«Las analfabetas»: Dos mujeres se encuentran

Protagonizado por Paulina García y Valentina Muhr, el filme del realizador nacional Moisés Sepúlveda abordó —cuando no era muy común hacerlo— ciertos tópicos de género y feministas, que hasta hace poco dentro de la cinematografía local constituían un verdadero tabú.

Por Carlos Pavez Montt

Publicado el 10.6.2020

La cotidianeidad es el espacio más ajeno que se puede representar. Es lo más cercano y lo más extraño al mismo tiempo, como si la identificación de la imagen y del trabajo artístico, con la subjetividad que toma el lugar de la recepción, fuera generando un sentido cada vez más complejo. Más aprehendedor.

El diario y las noticias que no importan. La información bajo las letras manuscritas de una tinta manufacturada en un país extranjero. La cultura letrada sobreponiéndose y ahogando a la protagonista hasta afectarla en los momentos más íntimos de su sociabilización. Y encontramos, de manera notable, una respuesta.

El poder sí nos afecta en los momentos cotidianos, y por defecto, sí nos constituye como personas afectadas por corrientes de distinta medición. Porque, a pesar de los años de diferencia, es el concepto de la contradicción, de esa “suerte de ignorancia primigenia” (Parra Z., J. 2014) lo que termina por hacer presencia en su/nuestra subjetividad.

Porque en algún momento choca la intención con la imposibilidad de una diferencia sustancial en la acción. La secuencia de fotos nos sugiere, interpretativamente al menos, que la respuesta no está en los vacíos cotidianos que llenan los titulares de los diarios o de la televisión, sino en otros que no son tan exhibidos.

Las analfabetas (2013) construye muchísimos encuentros donde los cambios en la actitud de las personas constituyen una línea de acción. Pero también lo hace la marginalidad de la cultura oral dentro de la letrada. Del imperio de lo escrito, que por su hegemonía nos hace creer que siempre existió y que es una parte constituyente del ser humano, incluso.

Pero lo más interesante son los encuentros a lo largo de toda la obra. Los diálogos ásperos, teatrales, los enfoques alargados en la conversación. En el contraste de dos personalidades o caracteres éticos se logra una comunión de la angustia que genera la no–trascendencia. O el no poder encajar con lo que veo en el exterior.

Y el calor humano. La dificultad y la repercusión de las consecuencias. De una vida temprana que no se condice ni apoya el futuro. De la realidad vigente de tener que lidiar con las cosas del pasado y estar sujeto a la visibilidad todo el tiempo. La discriminación. La tenue discriminación de las palabras de siempre.

El individualismo que sufre los gritos del sujeto: “Cuando la calidad se mide a partir de estadísticas e indicadores, poco importa lo que sucede con una niña cualquiera, que asiste a clases más para rellenar registros y actas que para educarse, en el amplio sentido del término”.

 

Citas:

Parra Z., J. (2014). Las analfabetas, La Fuga, 16. [Fecha de consulta: 2020-06-10]. Disponible en: http://2016.lafuga.cl/las-analfabetas/685.

 

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Carlos Pavez Montt (1997) es licenciado en literatura hispánica de la Universidad de Chile, y sus intereses están relacionados con ella (con la literatura en lengua romance), utilizándola como una herramienta de constante destrucción y reconstrucción, por la reflexión que, el arte en general, provoca entre los individuos.

 

 

 

Tráiler:

 

 

Carlos Pavez Montt

 

 

Imagen destacada: Las actrices Paulina García y Valentina Muhr en Las analfabetas (2013).