«Los memes»: El nuevo arte conceptual del pueblo

Según el filósofo francés Gilles Deleuze el arte es un acto de resistencia contra la muerte, un hecho defensivo que tiene por objeto hacer trascender la vida del pensamiento, el quehacer del ser humano, plasmarlo en el tiempo y en el espacio. Entonces, en el caso de los memes, su momento existencial sería el instante actual y su geografía fundamental correspondería a la web cibernética.

Por Jasmín Valdés Rastello

Publicado el 20.3.2019

¿Son los memes una nueva forma de expresión artística?, ¿en serio?

Aparecen a cada rato en nuestro teléfono, llueven cada vez que un político comete un error, basta un solo partido de fútbol para generar varias decenas de ellos, se adaptan a cualquier situación, hay para todos los gustos y puestos en el momento preciso pueden darnos justo, pero justo en el cora. Vivimos rodeados de memes, gifs y stickers y no, ya no hay forma de detener esta avalancha.

Son divertidos y todo lo que quieras, pero ¿considerarlos arte?, ¿“arte” así como quien habla de Van Gogh?

¡Chupalla, madre mía, Virgen santísima!

Vamos a tener que disfrazarnos de filósofos, ponernos corbata, pegarnos un bigote de Dalí, masajearnos el cuello y hacer como que somos cultos y nos interesa el arte para entender esto y lograr que nos compren el cuento ¿estamos?

-Estamos.

-Ah, y además debemos estar dispuestos a ser crucificados por los intelectuales.

-Ya, démosle, total conozco a re’ pocos…

-Ya, partamos.

 

El filósofo francés Gilles Deleuze (1925 – 1995)

 

Cuando se habla de arte, la gente automáticamente se imagina la Monalisa, basta decir la palabra “arte” para que en menos de un segundo tengas la cúpula de la Capilla Sixtina instalada en la mente.

La gente piensa que el arte es algo profundo, premeditado y complejo, que debe tener un respaldo físico como una tela y un marco. Además el autor de la obra debe ser reconocido, debe poseer mérito social, tener un discurso sólido y evidentemente un manejo de la técnica artística. Es casi indiscutible que Leonardo o Miguel Ángel fueron artistas y que sus obras son eso: “arte” que vive en los museos más espectaculares del planeta. Pero realmente ¿qué define al arte como tal?, ¿quién es el encargado de decirme si los dibujitos que hacía cuando tenía 5 años en kínder son arte?, si un día se me ocurre que soy artista y chorreo un cartón recogido de la basura con vino, ¿quién podría evaluarlo y ponerle un precio?

Por suerte la respuesta es: absolutamente nadie.

El arte es un medio de expresión humana que generalmente cambia de acuerdo a las vanguardias artísticas o de acuerdo a la cultura a la que pertenece el artista. Pero todos nos hemos preguntado alguna vez: ¿qué es arte y qué no es arte?, ¿cómo se puede definir eso?

El arte no es nada más (y nada menos) que la expresión del ser humano a través de la historia utilizando un soporte cualquiera (y cuando digo cualquiera me refiero literalmente a cualquier soporte) como una piedra que fue pintada con carbón hace 50 mil años por quién sabe quién, un mármol de carrara esculpido en el Renacimiento, una tela de lino pintada con óleo por Vermeer, y sí… tu pinturita de kínder también lo es.

Y aquí es donde van a saltar los intelectualoides quienes dicen que para que el arte sea arte realmente, necesita ser apreciado como tal por los espectadores, que debe ser expuesto, que además el autor debe tener una intención artística, que para saber si estamos ante un acto artístico o no deberíamos saber qué nos quiere decir el autor de la obra y qué medios ha utilizado para hacernos llegar ese mensaje. Luego de ese discurso trillado, van a salir con preguntas existenciales como: “Si cae un árbol en un bosque y nadie nunca lo ve ni lo escucha caer, ¿cayó el árbol realmente?”, y con eso sustentan la tesis de que el arte no es arte si nunca ha sido visto por nadie.

Afírmate los bigotes y la corbata, imitador rasca de Dalí, porque ahora nos toca argumentar:

Si uno toma un libro de historia del arte (y lo lee), se dará cuenta de que las líneas de Nazca se consideran arte. El arte rupestre, pintado en rocas y cavernas hace miles de años (sí, esas manitos puestas en las paredes de las cuevas) ¡son consideradas arte! y honestamente nadie tiene idea si los habitantes de Nazca hicieron sus obras pensando en si era “arte” o un llamado de atención para los extraterrestres, o si los primeros hombres pintaron las cavernas porque lo encontraban “artístico”. Así que el artista, en realidad, no tiene por qué saber que es un artista. El arte es un acto natural de expresión del ser humano.

Hoy, después de que le han dado como bombo en fiesta al arte conceptual en los museos, donde existen artistas que utilizan hasta desechos de la basura para crear sus instalaciones y un sinfín de novedades, sabemos que es un poco anticuado pensar que la obra de arte debe ser necesariamente un objeto precioso, lleno de óleo carísimo, telas de lino o una enorme construcción de mármol.

El arte siempre se ha moldeado a la época en la que vive el artista. Hace miles de años había piedras, tinturas y carbón, por eso las obras más antiguas están hechas con esa materialidad. Luego, en el renacimiento, había óleos, telas, mármol y maderas que fueron utilizadas como el medio de expresión de los artistas de la época.

