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[Estreno] «Rompan todo»: La historia del rock y de una identidad latinoamericana

Esta serie documental compuesta de seis episodios creada por el realizador argentino Nicolás Entel y dirigidas por Picky Talarico— y la cual se exhibe a través de la plataforma de streaming Netflix— es un gran esfuerzo audiovisual y dramático a fin de explicar los senderos que vivió la música popular en nuestro continente, con sus avatares y periplos: a veces como resultado lógico de una indagación estética y constante de sonidos propios, y en otras oportunidades, determinada por los acontecimientos históricos y políticos que sacudieron a esta región del planeta.

Por Cristián Uribe Moreno

Publicado el 22.12.2020

La historia es una serie de afirmaciones con distorsiones, renuncias, omisiones y mitificaciones. Por eso, al ver la serie de Netflix, Rompan todo: La historia del rock en América Latina, sobre la aparición del rock en nuestro continente (desde los lejanos 50 hasta llegar al presente, un trance histórico de más de 60 años, en menos de seis horas), las sensaciones que quedan son variadas.

Deleite por ver ciertas imágenes y escuchar melodías casi olvidadas, enojo por lo no exhibido, asombro por ciertas aseveraciones de los protagonistas, pero, sobre todo, satisfacción de ver gran parte del playlist de nuestra vida en pantalla. Porque para muchos que pasamos de los 40, ahí están muchas de las canciones y voces que nos han acompañado durante décadas.

El título alude a esa actitud de la que hablan los rockeros y que estaría en el ADN de este tipo de arte: una suerte de rebeldía, de pulsión que emana de la actividad misma y que hace temblar los cimientos de lo establecido. Como bien lo muestra el concierto en Luna Park y Billy Bond incitando a los asistentes a que “rompan todo”.

Pero también, para los más viejos, nos recuerda el título de la canción de Charly García y Pedro Aznar que aparece en “Tango 4”, “Rompan todo”, una canción que grabaron con la voz del inigualable Sandro. La canción resume una de las premisas que se exponen en el documental, la idea de mezcla de tiempos, estilos y culturas.

En un principio, la tarea de ordenar un maremágnum de imágenes, voces y hechos suena a una tarea titánica. Por lo que la decisión de presentar el documental a través de sus propios protagonistas contando la historia (sus propios puntos de vista, historias y anécdotas), es el primer paso para dotar de sentido algo que en un comienzo parece caótico: la crónica de una energía juvenil que se volvió en la representación de una época (y de varias más).

Junto con esto, se establece una interrogante, que queda flotando en el relato y que cada artista responde a su manera. Una pregunta básica que fluye durante la narración para entender qué se muestra y qué no.

La pregunta que incomoda, por obvia o por inescrutable: ¿Qué es el rock?

 

De Charly García a Molotov

Desde el inicio queda claro que no existe una respuesta clara y única (así como tampoco existe una unívoca “historia”). Y que a lo largo del tiempo, el concepto mismo ha ido mutando en las distintas expresiones y perfomances de sus protagonistas.

Las imágenes de músicos icónicos en esta actividad, con registros documentales de respaldo, son lo más emotivo de la serie.

Ver a Charly García, Fito Páez, Sumo, Vicentico, Soda Stereo, Luis Alberto Spinetta, Jorge González, Los Jaivas, Alvaro Henríquez, Café Tacuba, Molotov, y otros más que mi cabeza no logra recordar (algunos con un tufillo a museo viviente), es un deleite en sí.

Y después está la narración misma que va hilvanando hechos, reconstruyendo memoria y vinculando países, épocas y personas. Exhibiendo como este tipo de música proveniente de EE. UU. atraviesa las fronteras y se convierte en voz de una novel generación que vio en este tipo de arte sonoro su manera de expresarse.

Desde ese momento —en que los jóvenes comenzaron a actuar imitando a otros jóvenes de otras latitudes—, la música se transformó en el reflejo de una realidad que en Latinoamérica se mostraba diversa, incierta y precaria.

No obstante, la música rock se posicionó poco a poco como el canal de una generación que comenzó a incomodar al poder, para luego cuestionarlo directamente.

Y en esa trama que expone el documental se encuentra lo mejor de él.

 

Historia y raíces

Cuando la música pasa más allá de la entretención y sus acordes van reflejando los convulsionados sucesos históricos de América Latina (no sé por qué, pero siempre se me viene a la cabeza la palabra “convulsionado” al momento de hablar de la Historia en nuestro continente) son los mejores pasajes del relato.

Aparecen imágenes de la matanza de Tlatelolco, los procesos sociales en Chile y Argentina (Allende y Perón), las dictaduras, el terremoto en Ciudad de México, la guerra de las Malvinas, la irrupción de los zapatistas, como momentos claves que determinaron  el quehacer musical.

Hechos que también muchos de nosotros vivimos y padecimos. Y es en esas coyunturas donde la música se junta con los vientos de la historia y deja huellas profundas en las sociedades.

Asimismo está la historia de la música misma. Las anécdotas, las disputas, los propios derroteros de los sonidos como van desarrollándose, como buscan su propia voz, en base a influencias de unos con otros, influencias extranjeras, influencias del folklore propio de cada país, de músicos con formación académica, con músicos sin ningún tipo de formación, es decir, una fusión de elementos variados. Y todos con unas ganas de crear, de participar y en última instancia, de vivir por y para la música.

Para nosotros, en este apartado rincón del continente, quizá lo más alejado que percibimos, es el relato de los músicos mexicanos. Músicos que en mi perspectiva no tenemos como aquilatar su aporte, pero que dentro de la narración, se presentan como fundamentales en el panorama musical centroamericano.

Como es el caso del Tri, Caifanes, Botellita de Jerez o Maldita Vecindad. Grupos que los artistas aztecas reivindican en pantalla, pero que por estos lares, poco escuchamos.

Lo más más reprochable del documental, desde mi punto de vista, es la evidente exclusión de la música brasileña. Como si la influencia de su música en tendencias como Bossa Nova, Tropicália o el MPB nunca hubiesen sido escuchado en estas latitudes. Una falta de consideración inexcusable.

Pese a todo, el documental es un gran esfuerzo para explicar los senderos que vivió la música rock en nuestro continente, con sus avatares y periplos, a veces como resultado lógico de una indagación constante de sonidos propios, otras veces impelidos por los acontecimientos históricos.

Todo para configurar un relato audiovisual ecléctico, pleno, vibrante, pero sobretodo, muy particular, muy rockers sudamericans.

 

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Cristian Uribe Moreno (Santiago, 1971) estudió en el Instituto Nacional «General José Miguel Carrera», y es licenciado en literatura hispánica y magíster en estudios latinoamericanos de la Universidad de Chile, también es profesor en educación media de lenguaje y comunicación de la Universidad Andrés Bello.

Aficionado a la literatura y el cine, y poeta ocasional, publicó en 2017 el poemario Versos y yerros.

 

 

 

Tráiler:

 

 

Cristián Uribe Moreno

 

 

Imagen destacada:  Break It All: The History of Rock in Latin America (2020).

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