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«En fuga no hay despedida»: El mito de Violeta Parra

El montaje dirigido por Trinidad González se exhibe como una reflexión desde el teatro -acerca del abandono y de la displicencia- en los cuales vivió la artista a quien se le deben gran cantidad de los pilares fundamentales del folklore chileno. “El dolor no se puede cantar con voz académica”, es una de las premisas que surge de este homenaje al legado sin tranzas que entregó la poeta nacional.

Por Faiz Mashini

Publicado el 11.09.2017

Esta obra no es sólo un homenaje, es la catarsis de una despedida. El conflicto del personaje a lo largo de su vida por sacar a flote desde la médula misma de su idiosincrasia, la esencia de un pueblo; y en ese dilema, el drama existencial, afectivo y familiar contrapuesto al valor de su entrega en función de la gente.

Y aquí es donde el elenco, integrado por Paula Zúñiga, Nicolás Zárate, Nicolás Pavez, Piera Marchesani, Tamara Ferreira y Tomás González, se despliega con maestría, en espectacular coordinación de los espacios y su desplazamientos para generar las transiciones adecuadas entre uno y otro estado en la vida de Violeta Parra, denotando, así, una clara dirección de escena por parte de Trinidad González, con el fin de situar, demarcar y definir sobre el proscenio, a partir de la disposición corporal y de los movimientos de los personajes.

Se combinan, de esta manera, una iluminación siempre neutra en temperatura, pero pensada acorde a los cambios de estados y sectorizando los ambientes que tensionarán la relación entre los sujetos, para que el trabajo actoral ejecute de modo convincente los argumentos dramáticos que el relato de Luis Barrales expone.

La música revive, por medio de sus canciones, a la artista Violeta; canciones que son interpretadas por el mismo elenco y que otorgan un espectáculo completo y de interpretación envidiable. Sillas de madera uniformes y un vestuario neutral se llenan de atmósfera siendo ocupadas y transitadas por los diferentes caracteres que reviven en el uso de ponchos, mantas y otros, en la apropiación del personaje, siguiendo así con la lógica de la iluminación.

Mas, un momento magistral es el que entrega en el teatro la presencia del mundo que pertenece a las artes visuales, pues un cosmos detenido cobra vida con las máscaras de Loreto Jansana para adentrar a los espectadores en sus arpilleras, evocando el imaginario con que el Violeta tradujo su percepción de lo que para ella era lo más importante: “la gente”.

Sin duda, hay una visión particular de nuestra Violeta Parra que quiere ser mostrada, una manera de retratarla y en la cual el largometraje cinematográfico de Andrés Wood, también basado en el relato de Ángel Parra, ha causado una incidencia a futuro en la manera en cómo la apreciarán las futuras generaciones. Una Violeta humana, con defectos y virtudes, ya no tan distante y enaltecida, pero que sigue proponiendo -creativamente- lo que en su vida brindó.

Nadie como esta artista ha escarbado en la raíz del pueblo para devolverle esa sabia a la misma comunidad (valga la redundancia). Y es ahí donde se encuentra el dilema: la entrega sacrificada en choque con un mundo hipócrita, indolente y desclasado. Violentada por la injusticia, en tanto amor que no tiene retribuciones, nos acercamos a la intimidad por una ventana abierta en la vida de esta mujer que trascendió al corazón de todos, incrustándose de pleno en la identidad nacional. Es la utopía y el sinsabor de aquella entrega que no encuentra retribución ni agradecimiento; la reflexión sobre el abandono y la displicencia a quien le debemos gran cantidad de los pilares fundamentales del folklore chileno.

 

Las canciones de Violeta Parra son interpretadas por el mismo elenco en el montaje de «En fuga no hay despedida»

 

Ficha técnica:

Dramaturgia: Luis Barrales
Dramaturgismo: Elenco y Trinidad González
Dirección: Trinidad González
Asistente de dirección: Katherine Velásquez
Investigación: Ignacio Ramos
Elenco: Paula Zúñiga, Nicolás Zárate, Nicolás Pavez, Piera Marchesani, Tamara Ferreira y Tomás González
Composición musical: Marcello Martínez
Diseño de Escenografía, vestuario e iluminación: Nicole Needham
Máscaras: Loreto Jansana
Producción: GAM
Temporada desde el 18 de agosto hasta el 23 de septiembre
Horario: Miércoles a sábado, a las 20:30 horas
Sala A2
Entrada general: $8.000, tercera edad y estudiantes: $3.000

 

Crédito de las fotografías: Centro Cultural Gabriela Mistral

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