Luego mucho tiempo después apareció un viejo loco desafiando a medio mundo con su urinario, una obra de arte que es literalmente un wáter firmado por él mismo como si fuese una pintura y que hoy, después de mucho alboroto se expone en los museos de arte contemporáneo más famosos del mundo, porque ¿quién puede venir a decirme a mí que no me puedo expresar a través de un wáter?, y resulta que el viejo loco tenía razón, se llamaba Duchamp.

El asunto es que el día de hoy tenemos un nuevo medio, el medio es Internet, y no se parece en nada al carbón o al mármol, pero es un medio que finalmente cumple la misma ¡exactamente la misma función que los materiales antiguos! Este nuevo medio es cualquier aplicación del celular o del computador que te permita describir y expresar tus emociones a través de una imagen, es cualquier aplicación que te deje ponerle un par de letras a una foto (o lo que se te ocurra) y decir lo que quieres decir, que después de todo, es el objetivo final de un artista, el fin de los artistas de todas las épocas ha sido siempre el mismo: decir.

Según el filósofo francés Gilles Deleuze: “El arte es un acto de resistencia… un acto de resistencia contra la muerte” (Diccionario filosófico), un acto de resistencia que tiene por objetivo hacer trascender la vida del pensamiento, del hacer del ser humano, plasmarlo en el tiempo y el espacio. Entonces, en el caso de los memes, el tiempo es el tiempo actual y el espacio es el espacio cibernético.

 

Un meme en torno a la Capilla Sixtina del Vaticano

 

Los memes, los gifs y los stickers cumplen con absolutamente todos los requisitos para dejar de ser considerados simplemente basura cibernética y elevarlos al pedestal, al “Olimpo” de las obras de “arte” vanguardistas, solo que con algunas pequeñas pero enormes diferencias con las vanguardias anteriores, que los hacen ser aún más interesantes, así que analicémoslos.

Los memes representan las emociones colectivas de la gente. Para crear el meme generalmente se utiliza un personaje real o ficticio que es reconocido y acogido por la gran mayoría.

Entonces los creadores de memes toman una imagen de la web o de donde sea, la editan en algún programa digital y luego le otorgan un significado nuevo a esa imagen, que tiene que ver con la mirada del artista creador del meme y con la buena recibida del público. Lo que lo convierte en el arte más popular y de fácil acceso que haya existido jamás. El artista creador del meme generalmente tiene una mirada crítica, el meme no sale de la nada, es muy común ver memes asociados a la filosofía como el famoso “filosoraptor” un dibujo de dinosaurio que se hace preguntas existenciales como: “¿si me robo la señal de Wifi de la Iglesia, estoy recibiendo la señal de Dios? También los memes se utilizan mucho para generar crítica hacia la política, a la religión, manifestar problemáticas sociales y culturales y visibilizar un sinfín de asuntos que suelen ser más profundos de lo que creemos.

El meme es definitivamente un producto artístico, posee un autor y una intención muy importante detrás. Es un nuevo lenguaje visual, tan vanguardista que aún no se lo reconoce como tal, pero esto es normal: cuando apareció el cine no fue considerado como un arte de manera inmediata, lo mismo ocurrió cuando apareció la fotografía, pasó mucho tiempo para que abrieran la primera exposición como si la foto fuera un producto artístico. Así que es solo es cuestión de tiempo para que los memes salten al estrellato del arte colectivo.

 

«La Fuente» (1917), también conocido como wáter es una obra de arte atribuida a Marcel Duchamp

 

Existen genios detrás de muchas de las creaciones y logran hacer que estos productos sean tan, pero tan virales y reproducidos en la red que las agencias están contratando artistas para que inventen nuevos memes para lograr hacer famosa a una persona o a una marca.

Esta nueva forma de arte es la más más cercana a la juventud que haya existido. Es arte sin saberlo, es arte sin la necesidad de serlo. Simplemente lo es. Tiene la cualidad de decir mucho con muy poco. Incluso menos que un cómic, ya que, puesto en el contexto adecuado, un meme no necesita utilizar palabras para expresar la idea. Los autores son desconocidos, viven en el anonimato y no buscan ningún tipo de compensación económica por utilizarlos, por lo tanto, los memes pasan a ser propiedad de todos. No llevan firma y en caso de que la lleven, esta es rápidamente eliminada por los nuevos usuarios del meme en cuestión. Es un arte rebelde, libre, gratuito, transformable y… masivo.

Hoy Internet se ha convertido en un museo, un enorme museo donde se exponen las obras, pero como no es físico, aún no es admitido como lo que realmente es: una vitrina del arte actual, arte que viene fresco, nuevo de paquete, gratis y en cantidades infinitas y esto es sumamente importante, porque el arte siempre se ha considerado un recurso de la élite. Tener acceso al arte es caro y difícil y por primera vez en la historia ¡somos dueños del arte!, o al menos de una de sus nuevas vanguardias: los memes.

 

Meme que registra el reciente triunfo tres a cero del Barcelona sobre el Real Madrid por la Copa del Rey

 

Isabella Jasmín Valdés Rastello (Vicuña, Chile, 1988) es una montajista y postproductora, licenciada en cine, con especialidad en montaje de la Universidad de Artes y Ciencias Sociales ARCIS, en Chile, y diplomada en ciencia y técnica del color y after effects, en el CFP del Sica, de Buenos Aires, Argentina.

 

Isabella Jasmín Valdés Rastello

 

 

Crédito de la imagen destacada: Tecnoartes.net (https://tecnoartes.net/).