[Ensayo] «La consagración de la autenticidad»: El marketing detrás de un simulacro

El nuevo e incisivo análisis del pensador francés Gilles Lipovetsky, el sociólogo de la hipermodernidad, se inserta a partir de la obsesión contemporánea por la originalidad (que rastrea en sus balbuceos intelectuales hasta el siglo XVIII), pero situado culturalmente en el contexto de una época cibernética, el predominio de las redes sociales y la vitrina ancha y ajena del mercado transnacional.

Por Nicolás Poblete Pardo

Publicado el 3.9.2024

Gilles Lipovetsky. La consagración de la autenticidad (Anagrama 2024) es la traducción al castellano del inquietante ensayo por mano de un autor que viene observando nuestra realidad contemporánea, particularmente europea, precisando, con cada publicación, más y más marcas sociales, sociológicas, que permiten sorprenderse, muchas veces iluminarse, gracias a su ojo crítico que interpreta, de modo incisivo, a veces profético, el escenario que vivimos en tiempo presente. Gilles Lipovetsky (1944).

La era del vacío, El imperio de lo efímero o La tercera mujer son solo algunos de los títulos que ostenta el pensador, «una estrella de los analistas de la contemporaneidad», juzga Vicente Verdú.

En La consagración de la autenticidad, Lipovetsky repasa las tendencias recientes que han hecho emerger discusiones en torno a la cultura de la cancelación, la apropiación cultural y el terrorismo autenticitario: «La ideología victimista y comunitarista, denominada actualmente ‘woke’ o ‘cancel culture’, va acompañada de exigencias de censura y autocensura, prácticas dirigidas contra la libertad de expresión y creación en nombre del derecho a no ser ofendido».

 

Ser uno mismo (en el mercado)

En el capítulo «La autenticidad normalizada», Lipovetsky define la consumación del ideal de autenticidad, y apunta: «En el transcurso de los dos periodos anteriores, la ética de la autenticidad era reivindicada por un número limitado de intelectuales, artistas y jóvenes actores contestatarios. Esta ya no es la época actual, marcada por la inflación generalizada de las necesidades de ser uno mismo».

Un prisma nuevo es visto desde la educación y los formatos que han comenzado a adoptar las escuelas. Ya no se trata de enseñar la dureza de la vida, de inculcar el sentido del deber o la obediencia, tampoco de preparar a los estudiantes para la adversidad, sino que: «hay que hacer todo lo posible para permitirles acceder a una existencia individualizada».

Así: «la escuela ideal se impone como un espacio afectivo en el que cada uno debe poder realizarse, ser sí mismo, ser una persona singular: la Escuela ha incorporado en sus prácticas educativas la ética de la autenticidad personal».

Pero no hay que engañarse. El mercado está siempre detrás de estos simulacros: «La cultura de la autenticidad se ha institucionalizado, se ha convertido en un mercado floreciente, en negocio, en una verdadera ‘industria de la felicidad».

La autenticidad termina viéndose como un «argumento de marketing».

 

Cibernarcisismo y los gustos de manera simpática

Lipovestsky acuña diversos términos para encapsular los movimientos y frecuencias que rondan la atmósfera cultural y sus nominaciones derivan en comprensiones y revelaciones.

De esta manera, la sobreexposición que experimenta el espectáculo mediático en el que estamos insertos se erige como la era del cibernarcisismo de masas: «un narcisismo exhibicionista que cohabita, paradójicamente, con una multiplicación de formas de expresión creativa que no están dirigidas hacia el otro sino más bien hacia sí».

Una gran sección está dedicada a las redes sociales, y, de ellas, surgen conceptos como el «egocasting», «ciberautenticidad» o el «fake self».

En las redes sociales, los tonos solemnes o académicos caen rápidamente: «Prevalece la expresión de los sentimientos y las emociones a través de los emojis. En la era de la ciberautenticidad se es más uno mismo cuanto más se expresa la sensibilidad y los gustos de manera simpática».

Así, el egocasting perfila un retrato de sí que decanta en un exhibicionismo narcisista: «No se trata de un autorretrato de sombras, honesto y fiel, sino de un egocasting, una vitrina superlativa del Yo, el ‘perfil optimizado’ de un ‘hiperEgo’ puesto en escena, ‘retocado’, dirigido por el deseo narcisista de ver aumentar la lista de amigos, ser valorado por los demás, ser admirado y ‘popular’ en la propia red digital».

