El exsecretario ejecutivo del Consejo de Monumentos Nacionales de Chile durante el primer gobierno de Michelle Bachelet y parte de la inicial administración de Sebastián Piñera (2006 – 2011), dialoga con el Diario «Cine y Literatura» en torno a la degradación social y patrimonial que afecta al conjunto habitacional William Noon de la comuna de Providencia y también acerca de las posibles soluciones al problema.
Por Enrique Morales Lastra
Publicado el 5.4.2025
Comercio sexual que se desarrolla sin control ni menos regulación, hostales clandestinos que son manejados por redes a las cuales en la práctica resulta imposible fiscalizar y un grave deterioro en la sensación de seguridad en la vida cotidiana por parte de sus vecinos, corresponden al alarmante horizonte cotidiano que padece la Zona Típica William Noon, ubicada en pleno barrio Manuel Montt, de una de las comunas más ricas del país: Providencia.
Y pese a que las acuciantes dificultades del conjunto habitacional protegido por la Ley 17.288 y por su Reglamento sobre Zonas Típicas o Pintorescas (promulgado en 2016), han sido inclusive expuestos con detalles en recientes y sucesivos concejos municipales de la administración local donde se encuentra emplazado, las incivilidades que afectan a los inmuebles diseñados por los famosos arquitectos Ricardo Larraín Bravo y Víctor Jiménez Cruz en 1928, se mantienen incólumes y bajo el goce de un excelente estado de salud.
En especial, se hace referencia a las profundas complejidades urbanas y de protección —que generan en sus calles—, la impunidad de las cuales disfrutan tanto el ejercicio del comercio sexual, como el acelerado desarrollo de los denominados hostales clandestinos.
Sobre la grave coyuntura de la prostitución y de sus importantes externalidades negativas en relación a la integridad física y psíquica de los vecinos del barrio, en la actualidad «sólo dos» inmuebles de la Zona Típica son utilizados para esos fines, los cuales, sin embargo, permanecen en esa tranquila e irregular condición desde principios del año 2021.
En su momento (primer semestre de 2023) llegó a constatarse la sorprendente cantidad de cinco prostíbulos distintos que existían y realizaban sus polémicas actividades, en el interior de los límites urbanos del llamado conjunto habitacional William Noon de la comuna de Providencia.
Los dueños de cada una de esas propiedades reciben entre $5 y $6 millones por concepto de arriendo al final de cada mes.
Residenciales y psicólogos sin patente municipal
Por otro lado, con la carencia o bien la ausencia de la autorización comunal necesaria (a la fecha de hoy), ejercen como residenciales, hostales o simples lugares que prestan servicios de alojamiento, las siguientes direcciones emplazadas en la Zona Típica William Noon: Alberto Magno 1346, Alberto Magno 1347, Alberto Magno 1360, Alberto Magno 1366, Alberto Magno 1370, Alberto Magno 1376, Alberto Magno 1383, Alberto Magno 1396, Alberto Magno 1421, Manuel Montt 488, Manuel Montt 492, Manuel Montt 520, Manuel Montt 522 y Manuel Montt 526.
También, se pudo detectar a una casa (Eliodoro Yáñez 1346) en la cual una serie de profesionales del área de la salud (psicólogos) atienden a sus pacientes sin presentar en los registros municipales las respectivas patentes para tales propósitos de consulta médica.
Para buscar respuestas y posibles soluciones a esta encrucijada que es política, social y por supuesto que cultural, el Diario Cine y Literatura entrevistó a Óscar Acuña Poblete, una autoridad nacional en el tema patrimonial, abogado formado en la Universidad de Chile y exsecretario ejecutivo del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) en el período comprendido entre los años 2006 y 2011.
Especializado en derecho administrativo, legislación patrimonial, cultural y propiedad intelectual, con más de dos décadas de experiencia en el ejercicio privado de su profesión, Acuña además es profesor universitario y ha ocupado los altos cargos de decano y de rector, ambos en la Universidad Internacional SEK.
«Para efectos de los usos, quien tiene competencia legal es el municipio»
—¿Cuál es el diagnóstico desde tu experiencia profesional acerca del deterioro que padece el conjunto habitacional William Noon de la comuna de Providencia (comercio sexual y hostales clandestinos)?
