El texto de la joven autora argentina es una novela gráfica que nos hace explotar en estruendosas carcajadas. Adictiva y cargada de vértigo funciona como un retrato de las sociedades occidentales pero también de la literatura argentina.
Por Joaquín Escobar
Publicado el 26.11.2019
Las formas de expresar la historia de los países y las personas deben ser múltiples y variadas. Es un error circunscribir todo a la música y a la literatura convencional. Más bien, se debe preservar la memoria de cualquier forma posible, y todos los mecanismos que entrega la posmodernidad sirven para representar, y en muchos casos, generar conciencia. Por lo mismo, debemos aplaudir a rabiar todas las novelas gráficas que -de forma cada vez más habitual- están retratando una historia íntima y pública. Por lo general la academia chilena es reticente a las nuevas formas de narración, amparados en lo decimonónico de sus discursos, desmerecen cualquier forma discursiva novedosa por considerarla parte de una configuración menor y sencilla. Allá ellos y sus convencionalismos, en los dibujos y las viñetas también hay espacios para construir nuevos relatos.
La editorial Hotel de las ideas viene desarrollando un importante trabajo en el mundo del cómics. Desde Argentina y hacia el mundo, el proyecto crece sin prisas ni pausas. Aterrizando hace pocos meses con gran parte de su catálogo en nuestro país, comienza a posicionarse en los escaparates criollos a través de un desembarco que ojalá sea definitivo.
En los alrededores de la galaxia una extraterrestre aburrida y acorralada por la soledad decide bajar a la tierra. Lo que solo sería un viaje de entretención y ocio termina siendo una expedición sociológica sobre las formas en que se manifiesta la sexualidad en las sociedades contemporáneas. Una máquina con la cual dialoga -una especie de voz en off-, le dice que para bajar a la Argentina, más específicamente al barrio de Palermo, debe cambiar no solo su aspecto físico, sino también sus formas de relacionarse.
Construido mediante viñetas imponentes, el texto se debate en el terreno de la sociología, pues más allá del tejido artístico que tiene hay un propósito de establecer una mirada de las micropolíticas sociales bajo el código del humor.
Los textos de Baumann y en cierta medida también los de Foucault podrían resultar una gran banda sonora de esta novela gráfica. En todo momento los ecos de sus teorías resuenan en la obra de Sole Otero (Buenos Aires, 1985), pues los arquetipos en los que se sustentan los patrones de normalidad para conformar una sociedad son puestos en jaque. Desde la forma de abordar a una persona hasta la constitución de los gustos sexuales.
Intensa (Hotel de las ideas, 2019) es una novela gráfica interesante que nos hace explotar en estruendosas carcajadas. Adictiva y cargada de vértigo funciona como un retrato de las sociedades occidentales pero también de la literatura argentina. Por sus páginas deambulan escritores contemporáneos que retratan el medio editorial (el campo cultural) todo ello conjugado con un absurdo de amores y desamores que rebotan como espejos en las viñetas de nuestras propias vidas.
Joaquín Escobar Cataldo (1986) es escritor, sociólogo y magíster en literatura latinoamericana. Reseñista del diario La Estrella de Valparaíso y de diversos medios digitales, es también autor de los libros de cuentos Se vende humo (Narrativa Punto Aparte, 2017) y Cotillón en el capitalismo tardío (Narrativa Punto Aparte, 2019).
Asimismo es redactor permanente del Diario Cine y Literatura.
Crédito de la imagen destacada: Hotel de las ideas.