se perciben banales, mientras Norteamérica se derrumba, o va en camino a eso, según sus personajes.
Por Cristián Uribe Moreno
Publicado el 2.3.2025
La editorial Anagrama ha publicado en 2024 la esperada edición en español de las páginas de Shelter in Place, de David Leavitt (1961) publicada originalmente en 2020.
Bajo el título de A resguardo, en la colección Panorama de Narrativas aparece esta novela, que ha sido definida como una sátira política de la incertidumbre que despertó el triunfo de Donald Trump (2016), en su primera elección, en sectores de la sociedad estadounidense.
El relato se centra en un grupo de personajes, en el que destacan el matrimonio de Eva y Bruce. Ambos son una pareja que viven en New York, específicamente en la parte acomodada de Manhattan. Son liberales en su pensamiento político (cercano a los demócratas estadounidenses) y ven con gran preocupación la victoria del candidato conservador.
Debido a su buen pasar económico, Eva decide viajar a Europa para no tener que ver la toma de poder del líder republicano. Al estar en Venecia, se encanta con un departamento que decide comprar para vivir mientras el primer gobierno de Trump comienza en su tierra natal. Va a ser su refugio mientras el país se derrumba, según ella.
A medida que transcurren las semanas y los meses en los trámites para adquirir el departamento en Venecia, la narración se centra en las distintas reuniones sociales en las que Bruce o Eva departen con sus amistades.
Desde esos encuentros, el agudo ojo de Leavitt, disecciona las aflicciones de una clase acomodada y culta, que ve con espanto su futuro y la cual, sin embargo, no hace más que quejarse (o huir) del problema.
Cuando salen a pasear a los perros por la Quinta Avenida
Eva representa a la mujer sofisticada, con mucho tiempo libre y buen gusto, obsesionada con la decoración, que odia a Trump (no lo nombra y le irrita que sus conocidos lo mencionen) y a sus votantes, pero no queda muy claro el por qué.
Muy abierta en sus ideas políticas, pero que no duda en separar a amigos y empleados si cometen alguna falta, como hablar demás sobre temas que ella considera indecorosos. Por algo, se ha hecho muy amiga de Jake, un decorador de interiores, quien habitualmente está presente en las veladas.
Su esposo Bruce trabaja de asesor financiero, sigue todas las ideas de Eva, sin cuestionarla, ha hecho su vida en torno a los intereses de ella y es fácilmente manipulable.
La decisión de Eva de comprar el piso de Venecia, será la primera brecha que provocará una serie de cuestionamientos en Bruce y que tendrá consecuencias en sus vidas.
El relato se sustenta en las conversaciones de la pareja y de sus amigos. Los diálogos suenan anodinos, no obstante, se van colando en ellos las inquietudes de este grupo pudiente sobre la nueva realidad que se avecina. Ellos viven en sus burbujas sociales, un tanto alejados del presente, entre cenas en sus casas, almuerzos de trabajo, lecturas literarias, perplejos ante la asunción de Trump.
En estas pláticas que abundan en el relato, Leavitt las utiliza para radiografiar a este grupo social, que se cree muy distinto a los otros que se instalan en el nuevo gobierno, pero que en el fondo, el autor norteamericano, los entiende muy similares.
En este aspecto, el autor estadounidense evita las simplificaciones en la caracterización de los personajes.
De hecho, el único personaje seguidor de Trump que tiene voz en esta trama, Alec, el vecino de la pareja protagónica, es un millonario con el cual Bruce coincide cuando salen a pasear a los perros por la Quinta Avenida.
Entre sus intenciones filantrópicas y sus deseos carnales
Alec no es el típico conservador vociferante, sino un adinerado votante, muy racional, quien nunca ha votado por los demócratas y donde desde su boca se escuchan los mejores comentarios que describen muy bien a esta clase liberal bien intencionada, que suelen esconder sus miedos tras la fachada de tolerancia.
Este modo paternalista de ver la vida, en el relato está encarnado de manera precisa en Bruce y su actuar con Kathy, su secretaria a la que han diagnosticado un linfoma. El esposo de ésta la ha dejado y ella vive con su hija que no tiene trabajo estable y debe cuidar a sus niños.
Bruce decide ayudarla a espaldas de Eva. En toda esta historia, hay una lucha constante del bien pensante Bruce, entre sus intenciones filantrópicas y sus deseos carnales. Y ese temor inveterado a que piensen que no solo el bien común lo mueve.
Estas agudas reflexiones también se hacen sobre el campo de la literatura. El otro matrimonio de amigos, Rachel y Aarón trabajan en una editorial y Sandra, amiga de ambos, es una eterna escritora en ciernes. Esto permite trasladar los ácidos comentarios al panorama narrativo norteamericano.
De esa forma, aparecen ingeniosas acotaciones sobre escritores contemporáneos, algunos de ellos regidos por la idea del bien social en sus escritos. Cuestión que lleva otra vez a discutir, no sin cierta ironía, ese afán de la búsqueda de bien social, esta vez en el campo del arte literario.
Con todo, el libro de David Leavitt destila humor negro. No es evidente, no es frontal, no obstante, hay una pretensión de ridiculizar a cierto grupo y a sus miedos que se perciben banales, mientras Norteamérica se derrumba. O va camino a eso, según ellos.
El lector se puede dejar llevar de manera fácil por esta representación, con tintes de comedia en la mejor tradición de Oscar Wilde. Una comedia en un tono sarcástico soterrado con diálogos lúcidos e ingeniosos.
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Cristián Uribe Moreno (Santiago, 1971) estudió en el Instituto Nacional General José Miguel Carrera, y es licenciado en literatura hispánica y magíster en estudios latinoamericanos de la Universidad de Chile.
También es profesor en educación media de lenguaje y comunicación, titulado en la Universidad Andrés Bello.
Aficionado a la literatura y al cine, y poeta ocasional, publicó asimismo el libro Versos y yerros (Ediciones Luna de Sangre, 2016).

«A resguardo», de David Leavitt (Editorial Anagrama, 2024)

Cristián Uribe Moreno
Imagen destacada: David Leavitt.