—La Ley de Monumentos Nacionales regula las intervenciones físicas que se hacen en los inmuebles desde el punto de vista arquitectónico, no los usos que se den a los mismos.
Para efectos de los usos, quien tiene competencia legal es el municipio al momento de ver si por plan regulador se le puede dar patente a un determinado establecimiento.
Naturalmente hay usos que resultan perjudiciales para los valores protegidos por la Zona Típica pero el Consejo de Monumentos Nacionales no tiene facultades para intervenir en ello.
Pensemos además que, en el caso de las Zonas Típicas, se protege la expresión arquitectónica y eso no incumbe el interior de los inmuebles.
La Ley 17.288: una legislación superada
—¿Crees que la Ley 17.288 se encuentra superada para hacer frente a las necesidades y urgencias que plantean la conservación de los monumentos nacionales en el Chile de hoy?
—Absolutamente superada, esta obsoleta por todas partes. Protege monumentos que es un concepto que es parte del género patrimonio, pero que hoy está superado pues se debe proteger el Patrimonio (tangible e intangible).
Como sucede en Chile esto está diagnosticado hace décadas y nadie hace nada, seguimos evaluando.
Hay un proyecto de ley en trámite en el Senado pero su avance y mejora puede ser complejo.
«Es necesario que el Patrimonio se vea con orgullo y no como un problema»
—Ese proyecto de ley que mencionas (impulsado por el segundo gobierno del Presidente Sebastián Piñera) plantea el concurso de los Juzgados de Policía Local en la conservación de lo que hoy conocemos como Zonas Típicas, pero gran parte de los problemas que aquejan al conjunto habitacional William Noon se deben en cierta medida a la ausencia de fiscalización municipal al respecto. ¿Cómo observas esa situación en una hipotética nueva legislación en particular?
—Naturalmente nunca van a existir suficientes recursos económicos y humanos.
Lo más importante será el control social y que las Zonas Típicas demuestren que su aporte está dado por la mejora en la calidad de vida de sus habitantes y usuarios.
Es necesario que el Patrimonio se vea con orgullo y no como un problema, para esto además, es necesario que el Consejo de Monumentos Nacionales responda con más celeridad y criterio a las intervenciones que se plantean por los propietarios de los inmuebles.
«La carencia de incentivos al propietario es parte del problema que es necesario resolver»
—¿Cómo se deberían resolver en el contexto de la institucionalidad (actual y futura), las coyunturas plásticas y urbanas que afectan a las Zonas Típicas en el Chile contemporáneo?
—No todo será materia del Consejo de Monumentos Nacionales o su continuador legal, es necesario que el Plan Regulador y el Municipio cuenten con definiciones claras que den soluciones y apoyos a la conservación del patrimonio.
La carencia de incentivos al propietario es parte del problema que es necesario resolver.
«No es gratis dañar el patrimonio»
—El miércoles 3 de abril, el diario El Mercurio en su portada alertaba sobre la grave degradación que sufre en la actualidad el monumento a Arturo Prat y a los héroes de Iquique emplazado frente al Mercado Central. ¿Tenemos un problema cívico, político y cultural con nuestros símbolos patrimoniales?
—Sin duda que es una crisis valórica que pasa por lo educacional y que también se ve reflejado en que las instituciones legales: Consejo de Monumentos Nacionales, Consejo de Defensa del Estado, Fiscalía y Tribunales deben demostrar que la Ley se aplica y que no es gratis dañar el patrimonio.
Si no logramos todo esto, seguiremos llorando periódicamente estas pérdidas.
¿Alguien recuerda el robo de la espada de Manuel Bulnes del Museo Histórico Nacional?
«El CMN requiere una cirugía mayor»
—Finalmente, ¿apuestas por un Consejo de Monumentos Nacionales de Chile renovado o por una supresión del mismo?
—La institución no es mala, pero requiere cirugía mayor.
Es positivo que sea un organismo colegiado y no un servicio público a cargo de un funcionario pero es necesario separar roles.
La operación cotidiana necesita mayor celeridad y sólo algunos temas deberían llegar al Consejo propiamente dicho.
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El sector de la Zona Típica William Noon que colinda con Eliodoro Yáñez ha visto en peligro su seguridad a causa del comercio sexual
Tráiler:
Imagen destacada: Óscar Acuña Poblete.