Para el autor local, la necesidad de un pensamiento marca a gran parte del quehacer lírico nacional, en una reflexión que se ubica sobre un espacio geográfico y en un tiempo histórico precisos, y que obliga tanto al escritor como al lector a plantearse preguntas fundamentales.
Por Carlos Ravest Letelier
Publicado el 16.12.2018
El pensador porteño Jorge Polanco Salinas (Valparaíso, 1977), abre una reflexión interdisciplinaria donde la filosofía y la poesía logran un tránsito armónico.
En línea con el trabajo de Humberto Giannini: La reflexión cotidiana. Hacia una arqueología de la experiencia (Santiago, 2004), Polanco posee publicaciones en formato de libros de poesía: Las palabras callan (Altazor Ediciones, Viña del Mar, 2005), y Sala de espera (Alquimia Ediciones, Santiago, 2011).
En ensayo, libros: La zona muda. Una aproximación filosófica a la poesía de Enrique Lihn (Ril editores y Universidad de Valparaíso, Santiago, 2004), las plaquetas de prosa poética Cortometrajes (Editorial Fuga, Santiago, 2008), Umbrales de luz (Zorre Poesía, Buenos Aires, 2006), y en verso: Ferrocarril Belgrano (Ediciones Inubicalistas, Valparaiso, 2010).
En Tensiones del pensar. Materiales para un dialogo entre la filosofía y la poesía en Chile (Viña del Mar, 2016), Polanco navega a través de la cultura chilena, señalando: “La experiencia literaria en Chile, manifiesta una forma de pensar que Lihn denomino situada.” (Tensiones del pensar…, 2016).
Para Polanco la necesidad de pensamiento marca gran parte de la ruta de la poesía chilena: “un pensar que se ubica en un espacio geográfico y en un tiempo histórico preciso, obligando tanto al escritor como al lector a plantearse preguntas fundamentales”. (Tensiones del pensar, 2016).
A través de un diagnostico donde el lenguaje revela la precariedad del hombre a la hora de enfrentar el mundo, aparecen hipótesis previas en la misma dirección: Lo hablado ya no habla en lo escrito, la perdida de sentido en el mundo contemporáneo, la existencia en un presente continuo. En esa línea, la reflexión cotidiana como herramienta interdisciplinaria puede abrir espacios concretos para superar el vacío lingüístico que diagnostica el filósofo Jorge Polanco.
Crédito de la imagen destacada: Jorge Polanco Salinas.