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«La biblioteca de los libros olvidados»: ¡Desconfiar, desconfiar y después… desconfiar!

El filme del realizador francés Rémi Bezançon —de reciente estreno en la cartelera chilena— es una obra audiovisual «querible» gracias a una trama donde el misterio se mantiene hasta el último minuto, y también por sus personajes dibujados a través de las magníficas actuaciones de un elenco liderado por Fabrice Luchini.

Por Alejandra Boero Serra

Publicado el 21.2.2020

«La escritura es la destrucción de toda voz, de todo origen. La escritura es ese lugar neutro, compuesto, oblicuo, al que va a parar nuestro sujeto, el blanco-y-negro en donde acaba por perderse toda identidad, comenzando por la propia identidad del cuerpo que escribe…»
Roland Barthes

La biblioteca de los libros olvidado (Le mystère Henri Pick), filme basado en la novela homónima de David Foenkinos y dirigida por Rémi Bezançon (El primer día del resto de nuestras vidas, Un feliz acontecimiento), es una comedia policíaca en la cual el detective tiene una curiosa misión: probar que el libro que se convirtió en bestseller de la noche a la mañana fue escrito por un escritor que no es el que figura en la tapa.

La historia comienza cuando una joven editora/escritora descubre, en una biblioteca que dice albergar todos los libros que han sido rechazados por las editoriales, el manuscrito de Las últimas horas de una historia de amor cuya autoría sería de un tal Henri Pick, un pizzero muerto al que no se le conocía afición a la lectura ni escribió en su vida, según referencias de su viuda, más que la lista de las compras. La cuestión es que la novela se publica, el éxito será fulminante y la increíble historia del autor será objeto de debate en el programa sobre literatura y crítica más visto de la televisión. Y es aquí donde entra a jugar Jean-Michel Rouche, presentador y crítico a quien nada de esto le cierra. Aún cuando pierda su reputación y trabajo irá tras su intuición: descubrir al verdadero autor de esta novela magistral.

Lo interesante de la propuesta es que Bezançon, como director y co-guionista junto a Vanessa Portal, convierte una película de entretenimiento —una trama que va de la comedia al thriller sin prejuicios— en una crítica genuina del mundo editorial ávido de novedades y clink caja. Y acierta en poner en el papel protagónico al genial Fabrice Luchini (Primavera en Normandía, Confidencias íntimas, Molière en bicicleta) que no ceja en su objetivo: llegar al verdadero autor que no es más que la excusa para seguir ejercitando el músculo de la crítica y perder su ego en pos del conocimiento y como antagonista a otra excelente actriz como Camille Cottin (Vacaciones con mamá, Foto de familia) en el rol de la hija del novel escritor.

La biblioteca de los libros olvidados es una película querible gracias a una trama donde el misterio se mantiene hasta el último minuto, a los personajes dibujados, siempre, tan cerca —nos son conocidos, plenos de humanidad y lejos de cualquier certeza—, a las magníficas actuaciones no sólo de los protagonistas —se lucen Alice Isaaz, Bastien Bouillon, Josiane Stoléru, Hanna Schygulla y Marc Fraize— y a la dirección de Rémi Bezançon.

El misterio del Sr. Pick se resuelve. Y el del cine sigue intacto en estas muestras de historias mínimas que continúan despertando la curiosidad y el entusiasmo de los espectadores.

 

Alejandra M. Boero Serra (1968). De Rafaela, Provincia de Santa Fe, Argentina, por causalidad. Peregrina y extranjera, por opción. Lectora hedónica por pasión y reflexión. De profesión comerciante, por mandato y comodidad. Profesora de lengua y de literatura por tozudez y masoquismo. Escribidora, de a ratos, por diversión (también por esa inimputabilidad en la que los argentinos nos posicionamos, tan infantiles a veces, tan y sin tanto, siempre).

 

 

 

Tráiler:

 

 

Imagen destacada: La biblioteca de los libros olvidados (2019).

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