Con un texto todavía inédito de 68 páginas en tamaño carta —y en un galardón que se entrega este fin de semana a su vencedor—, el autor chileno César Cabello ha sabido construir un volumen en el cual se aprecia un amplio dominio en torno al estado del arte del género, y en donde la vida y la muerte se interpenetran hasta confundirse la una con la otra.
Por Ramiro Villarroel Cifuentes
Publicado el 15.1.2021
Un libro lleno de simbolismo, con imágenes arrebatadoramente aterradoras y lúcidas donde se puede observar un amplio dominio de la poesía desde los presocráticos hasta bien entrado el siglo XX.
Las fuerzas energéticas de Heráclito y sus especulaciones en torno a la vida, el sueño y la muerte; la visión y manejo del poder en Horacio; la más profunda indagación del ser y del hombre nietzscheano; la penetración en el misterio de Rilke; un vasto registro de la poesía árabe, el surrealismo, la Biblia, una virtuosa mezcla de Walt Whitman y Neruda se conjugan en este libro en un tratamiento cuya solidez pareciera similar a la entonación de la tierra en su estabilidad y al movimiento de todo lo perteneciente a la biósfera en su dinámica.
Idolatría del huésped. Un conjunto de poemas destilados del nervio acerado de Cabello que, sin permitirse espacio para la especulación, nos brinda una visión encubada en la extrañeza; una extrañeza que le sirve de cristal a través del cual aumenta el disparate y la dislocación del constructo humano.
Poemas escritos desde el apocalipsis del ser que le otorga libertad. Libertad poética expresada en la muerte inicial del hablante lírico, que nos envía su discurso desde un otro lado trabajando, por ejemplo, signos imperiales: “Morí por el ataque de un águila” (p. 4), donde lo genealógico y psicoanalítico no se hace esperar: “mi madre creó el llanto; mi padre el dolor;/ yo, las bocas hambrientas del deseo” (p. 4), “hasta que llegaron otros que lloraron distinto. Se lamentaban a su modo// Fue entonces cuando la luz/ entró en las grietas y en los rincones./ Tomó la forma del cáliz,/ de la joya de la prostituta,/ del cisne muerto” (p. 4).
Versos que nos hacen pensar que es en el surgimiento de la diferencia desde donde nace la luz que se derrama sobre el mundo: “Cada niño, al nacer,/ era envuelto en una bandera blanca./ Su piel era la única frontera;/ su lengua, el primer exilio” (p. 5).
En Cabello podemos encontrar una crítica a la construcción del mundo como lo conocemos: su orden, sus sistemas, su cultura, sus instituciones, dioses, patria, pueblo, creencias y política, donde se nos quita hasta la sana convivencia con la inminencia de la muerte y la extrañeza, uno de los temas orbitantes de este libro:
“Confiscaron mi cara y mis ataúdes (…) El verdugo de la historia cortó mis manos/ para impedir cualquier comunión con el mundo.// Renegué de aquellos pueblos/ que te fuerzan al delirio de sus banderas/ y obligan a verte como un semejante/ que cae en su difunta red” (p. 7).
También podemos encontrar la antiquísima búsqueda de Dios y la inmortalidad encarnada en la tentativa que se fortifica en la más crítica duda existencial y material: “yo soy aquel/ a quien dio la espada el arquitecto./ Soy un dolor de hermanos,/ el dolor encontrado en sus gemelos” (p. 10); “Dime ¿Qué escuchas en el desierto?/ ¿Quién clama tu nombre en los espinos?/ ¿A cuántos como tu han expulsado/ de entre todas las voces?” (p. 11); “Al atardecer,/ el ahorcado se bamboleaba/ al soplo del viento” (p. 12).
Estas notas son una forma de transmisión desde el misterio, donde se reconoce una mirada llena de extrañeza respecto de las formas establecidas tanto del sistema de los objetos y el mundo, como del sistema de la literatura y la poesía: “En todo lo que tocas hay una invisible maquinaria,/ un doble fondo como en la maleta del espía/ o en un baile de máscaras” (p. 16).
Otra cuestión que puede resultar de interés en este libro es el manejo del bestiario como metáfora de la condición humana, donde la voz poética se hermana hasta llegar a hacerse un igual con algunos animales como en el poema “Las lámparas”:
“Veo a una madre rata parir bajo el colchón./ Disputo con los recién nacidos la leche que ella ofrece./ Cuando queda algo para mí/ ya está fría” (p. 23); pero también como complemento: “Pediste que me fuera,/ que saliera a la calle con mis ataúdes, pero que conservara el perro” (p. 25), donde también se nos sugiere que la voz arrastra a la muerte como una de sus principales pertenencias.
Libro donde la vida y a muerte se interpenetran hasta confundirse la una en la otra. Bestiario donde destacan chacales, ratas, monos, moscas, perros, mariposas, cuervos, leones, búhos y buitres en temáticas como la muerte, el nacimiento, la desaparición, la belleza, las ciudades, la eternidad o la escatología y el ocaso de la vida:
“¡Qué pesado se vuelve aquello que no sabe morir!/ ¡Cómo llevarlo contigo en la mudanza nocturna!// El sol se recoge como el mar en la huida/ y el tiempo de la vejez es sólo una imagen/ que se proyecta sin cuerpo” (p. 28).
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Ramiro Villarroel Cifuentes (Temuco, 1974). Escritor, poeta, ensayista y crítico literario, también se desempeña en la producción ejecutiva de actividades culturales en distintos formatos y géneros principalmente en Temuco y la Araucanía.
César Cabello (Santiago de Chile, 1976). Es periodista, escritor y editor. Ha publicado Las edades del laberinto (Santiago, Piedra de Sol Ediciones, 2008), Industrias CHILE S.A. (Santiago, Piedra de Sol Ediciones, 2011), El país nocturno y enemigo (Santiago, Piedra de Sol Ediciones, 2013), Lumpen (Santiago, Tacto Editorial, 2016), Nometulafken, al otro lado del mar (Santiago, Lom Ediciones, 2017) y Cuaderno obrero (Edición personal, 2018).
Ha sido incluido en las antologías La memoria iluminada. Poesía mapuche contemporánea (Málaga, Cedma, 2008); Los cantos ocultos. Antología de la poesía indígena latinoamericana (Santiago, Lom, 2009); Memoria poética. Reescrituras de La Araucana (Santiago, Cuarto Propio, 2010); Escribir en la muralla. Poesía política mapuche (Buenos Aires, DLG Ediciones, 2011).
En 2006 obtuvo el Premio Eduardo Anguita, y en 2007, 2012, 2016 y 2019, recibió la Beca de Creación del Consejo Nacional del Libro y la Lectura. En 2010 y 2012 se le concedió el Premio Mejores Obras Literarias de Autores Nacionales, por los libros Industrias CHILE S.A. y El país nocturno y enemigo.
Imagen destacada: César Cabello.