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[Ensayo] «Conocimiento carnal»: Los caprichos de un macho extraviado

Disponible en la plataforma de streaming Mubi, este filme es un gran ejemplo de la determinación artística y audiovisual de su realizador, el desaparecido cineasta estadounidense de origen alemán Mike Nichols, a fin de enfrentar asuntos complejos y presentarlos a través del celuloide de una manera clara, precisa y en ciertos momentos, bastante inspirados.

Por Cristián Uribe Moreno

Publicado el 12.12.2022

De las plataformas audiovisuales que están al alcance, el streaming de Mubi, sin duda, es el más interesante para los gustitos cinéfilos. No solo se accede a cine de calidad de diversas latitudes, sino que también se ingresa a un espectro temporal mucho más amplio que otras plataformas.

Así, se puede disfrutar de clásicos como Conocimiento carnal (Carnal Knowledge, 1971) de Mike Nichols (1931 – 2014), filme bastante atrevido para su época y que con el correr de los años, se puede apreciar sin el ruido que suscitó en aquel entonces.

La obra Conocimiento carnal narra la historia de dos compañeros de cuarto universitarios, Jonathan (Jack Nicholson) y Sandy (Art Garfunkel), obsesionado por las mujeres. La historia relata desde sus años de academia en los 50 hasta llegar a la adultez, a fines de los 60.

De esta manera, lo interesante de la película es que habla abiertamente de las relaciones heterosexuales desde el punto de vista de los hombres. Para esto, ambos amigos son diametralmente opuestos. Así Jonathan representa el encanto y carisma que atraen a las mujeres. Pero, fuera de su extrovertida personalidad, tiene claros rasgos egoístas y narcisistas.

En cambio, Sandy es inseguro y tímido. Por lo que, los vínculos con el sexo femenino le cuestan. A ambos los veremos entrar y salir de distintas relaciones a lo largo de los años, donde se irán reflejando tanto sus crecimientos personales como sus frustraciones.

De esta forma, el filme fue uno de los primeros en indagar en las grietas que va dejando el machismo en los hombres. Jonathan es el típico hombre que basa su actuación y realización personal en una conducta predatoria con el sexo femenino. Siempre va de relación en relación en una búsqueda infructuosa, que se avizora un tanto vacía, tras, quizás, una fuerza vital que le dé sentido a su existencia.

 

El Nuevo Cine Americano: una bocanada de aire fresco

En su tiempo el relato descarnado de estos amigos, levantó una polémica que llevó a más de un Estado en Norteamérica a censurar la película. Visto con los ojos del siglo XXI, el tratamiento es un tanto naif y las osadas escenas que causaron tanto revuelo, son bastante más recatada de lo que en Europa se hacía en esas temporadas.

Luego, en pantalla, se ve un Jack Nicholson que se consolidaba con cada protagónico que le daban y se percibe la energía que trasmite su personaje. Art Garfunkel está muy medido como la contraparte de Jack, en una de las pocas actuaciones que se pueden observar de este cantante folk.

También se aprecia a una jovencísima Candice Berger que enamora a ambos amigos. A una notable Anna Margaret que en su intervención en el drama exhibe un registro que le valió una nominación al Oscar. Y hacia el final, se puede contemplar a Rita Moreno en un enigmático papel. En general, el director Nichols logra un trabajo actoral de un gran nivel.

Si bien se nota el origen teatral del material, obra del dramaturgo y guionista Jules Feiffer, la dirección de Nichols pone en juego diversos recursos en la narración visual que estaban en boga durante ese tiempo. Se observan tomas y movimientos de cámara mucho más libres que lo usual.

En ese momento, el Nuevo Cine Americano era una bocanada de aire fresco que el mainstream de Hollywood incorporaba de manera paulatina.

 

Después de «El graduado»

La realización tuvo un moderado éxito que le dio nuevo aire a la carrera de Mike Nichols, cuestionado después del fracaso que supuso Catch 22 (1970).

Nichols llegó a la dirección cinematográfica desde el mundo teatral de la costa este. Y debutó con gran éxito con la cinta ¿Quién teme a Virginia Wolf? (1966), obra del dramaturgo Edward Albee. Sin embargo, con su siguiente trabajo, El graduado (1967), alcanzó un éxito a nivel global.

Es con este último filme que Conocimiento carnal está emparentado espiritualmente. Como si fuera su reverso negativo. Así, en la realización de 1967, su protagonista Benjamin Bradd (Dustin Hoffman) logra ser la voz de una novel generación que se rebela ante los designios e hipocresía de un mundo controlado por los adultos, en una época de inconformismo y de cambio.

Sin embargo, pareciera que solo cinco años después, ese impulso se diluyó y Jonathan es un personaje atrapado por sus pulsiones en un mundo de relaciones sin sentido que no lo llenan para nada. Esas pulsiones lo convierten en un hombre completamente vacío y poco a poco se va apagando.

El resto de la cinematografía de Mike Nichols varía en trabajos de una amplia gama en los distintos géneros audiovisuales donde probó suerte, con aciertos y fracasos a lo largo de las casi cuatro décadas en las cuales filmó. Pero su sello de calidad y ánimo para enfrentar temas controversiales lo mantuvo vigente.

Conocimiento carnal es un gran ejemplo de la determinación de su director para enfrentar asuntos complejos y presentarlos en la pantalla de manera clara, precisa y en ciertos momentos, muy inspirados.

 

 

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Cristián Uribe Moreno (Santiago, 1971) estudió en el Instituto Nacional General José Miguel Carrera, y es licenciado en literatura hispánica y magíster en estudios latinoamericanos de la Universidad de Chile.

También es profesor en educación media de lenguaje y comunicación, titulado en la Universidad Andrés Bello.

Aficionado a la literatura y al cine, y poeta ocasional, publicó en 2017 el libro Versos y yerros.

 

 

 

 

Tráiler:

 

 

 

Cristián Uribe Moreno

 

 

Imagen destacada: Conocimiento carnal (1971).

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