En esta histérica búsqueda por la originalidad, cada cual intenta salir del anonimato a través del exhibicionismo de los estados afectivos y de las virtuales capacidades creativas, para alcanzar una paradoja: «En el momento de la cibermodernidad, la exigencia de ser un individuo soberano, que recibe su ley únicamente de sí, va acompañada, en realidad, de una dependencia extrema en relación con la mirada del otro».

De esta forma, se construye la noción de «fake self», que constituye un fenómeno de masas. La paradoja es innegable: «este travestismo no traduce tanto un deseo de disimulación, sino el deseo de ser auténticamente uno mismo, ser libre, hablar del tema que cada cual elige, expresar una opinión personal, protegiéndose de ciertas consecuencias negativas, sobre todo en el lugar de trabajo. Al firmar con un seudónimo, puedo ser mi yo auténtico, decir realmente lo que pienso, ser esa persona que en general no me permito ser, ser la persona que me gustaría ser».

 

Ecogestos (a modo de religión laica)

Ningún análisis puede estar ya disociado de la alarmante realidad ambiental que pende sobre nuestras cabezas, sobre nuestros cuerpos produciendo toxicidades y exponenciales huellas de carbono.

Al ingresar en esta esfera, Lipovetsky extiende, en la segunda parte del volumen, los territorios de la autenticidad, que prosperan con modos de consumo posconformistas, la búsqueda de alimentos bio, la conflictiva relación con la moda y las operaciones estéticas, que ostentan la duplicidad del artificio y la autenticidad.

Los modos en que nos movilizamos, los viajes que hacemos, el turismo y las vacaciones que tomamos: todos estos desplazamientos conforman otra arista de la autenticidad. Ya no es posible viajar de modo inconsciente: surge el turista antiturista que valora el patrimonio, actualizado hoy a modo de religión laica.

De esta manera, los «ecogestos», a veces indistintos de poses, «permiten luchar contra el despilfarro del sobreconsumo y proteger el medioambiente», a través de: «la elección de productos ecológicos y locales», permitiendo al individuo transformarse en un: «consumiactor cuyos actos expresan la totalidad de la persona, sus valores y convicciones, mucho más allá de la función utilitaria del consumo».

Sin embargo, estos «ecogestos» y su aura de frugalidad son eso, gestos, pues: «nos equivocamos si anunciamos, en vista de movimientos reales pero circunscritos, la aparición de una cultura frugal, posconsumista o de desconsumo. Estamos muy lejos de ella».

Sin caer en un cinismo pasivo, es importante contrastar los impulsos bienintencionados y que palpitan con ego, pues, concluye Lipovestsky: «para alimentar correctamente a la población de los cinco continentes, conseguir una economía descarbonizada, hará falta mucho más que la sobriedad voluntaria de los consumidores. La neutralidad de carbono para 2050 no podrá conseguirse si no es con transformaciones estructurales de la economía: los cambios en los comportamientos individuales, por muy radicales que sean, no bastarán».

 

 

 

 

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Nicolás Poblete Pardo (Santiago, 1971) es periodista, profesor, traductor y doctorado en literatura hispanoamericana (Washington University in St. Louis).

Ha publicado las novelas Dos cuerpos, Réplicas, Nuestros desechos, No me ignores, Cardumen, Si ellos vieran, Concepciones, Sinestesia, Dame pan y llámame perro, Subterfugio, Succión y Corral, además de los volúmenes de cuentos Frivolidades y Espectro familiar, la novela bilingüe En la isla/On the Island, y el conjunto de poemas Atisbos.

Traducciones de sus textos han aparecido en The Stinging Fly (Irlanda), ANMLY (EE.UU.), Alba (Alemania) y en la editorial Édicije Bozicevic (Croacia).

Asimismo, es redactor permanente del Diario Cine y Literatura.

 

«La consagración de la autenticidad», de Giller Lipovetsky (Editorial Anagrama, 2024)

 

 

 

Nicolás Poblete Pardo

 

 

Imagen destacada: Gilles Lipovetsky.