Bradley Cooper se consagra como un gran autor con una personal y meticulosa visión al escribir, producir, dirigir y protagonizar el lado más íntimo del mítico Leonard Bernstein. Así, este «biopic», que relata la relación del director de orquesta con su esposa Felicia Montealegre tiene una notable realización y por sobre todo potentes y sensibles actuaciones de parte de sus roles protagónicos.
Por Rafael Jaramillo Avellán
Publicado el 21.12.2023
Rendir honor a una mente maestra a la vez que exploras quien es la maravillosa persona por la que desborda su amor incondicional no es tarea fácil. La narrativa circular de la película es una que facilita poder rondar por las diferentes etapas cruciales en la creación de una leyenda y el desarrollo de una historia pasional sincera pero turbulenta.
Se nos presentan dos etapas para todo esto, el inicio de la luna de miel tanto del estrellato como del amorío y la época donde parece que ser esposo, padre y persona no compaginan con ser artista. El bonito recuerdo de esa luna de miel es un retrato en blanco y negro donde nos adentran a una ficción linda con movimientos de cámara y encuadres de ensueño que te sientes en medio de un recuento de bellos recuerdos.
La dura etapa del artista en su matrimonio, las relaciones interpersonales y tumultos emocionales tienen una narrativa visual de bastante realismo, drama y cercanía con él y su esposa que triunfa en sacar todo el talento actoral de Bradley Cooper y Carey Mulligan.
La condena de ser artista
El derrame de talento actoral aquí es una cosa de locos. Bradley Cooper domina el espíritu intenso de Leonard Bernstein a la vez que el increíble maquillaje, voz y modismos hacen que uno se convenza de que es el director de orquesta en pantalla y no un actor.
Por su parte, Carey Mulligan brilla por ser una actriz con un talento único. Puede ser tierna y frágil a la vez que tiene la fuerza para ser esa esposa afligida, frontal y decidida. Ella bien lo dice: «Siempre he sabido como es él». Ambos actores más allá de que tan bien se adentran y comprometen con sus personajes, dejan la boca abierta en los momentos dramáticos, en interpretaciones merecedoras de elogios y de aplausos.
Se aprecia en Maestro una cuestión fundamental con respecto al núcleo argumental que se retrata, porque si bien queda claro que se explora una relación de a dos, bastante de la trama es un recuento de acontecimientos en la trayectoria biográfica de estas personas (Leonard y Felicia).
Así, existen muchas preguntas que no se responden o no se plantean con respecto a la profundidad del protagonista o los demonios que nacieron puertas adentro en aquel matrimonio.
Navegamos mucho en la superficie, pero no nos adentramos tanto en el fondo. Dentro de todo, la cúspide del trabajo de Bradley Cooper recae en una espectacular escena que capta toda la magia y energía de quien fue el director de orquesta más importante de Estados Unidos.
Por esto y lo ya mencionado, Maestro es una de las mejores películas de 2023.
***
Rafael Jaramillo Avellán (Guayaquil, 1994) estudió ingeniería civil en el Tecnológico de Monterrey (México) y actualmente cursa una maestría en innovaciones pedagógicas en la Universidad Casa Grande (Ecuador).
Amante del audiovisual desde muy pequeño, lleva siete años escribiendo crítica de cine y ha colaborado con revistas tanto físicas como digitales. Sus escritos pueden encontrarse en su blog personal.
Tráiler:
Rafael Jaramillo Avellán
Imagen destacada: Maestro (2023).