Nos advierte el filósofo de origen coreano, sin aires de profeta, que la merma en las relaciones humanas, debido a esta nueva forma de comunicación, acarrea maneras de sujeción y de dominación invisibles, las que más temprano que tarde, pueden terminar por hacer desaparecer la libertad y la vida humana tal como la conocemos hoy en día.
Por Martín Parra Olave
Publicado el 17.4.2022
Hoy en día estamos viviendo una época que muchos filósofos y pensadores han caracterizado como un momento crucial, un punto de no retorno, pues el neoliberalismo globalizado que ha imperado en las últimas décadas está enfrentando su peor crisis.
Sin embargo, existe otra situación alarmante que también ha sido denunciada por filósofos y académicos: consiste en la colonización que ha realizado la tecnología en nuestras vidas. Junto a esto, ha llegado también el exceso de información con la que diariamente somos bombardeados.
El filosofo alemán de origen coreano, Byung-chul Han (Seul, 1959), en su último trabajo Infocracia. La digitalización y la crisis de la democracia (Taurus, 2021) se hace cargo de esta situación señalando que: «Llamamos ‘régimen de la información’ a la forma de dominio en la que la información y su procesamiento mediante algoritmos e inteligencia artificial determinan de modo decisivo los procesos sociales, económicos y políticos».
Un nuevo nihilismo
Byung-Chul Han es autor de más de una docena de libros breves donde ha tocado los más variados, pero relevantes problemas de la vida contemporánea globalizada. Este pensador, se centra ahora en un tema que ya había esbozado en algunos de sus libros anteriores como No cosas (Taurus, 2021) o en el ya clásico Psicopolítica (Herder, 2014), donde analizaba las nuevas formas del poder y la dominación del mundo actual.
Y es que la utilización de los Smartphone sumado a la hiperconectividad han acarreado una serie de consecuencias para nuestra sociedad y los estilos de vida que llevamos.
«En el régimen de la información, las personas ya no son espectadores pasivos que se rinden a la diversión. Todas ellas son emisores activos. Están constantemente produciendo y consumiendo información. El frenesí comunicativo, que ahora adopta formas adictivas y compulsivas, atrapa a las personas en una nueva inmadurez. La fórmula de sometimiento del régimen de la información es: nos comunicamos hasta morir», explica el filósofo.
En este sentido basta con observar un poco las redes sociales para ver que la abundancia de datos y noticias no tiene fin, las que sin embargo parecieran ser una forma efímera de comunicación, siempre a corto plazo y bajo las sombras de las fakenews.
Este tipo de información afecta y amenaza la racionalidad, pues generalmente no dan tiempo para un análisis más lento y detenido.
La dominación invisible
Señala Byung-Chul Han: «Un nuevo nihilismo se extiende en nuestros días. No se debe a que las creencias religiosas o los valores tradicionales estén perdiendo su validez. Ya hemos superado ese nihilismo de los valores que Nietzsche anunció con expresiones como ‘Dios ha muerto’ o la ‘transvaloración de todos los valores’. El nuevo nihilismo es un fenómeno del siglo XXI», fundamenta.
Y está absolutamente relacionado con la verdad, pues estamos viviendo la era de las noticias falsas, donde cualquier persona puede inventar alguna desde sus redes sociales. Se ha perdido la solidez factual, señala el filosofo, pues la arbitrariedad subjetiva es la que suprime la verdad.
La información por sí sola no es capaz de explicar el mundo. Hace falta un proceso de racionalización y pensamiento crítico. En este sentido, la advertencia de Byung-chul Han es ejercitar el rastreo y no quedarse con la avalancha de datos que nos entregan diariamente las redes sociales.
«La información es aditiva y acumulativa. La verdad, en cambio, es narrativa y exclusiva. Existen cúmulos de información o basura informativa. La verdad, en cambio, no forma ningún cúmulo. La verdad no es frecuente. En muchos sentidos se opone a la información. Elimina la contingencia y la ambivalencia. Elevada a la categoría de relato, proporciona sentido y orientación», argumenta el filósofo.
Vivir lento, dejar a un lado la conectividad y los Smartphone, leer un libro, o quizás salir a caminar. Volver a generar lazos de manera presencial y no a través de wasap o mensajes de redes sociales.
En definitiva, en este libro, Byung-chul Han nos advierte de los peligros de llegar definitivamente a estados totalitarios a través de esta nueva forma de dominación. Leyendo estas páginas nos invita a reflexionar, repensar y racionalizar el mundo en el cual nos estamos desenvolviendo.
Nos advierte el filósofo, sin aires de profeta, que la merma en las relaciones humanas, debido a esta inédita forma de comunicación, acarrea maneras de sujeción y de dominación invisibles, las que más temprano que tarde, pueden terminar por hacer desaparecer la libertad y la vida humana tal como la conocemos hoy.
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Martín Parra Olave es licenciado en gobierno y gestión pública de la Universidad de Chile y magíster en letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Actualmente cursa el doctorado en literatura impartido por la última Casa de Estudios antes mencionada.
Imagen destacada: Byung-Chul Han.