El filme que abrió la programación del Festival de Cine Las Condes 2025 recibió diez nominaciones en los Globos de Oro de este año, convirtiéndose en el segundo largometraje con más candidaturas de la historia, para finalmente quedarse con cuatro galardones, entre los cuales destacan el de Mejor película comedia o musical, y el de Mejor obra en lengua no inglesa.
Por Cristián Uribe Moreno
Publicado el 9.1.2025
El Festival de Cine de Las Condes 2025 se inauguró el viernes 3 de enero, con la película Emilia Pérez (2024) del director francés Jacques Audiard (1952).
La obra audiovisual viene precedida de ganar el Premio del Jurado y el de Mejor Actriz en el Festival de Cannes 2024, este a modo colectivo y de reconocimiento por el trabajo actoral de los personajes femeninos, en un galardón que compartieron sus cuatro actrices principales.
Emilia Pérez tiene una trama que se desarrolla en torno al personaje Juan Manitas del Monte, jefe de un cartel de drogas, quien contrata a la abogada mexicana, de origen dominicano, Rita (Zoe Saldaña) para que le ayude en su deseo de transitar de sexo.
Así, y en una operación de tipo anatómico conocida como «vaginoplastia», el líder criminal se transforma en Emilia Pérez (Karla Sofía Gascón).
Luego de años de la intervención quirúrgica, ella se contacta nuevamente con la abogada pues necesita de su colaboración para que repatrie a su esposa, Jessi (Selena Gómez), quien está instalada en Suiza con sus dos hijos, a los cuales extraña. Su familia se había radicado en el país europeo para eludir cualquier represalia en contra de ellos por parte de los carteles rivales.
Su familia solo conoce que Manitas murió en un enfrentamiento. Rita logra traerlos de vuelta e instalarlos en la casa de la ahora tía Emilia Pérez, una «prima lejana» del jefe criminal, que vive en Ciudad de México. Los ignorantes parientes obviamente no saben que ella y Manitas son la misma persona.
No obstante, este arco dramático, que suena a melodrama televisivo, se despliega ante el espectador mezclado con números musicales. De esta manera, la representación escénica es elemental.
La película, en efecto, es un musical rodado con escenas de baile y canto, con letras en español.
En la búsqueda de la felicidad
Desde el inicio, hay insertos melódicos que representan lo que los personajes piensan, quieren o padecen. La música se transforma en una suerte de inconsciente en el cual se reflejan los deseos de los personajes.
Este enfoque inusual de temas tan difíciles de abordar como el mundo narco, la violencia criminal en México y la transición de sexo, da otra perspectiva a un relato que transita, en su faceta estética, entre lo real y lo fantasioso.
Un proceso que se siente híbrido como los personajes femeninos principales que pueblan la pantalla: son mexicanos pero de distinto origen y eso se palpa en el color de piel o en las características de su habla.
Emilia Pérez en su vuelta a México, se conmueve con las madres que buscan a sus hijos desaparecidos y decide apoyarlas al crear una fundación que ayude a los familiares de víctimas de la violencia del narco, una institución que pasa a ser el símbolo de la conversión del antiguo criminal, ahora visitado por numerosas personas que buscan a sus seres queridos.
Por tanto, el personaje principal, que transita desde un hombre hacia una mujer, también muta de malvado jefe criminal a millonaria filántropa, convirtiéndose en un aporte para la sociedad.
La realización de Audiard es artificiosa. Y no solo por el hecho de que los personajes canten y dancen en números dignos de las viejas películas musicales, sino porque los ambientes donde se desarrolla la historia, las localizaciones, en algunos momentos se vuelven verdaderos escenarios, cuya abstracción añade otro aspecto más que refuerza lo irreal, lo artificial de la propuesta.
Manitas/Emilia arrastra a su familia y a varios personajes más, que no pueden evitar verse involucrados, en su deseo profundo de cambio, pues en sus palabras, no era feliz en el estado en el que antes se encontraba.
Y en busca de esa felicidad, tras de ese deseo, el precio a pagar por este sueño realizado es lo que termina por desencadenar la tragedia.
Polémicas identitarias
El personaje de Emilia Pérez está sacado de la novela Écoute (2018) de Boris Razon, quien junto al director galo están, asimismo, tras la escritura del guion. La singular historia del jefe narco que desea transformarse en mujer, el director francés lo visualizó como un musical, pues en un comunicado de prensa reflexionó: «sentí que estaba más cerca de un libreto de ópera que de un texto cinematográfico».
La realización cinematográfica Emilia Pérez ha suscitado el favor de gran parte de la crítica a nivel mundial. Así como también una ola de ácidos comentarios que provienen del mundo latinoamericano y de manera particular de la nación mexicana, que Audiard usa de ambientación ficticia, pero recreada exclusivamente en locaciones europeas. Asimismo, los reclamos se escuchan desde un sector de la comunidad “transgénero”.
Por un lado, se carga contra la película porque se dice que crea una historia desde el estereotipo de los narcos. Una mirada desde el colonialismo cultural europeo. Además de no usar actores mexicanos en los roles principales.
Y por otro lado, se reclama contra la banalización de la transformación de la protagonista. Que en torno a un tema tan delicado, por ejemplo, se haya hecho un cuadro musical de la trascendental cirugía.
Los comentarios se han hecho más virulentos en la medida que se acercan los principales premios de la industria cinematográfica y la batalla por una estatuilla se realiza de manera mediática.
A la realización de Jacques Audiard se la ha acusado de transfobia, racista, colonialista y de patologizar la transición de sexo. Solo por nombrar algunos epítetos que han circulado sobre la realización, aunque la obra corresponde a una producción simbólica bastante singular.
Una obra que aborda la difícil metamorfosis de su protagonista y para ello elabora un dispositivo visual heterogéneo y especial. Una realización cinematográfica difícil de abarcar en su totalidad al primer visionado.
Pero algo es claro, la película de Jacques Audiard es una obra que provoca comentarios, tanto elogiosos como adversos, puesto que no elude las discusiones sobre temas de actualidad, como el de género. Y esto en sí, ya es un aliciente para visualizar el filme y formarse un punto de vista propio.
Emilia Pérez se estrena en las salas locales el próximo jueves 23 de enero.
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Cristián Uribe Moreno (Santiago, 1971) estudió en el Instituto Nacional General José Miguel Carrera, y es licenciado en literatura hispánica y magíster en estudios latinoamericanos de la Universidad de Chile.
También es profesor en educación media de lenguaje y comunicación, titulado en la Universidad Andrés Bello.
Aficionado a la literatura y al cine, y poeta ocasional, publicó asimismo el libro Versos y yerros (Ediciones Luna de Sangre, 2016).
Tráiler:
Imagen destacada: Emilia Pérez (2024).