La última novela de la escritora francesa (Editorial Anagrama, 2019) es una lectura inquietante, que atrae al lector desde el inicio, con imágenes vivas y una pluma privilegiada al momento de evidenciar lo endeble de las emociones humanas, dejando muchas preguntas que el lector por sí mismo deberá responder.
Por Cristián Brito Villalobos
Publicado el 7.7.2020
Un coro de voces observa como el mundo se torna cada vez más hostil. Una madre de comportamiento errático e indulgente está obsesionada con su ex marido, quien por su parte es prisionero de una depresión que lo sumerge en su propia miseria de la cual no tiene ninguna intención de salir.
El hijo, un niño, Théo, absorbe todo el odio, el miedo y los dolorosos silencios, y, sin seguir un rumbo fijo, al tiempo que se escapa de clases, encuentra en el alcohol una vía de escape. Existe pobreza hasta el extremo del hambre. Es en ese escenario en el que crece.
Hélène, la profesora, cree que el niño sufre maltrato y le atormenta lo que le ocurre. En su comportamiento también se percibe una preocupación obsesiva por el chico. También está la voz de una mujer, Cécile, que desconfía de su marido, quien tiene una doble personalidad en internet. Es, además, la madre de Mathis, el mejor y único amigo de Théo, relación que ella desaprueba. Los compañeros comparten el silencio. Se entienden y apoyan sin necesidad de decir nada. Ambos son retraídos y buscan una salida.
Las lealtades, de Delphine De Vigan (1966), es una novela coral. Diversas voces con experiencias únicas y un punto de vista particular son las que narran esta historia cautivadora, donde la amistad y el amor se mezclan en un agudo silencio lleno de dolor e incertidumbre.
La fragilidad del ser humano es el eje central del volumen. Es así como vemos desfilar a seres heridos, que rasguñan las paredes del sufrimiento, pero que no logran escapar de sus propias pesadillas, ya sea por miedo o simplemente por desidia.
Escrita en capítulos titulados con los nombres de cada uno de los personajes principales, la narración se compone desde varias ópticas, lo que hace de la lectura una necesidad. La prosa de Delphine De Vigan es cuidada, pulcra y llana.
Las lealtades es una lectura inquietante, que atrae al lector desde el inicio, con imágenes vivas y una pluma privilegiada al momento de evidenciar lo endeble del ser humano, dejando muchas preguntas que el lector deberá responder. Una lectura muy recomendable.
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Cristián Brito Villalobos (Antofagasta, Chile, 1977), además de poeta y escritor es periodista titulado por la Universidad Católica del Norte y magíster en literatura de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Imagen destacada: Delphine de Vigan.