El volumen que acaba de lanzar la prestigiosa editorial española reúne tres novelas del insigne escritor francés: «Ampliación del campo de batalla» (1994), «Las partículas elementales» (1998) y «Plataforma» (2001), en una selección que hace justicia a su audacia artística y creativa.
Por Joaquín Escobar
Publicado el 4.11.2019
De un tiempo a esta parte hay cada vez más gente que considera a la literatura un pedestal moral. Grave error. Fatal error. Ni la prosa ni la narrativa tienen que cargar con lo políticamente correcto, pues una de los grandes atributos que tienen los procesos de creación es permitirnos (re) crear otras vidas y decir lo que no pensamos.
El escritor argentino Haroldo Conti sostenía que escribir era un proceso en el cual experimentamos, mediante la ficción, algo que jamás seremos. Por lo mismo, andar haciendo el ridículo con la construcción mediática de la figura literaria-policial, solo induce a la construcción de narraciones prefabricadas carentes de todo tipo de autonomías y de riesgos.
Michel Houellebecq (1958) va contra esta absurda corriente. Su literatura es provocativa y provocadora, va más allá, no pretende ser políticamente correcta con el fin de agradar a los políticamente correctos.
La prestigiosa editorial Anagrama, acaba de publicar en su edición Compendium, tres novelas del autor francés. Las partículas elementales, Plataforma y Ampliación del campo de batalla, son los mejores botones de muestra de una literatura que entretiene, que forja literatura y la cual se mofa de los neo-conservadurismos.
En Las partículas elementales, hallamos dos hermanos totalmente opuestos (uno liberal, adicto a las drogas y la pornografía; el otro, un conservador alejado del sexo y entregado a las rutinas de la vida). Más allá de las construcciones en sí, lo que acá vemos son dos formas de enfrentar la posmodernidad, dos lugares de enunciación que se contraponen y que muestran formas de vida alejadas de cualquier épica revolucionaria. En Plataforma asistimos a un viaje de turismo sexual que el protagonista realiza por el Sudeste Asiático. Tensionando las formas de colonización en la sexualidad, Houellebecq vuelve a la carga con más acidez que nunca. Ampliación del campo de batalla, quizás la única novela tediosa del volumen, narra con un lenguaje abundante en lentitud (gesto para nada casual), la precarización laboral en el primer mundo. Lo que para el resto de Occidente es la construcción de un oasis que muta en paraíso para los franceses es una fábrica de desigualdad y violencia que la encarna un antihéroe derrotado por el libremercado.
Tres novelas necesarias que siguen reafirmando que Michel Houllebecq es uno de los mejores narradores de Occidente. Esa prosa mordaz y visionaria viene a paso firme diciéndonos que uno de los próximos premios Nobel tiene nombre y apellido.
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Joaquín Escobar (1986) es escritor, sociólogo y magíster en literatura latinoamericana. Reseñista del diario La Estrella de Valparaíso y de diversos medios digitales, es también autor de los libros de cuentos Se vende humo (Narrativa Punto Aparte, 2017) y Cotillón en el capitalismo tardío (Narrativa Punto Aparte, 2019).
Asimismo es redactor permanente del Diario Cine y Literatura.
El volumen (2019) que reúne tres novelas de Michel Houellebecq
Joaquín Escobar
Crédito de la imagen destacada: Michel Houellebecq, en el 2015, por AFP.