El gran reportaje de la Premio Nobel de Literatura 2015, más allá de su intrínseco valor testimonial, y por supuesto que artístico, inauguró una forma de lenguaje con el propósito de expresar y dar cuenta de un acontecimiento inédito y trágicamente novedoso —hasta entonces, en la historia de la humanidad—, como lo fue el accidente nuclear ocurrido en la desaparecida Unión Soviética, en abril de 1986.
Por Magdalena Vigneaux Ariztía
Publicado el 22.3.2020
Este libro, uno de los más aclamados de la escritora bielorrusa, se publicó en 1997, pero su versión definitiva es de 2006. Este último año aparece también, en Siglo XXI, la traducción al castellano de Ricardo San Vicente, que es reeditada por Debolsillo en 2015, temporada en la cual Aliéxievich no solo es galardonada con el Nobel de Literatura, sino también con el National Book Critics Circle Award al mejor libro de no ficción por la traducción al inglés de Voces de Chernóbil.
La obra, compuesta por una serie de monólogos y de coros, reúne las voces de personas corrientes cuyas vidas se vieron afectadas directamente por la explosión del cuarto reactor de la Central Eléctrica Atómica de Chernóbil (Ucrania, ex Unión Soviética), ocurrida el 26 de abril de 1986. En este sentido, la autora se refiere a su trabajo como la “historia omitida”, pero también podríamos clasificarlo bajo los términos ya acuñados de “historia oral”, “microhistoria”, o bien, “intrahistoria”.
A través de la documentación de testimonios de los habitantes de Chernóbil y sus poblados aledaños, desde liquidadores –hombres encargados de ‘liquidar’ las consecuencias de la catástrofe– y sus esposas hasta políticos, profesores y científicos, Svetlana Alexiévich (1948) nos muestra cómo el desastre nuclear cambió la forma de percibir y de entender el mundo.
También, la autora se pregunta por la posibilidad de contar una experiencia para la que no se disponía de libros ni de lenguaje, hasta entonces, a fin de poder expresarse con literaria verosimilitud.
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Magdalena Vigneaux Ariztía es licenciada en letras hispánicas de la Pontificia Universidad Católica de Chile y magíster en literatura de la Universidad de Chile. Ha realizado ayudantías en varias oportunidades, entre las que destacan la de la cátedra de Lengua Latina y su participación en el Programa de Lectura y Escritura Académicas de la Pontificia Universidad Católica. Ha participado en proyectos Fondecyt y Fondart centrados en estudios literarios. Sus intereses se dirigen a la documentación literaria, la edición de textos y la filología española.
Crédito de la imagen destacada: Un fotograma de la miniserie Chernobyl (2019), del realizador estadounidense Craig Mazin.