Luego de su travesía anual al país centroamericano -por motivos académicos- el catedrático del Endicott College y redactor estable de nuestro medio, entrega su estampa acerca de la realidad, ventajas y problemas que implican viajar a esa nación hispana que fue conocida por su singular «Estado benefactor» durante buena parte del siglo XX.
Por Sergio Inestrosa
Publicado el 26.1.2020
He pasado tres semanas en el pueblo de Santa Ana, muy cerca de la capital de Costa Rica (San José), y como cada vez que visito el país, vivo con una familia, visito algunos lugares turísticos y hago un poco de trabajo comunitario junto junto a mis estudiantes.
Costa Rica, como casi todos sabemos, es un país privilegiado: el nivel de vida en su conjunto es uno de los mejores de América Latina, la expectativa de vida compite (en ese índice) con el de las naciones desarrolladas, aunque siga siendo una sociedad propia del tercer mundo.
He aquí algunas cosas que se pueden destacar de este pequeño país centroamericano:
1. El gobierno destina alrededor del 7,6% del Producto Interno Bruto (PIB) a educación y según datos del Estado es el país latinoamericano que más invierte en este rubro.
2. Según datos del gobierno, Costa Rica invirtió en promedio por año 8% del Producto Interno Bruto (PIB) en salud durante el período que va desde 2011 hasta 2016.
3. En el 2016 el entonces Presidente Solís afirmó que Costa Rica invertía un 8% del Producto Interno Bruto (PIB) en seguridad, lo que pondría al país a la cabeza del gusto público en seguridad en Centroamérica, junto con Panamá; pero hay algunos que disputan la veracidad de este hecho.
No olvidemos que Costa Rica y más recientemente Panamá son países que no tienen ejércitos, aunque mantienen diversos tipos de policías.
Lo que el viajero puede advertir al visitar, por ejemplo San José, la capital del país es un aumento de vigilancia en las zonas turísticas, lo que da a la gente una mayor sensación de seguridad. Me da la impresión de que la policía es más respetada en Costa Rica que en otros países de la región, por ejemplo hace unos días cuando regresábamos de visitar el Parque Nacional Manuel Antonio, el autobús que nos transportaba fue detenido e inspeccionado para que los documentos estuvieran en orden, y como no los tenía, fueron retirados todos los sellos y las placas de autorización con el fin de evitar que ese transporte siguiera circulando; lo interesante de observar -para mí- fue que el chofer en ningún momento se atrevió a ofrecerles un soborno a los agentes, aunque después del incidente él habló de que si hubiera sido un solo policía, se habría atrevido a hacerlo, lo cual revela que hay corrupción, pero que no siempre es factible quitarse una infracción de ese tipo.
Parece ser, sin embargo, que el tema de la seguridad es el talón de Aquiles del futuro de Costa Rica, la gente común y corriente se siente segura hasta cierto punto, y por supuesto la inseguridad en Costa Rica no tiene punto de comparación con otros países de Centroamérica, con excepción de Panamá.
¿Por qué la percepción de la seguridad es importante para el país?: Pues en buena parte de ello depende que se incremente el flujo de turistas extranjeros.
El turismo es clave para el desarrollo de la nación, así por ejemplo en el año 2016 los ingresos por concepto de turismo fueron del 6.3% de la producción total del país, por encimo de los ingresos de servicios médicos, de venta de electricidad y de inversiones en tecnología. Costa Rica se ha beneficiado de los problema de inseguridad de México y ha consistentemente captado parte del turismo que tradicionalmente visitaba al pueblo azteca, aunque el rubro “tico” se centra en destinos de playa y montaña, lo que incluye mucho de ecoturismo. Costa Rica carece de ciudades coloniales como las tiene Cuba, Guatemala, Perú o México.
Otra industria que se ha venido desarrollando de la mano del turismo es la producción de artesanías, y de ello se benefician otros países de la región como Guatemala que es rica en textiles, y que vende en Costa Rica sus productos haciéndolos pasar por artículos ticos, cuando no lo son; en este mismo orden, algunos inmigrantes salvadoreños están vendiendo sus artesanías de madera en el mercado de artesanías de San José.
Otro rubro importante respecto al turismo es conservar la belleza de la naturaleza del país, y aunque el gobierno hace un esfuerzo por recuperar áreas protegidas, no es tarea fácil por la demanda alimenticia. Costa Rica tiene, por ejemplo, 29 parques nacionales, con una diversidad rica en flora y fauna; el cobro de ingreso a estos parques nacionales es de 15 dólares, en promedio, para los visitantes extranjeros y de tres dólares para el flujo nacional.
Otro área de desarrollo en Costa Rica es la medicina geriátrica, pues muchos estadounidenses han encontrado ahí, el lugar ideal para retirarse, y aunque éste es un país con un costo de vida alto para la región centroamericana, no lo es para alguien que goza de una pensión media en Estados Unidos o Europa.
Otro punto importante a destacar es que Costa Rica se ha venido convirtiendo en un receptor de inmigrantes centroamericanos que ven cada vez más difícil emigrar a Estados Unidos, sobre todo con la militarización de la frontera sur de México. Costa Rica es un destino para los hispanos en problemas desde los años 70, cuando a causa de la Revolución Sandinista fue destino de asilo y de refugio para los nicaragüenses, pero ahora lo es también para los salvadoreños que buscan acogida en este país; por supuesto esto trae una serie de beneficios y retos para el gobierno de Costa Rica y hacia sus contribuyentes.
Si usted amigo lector, nunca ha visitado Costa Rica dese una vuelta por sus parque nacionales como Monte Verde, La Fortuna, Manuel Antonio, o visite playas como Jaco, Playa Hermosa o, mejor aún, las codiciadas costas de la provincia de Guanacaste.
Sergio Inestrosa (San Salvador, 1957) es escritor y profesor de español y de asuntos latinoamericanos en el Endicott College, Beverly, de Massachusetts, Estados Unidos, además de redactor permanente del Diario Cine y Literatura.
Imagen destacada: Teatro Nacional en San José, Costa Rica.