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[Ensayo] «La invitada»: Profundas tragedias que prefieren esconderse

En esta nueva novela de la autora estadounidense Emma Cline las andanzas de su protagonista durante cinco días por las opulentas residencias de los Hamptons (en la isla de Long Island, Nueva York) no se olvidarán fácilmente para su lector, en un relato que se percibe sugestivo, brillantemente narrado e inquietante en sus implicaciones existenciales.

Por Cristián Uribe Moreno

Publicado el 19.2.2025

La escritora norteamericana Emma Cline (California, 1989) se hizo mundialmente famosa por su primera novela Las chicas publicada en 2016. Relato fascinante sobre Evie, una adolescente que en el año 1969 se va a vivir a una comunidad hippie, liderada por un carismático líder llamado Russell.

El libro, basado libremente en la figura del asesino Charles Manson, fue un éxito rotundo y elevó la figura de Emma Cline a una celebridad literaria. Luego del triunfal debut, publicó la nouvelle Harvey en 2020, una breve narración en primera persona del productor Harvey Weinstein, encerrado en la casa de un amigo, en el día anterior a la sentencia de su juicio.

Con todo, el abominable personaje divaga sobre sus actuaciones y su posible futuro. En esta obra, vuelve a mostrar, en menor escala, su talento para retratar la sicología de personajes «reprobables», socialmente hablando. Lo último conocido por estos lares, fue el libro de relatos Papi en 2022, donde a través de diez cuentos, la escritora presenta una serie de personajes y sus dramas en primera persona.

En ese entonces, se le comparó con Raymond Carver y su gran ojo para escudriñar en esas tragedias profundas que los individuos suelen esconder.

Toda esta incipiente obra, ha sido publicada por la editorial Anagrama. Ahora, la misma editorial en su colección Panorama de Narrativas, nos trae su esperada segunda novela La invitada (2024). Un texto donde la creadora estadounidense vuelve sobre un personaje femenino y su peculiar visión de la vida.

 

Los enigmas de una figura seductora

La historia gira en torno a Alex, una chica de veintidós años, que está en Long Island, disfrutando en la costa de su nueva conquista, un cincuentón Simón, quien tiene un muy buen trabajo, dinero para vivir holgadamente y acepta que la protagonista transite con absoluta libertad en su casa.

Alex, en una fiesta en la mansión de una amiga de Simón, mete la pata y le pide que abandone la residencia en la playa. La muchacha acepta marcharse pero no vuelve a la ciudad, a Nueva York, pues concibe un plan para reconciliarse con el hombre, en una fiesta a la cual no está invitada y que él dará en cinco días más en su propiedad.

Por lo que Alex solo debe sobrevivir durante ese tiempo, sin dinero, sin amigos, sin contactos, por sitios en los que se pueda alimentar y dormir.

El relato se teje alrededor de la manera en la cual Alex se las arregla, dejando al descubierto el interior del personaje.

A través de recuerdos y actuaciones, la autora estadounidense configura a una personalidad femenina que no tiene claro qué hacer con su vida, una mujer que también huye de una expareja, Dom, quien es violento y al cual le debe dinero que tomó sin preguntar. No obstante, sabe qué hacer para sostenerse en esos pocos días.

La característica principal de ella, a su corta edad, es saber lo que quiere las personas, en especial de los integrantes del sexo opuesto. Con una capacidad elocuente en su accionar, ella seduce fácilmente a hombres mayores, porque se comporta de acuerdo a lo que ellos desean. Luego, la mantienen como pareja, hasta que ocurre algo que la separa de sus conquistas.

Esa ambigüedad moral de las acciones de su protagonista, contrasta con la precisión con la cual Alex lee a las personas. Y para ello recurre a una estética narrativa que suele adaptarse a las circunstancias. En esa definición, ella crea su propio relato, basado en lo que su seductora figura proyecta.

Por lo general, cuando se presenta, se muestra como una estudiante universitaria, de arte, que vacaciona en la adinerada costa neoyorkina. Pero nunca se contesta la pregunta verdadera: ¿quién es ella?, ¿a qué se dedica Alex?

 

En el rostro del otro

De esta manera, se le puede entender como una joven prostituta, una escort, una chica que se aprovecha de adultos adinerados. Alex entiende que ella es una necesidad para cierto tipo de personas:

«Eso era lo que querían todos, ¿o no? Ver, en el rostro del otro, pura aceptación. Era simple, en realidad, pero tan inusual que la gente no lo recibía de su familia, no lo recibía de su pareja, tenía que buscarlo en alguien como ella» (p. 226).

Con todo, esta identidad que se modifica para ser aceptada, la transforma en una figura voluble e inconstante. Esta forma de actuar ha permitido a Alex sobrevivir sin mayores apuros.

Sin embargo, junto a esta virtud de acomodarse a las situaciones y a las personas, Alex también tiene la «virtud» de equivocarse, de manera consciente. Como si no pudiera detenerse, en ciertos momentos, una fuerza en ella acomete acciones que lo complican todo.

Y desde ahí, se pueda entender como Alex, una chica joven y guapa, vaga sin dinero, sin conocidos a los cuales recurrir, escondiéndose de los demonios de su pasado, materializados en esa presencia ominosa que es Dom, viviendo pellejerías para subsistir, tras un propósito claramente descabellado:

«Ahora no daba miedo pensar en eso. Ahí, al lado de esa piscina helada, tal vez se había convertido en el fantasma que siempre había imaginado» (p. 223).

La novela es un viaje forzado de un personaje que se hunde sin percatarse de ello. En este trayecto, Alex llegará a las profundidades de sí misma, sin buscarlo, sin proponérselo, pero de manera implacable.

Emma Cline tiene una gran intuición para introducir al lector en esta historia de un personaje que mirado desde otro punto de vista, es una presencia incorrecta, socialmente incómoda, y el cual ha sido acorralado por las circunstancias.

Aunque Alex no lo conceptualice, se siente que ha llegado el momento de enfrentar la verdad que ha esquivado por años. Ella que, como lo insinúa el título del libro, solo ha vivido de «invitada» en esta vida y su suerte parece que está por acabarse.

Las andanzas de Alex en estos cinco días por las opulentas residencias de Long Island no se olvidarán fácilmente, en un relato que se percibe sugestivo, brillantemente narrado e inquietante en sus implicancias.

 

 

 

 

 

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Cristián Uribe Moreno (Santiago, 1971) estudió en el Instituto Nacional General José Miguel Carrera, y es licenciado en literatura hispánica y magíster en estudios latinoamericanos de la Universidad de Chile.

También es profesor en educación media de lenguaje y comunicación, titulado en la Universidad Andrés Bello.

Aficionado a la literatura y al cine, y poeta ocasional, publicó asimismo el libro Versos y yerros (Ediciones Luna de Sangre, 2016).

 

«La invitada», de Emma Cline (Editorial Anagrama, 2024)

 

 

 

 

Cristián Uribe Moreno

 

 

Imagen destacada: Emma Cline (por Daria Kobayashi Ritch).

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