Obra seminal y polémica, este volumen del filósofo y antropólogo francés René Girard invita a sus lectores a cuestionar las estructuras fundamentales de la cultura y de la religión, al proporcionar una visión provocadora que desafía las percepciones convencionales sobre la naturaleza humana y la forma en que las sociedades lidian con la brutalidad.
Por Alfonso Matus Santa Cruz
Publicado el 24.12.2023
Un lanza corre por las veredas de la Alameda hasta que lo atrapan civiles indignados, lo amarran a un poste y lo calumnian y funan hasta recrear un ritual milenario sin saberlo. Quién pensaría que un acto tan sintomático del rencor y la violencia que ha penetrado en todas las capas de nuestra cultura es también una recreación de rituales llevados a cabo por tribus dispersas por los continentes, ya sea en una isla polinésica o en una polis de la antigua Grecia.
Y, sin embargo, la violencia fundacional siempre busca una víctima en la cual el colectivo arroje todas las culpas para purgar el caos que late agazapado en nosotros.
Toda la arquitectura de nuestra cultura, desde sus instituciones religiosas hasta las políticas y económicas, provienen de algunos ritos que se remontan a un pasado remoto y la mayoría de las veces involucran el ejercicio del sacrificio como modo para vincularse con la divinidad y rogar por una cosecha abundante o el cese de la guerra.
Esta aventurada hipótesis es la que plantea el heterodoxo antropólogo y crítico cultural francés René Girard (1923 – 2015), en su polémico y fascinante ensayo La violencia y lo sagrado, publicado originalmente en 1972 y que reedita la editorial Anagrama en su colección Compactos.
Una obra perspicaz y de una envergadura avasallante que investiga desde las raíces de los mitos y sus relecturas en la tragedia griega, hasta las distintas modalidades rituales de las tribus de las islas Trobriand o las implicancias de los ritos y el sacrificio en la antigua China, llegando hasta Shakespare y nuestra modernidad abigarrada en que el progreso materialista ha relegado las fundaciones sagradas y rituales de la cultura, propiciando un caos cada vez más inclemente y desaforado.
Unir los corazones
El arco argumental que traza Girard es tan amplio como minucioso y se alimenta de una erudición que conjuga la pasión lectora con la precisión en la elección de textos y ejemplos poderosamente evocativos que dan cuenta de la influencia del acto sacrificial a lo largo de la historia y a lo ancho del globo.
Así al comenzar a esbozar su tesis, alude a El libro de los ritos de la antigua China, en el cual se afirma que: «los sacrificios, la música, los castigos y las leyes tienen un único y mismo fin: unir los corazones y establecer el orden».
Nosotros, los modernos, herederos de la tradición judeocristiana y el sistema legal romano, asumimos de forma rasa que si alguien comente un crimen la culpa recae en su persona, en su cuerpo. Es así como la pérdida de libertad que implica una condena penal ajusticia y trata de purgar el desequilibrio en la balanza de la justicia.
Lástima que esta dinámica no resuelva la raíz de la violencia que azota nuestros instintos, ya que el ciclo incombustible del ojo por ojo, que se remonta a los albores de la civilización babilónica, es atizado precisamente por este sistema.
El culpable conserva su rencor frente a la sociedad y sus desigualdades intrínsecas mientras la víctima rara vez recupera su seguridad o confianza para desenvolverse en la jungla de las sociedades modernas. La propuesta de Girard, releyendo con hondura y audacia la arquitectura que sostiene a los distintos mitos y tragedias, a las grandes narrativas humanas, en fin, apunta a las antípodas: antes toda la violencia colectiva era purgada en la figura que él denomina como la víctima propiciatoria.
Luego, tras una relectura reveladora del Edipo de Sófocles afirma que: «La dirección general de la presente hipótesis parece clara. Cualquier comunidad víctima de la violencia o agobiada por algún desastre se entrega gustosamente a una caza ciega del ‘chivo expiatorio’. Instintivamente, se busca un remedio inmediato y violento a la violencia insoportable. Los hombres quieren convencerse de que sus males dependen de un responsable único del cual será fácil desembarazarse».
Un vaso de agua fría a los excesos
Los ritos sacrificiales son, entonces, un mecanismo para mantener la violencia fuera de la comunidad. ¿Qué ocurre en una sociedad que ha olvidado sus ritos y relegado toda sacralidad y noción de sacrificio a cambio de una competencia indiscriminada de individuos aislados que rara vez construyen comunidades genuinas?
Así, la violencia se multiplica y toma mil formas diversas rompiendo todos los límites y medidas que tratan de imponer las leyes y los gobiernos, sea a través de una constitución o la fuerza bruta de los policías y de las fuerzas armadas.
Obra seminal y polémica La violencia y lo sagrado invita a sus lectores a cuestionar las estructuras fundamentales de la cultura y la religión, proporcionando una visión provocadora que desafía las percepciones convencionales sobre la naturaleza humana y la forma en que las sociedades lidian con la violencia.
Pese a cumplir medio siglo desde su publicación original el profuso ensayo de Girard continúa siendo una lectura estimulante para todos aquellos dispuestos a explorar en la intersección de la antropología, la teoría cultural y la filosofía.
Su tesis, tan desafiante como astutamente defendida y respaldada, arroja un vaso de agua fría tanto a los excesos de los progresistas como de los neo fascistas, proponiendo una veta discursiva que logra matizar y ofrecer alternativas a la crisis de la violencia irracional que azota a nuestras sociedades.
***
Alfonso Matus Santa Cruz (1995) es un poeta y escritor autodidacta, que después de egresar de la Scuola Italiana Vittorio Montiglio de Santiago incursionó en las carreras de sociología y de filosofía en la Universidad de Chile, para luego viajar por el cono sur desempeñando diversos oficios, entre los cuales destacan el de garzón, el de barista y el de brigadista forestal.
Actualmente reside en la ciudad Puerto Varas, y acaba de publicar su primer poemario, titulado Tallar silencios (Notebook Poiesis, 2021). Asimismo, es redactor permanente del Diario Cine y Literatura.
«La violencia y lo sagrado», de René Girard (Editorial Anagrama, 2023)
Alfonso Matus Santa Cruz
Imagen destacada: René Girard.