La nueva novela de la artista mexicana (Alfaguara, 2021) pertenece a una literatura que indaga por aquellos espacios que nunca son fáciles de escudriñar, haciendo recorridos, y generando preguntas incómodas y sin respuestas a sus lectores.

Por Martín Parra Olave

Publicado el 4.5.2021

Brenda Lozano (Ciudad de México, 1981) es escritora y editora. En el año 2017 fue incluida en la lista Bogotá 39, situándola dentro del grupo de las mejores narradoras de ficción menores de 40 años de América Latina, en un grupo que también incluía a los novelistas y cuentistas adscritos al género masculino.

Lozano ha escrito las novelas Todo o nada (2009) y Cuaderno ideal (2014), además, se suma a su autoría el libro de cuentos Como piensan las piedras (2017). Brujas (Alfaguara, 2021) es su tercera novela.

La literatura permite indagar por aquellos espacios que nunca son fáciles de escudriñar, haciendo recorridos, generando preguntas incómodas y sin respuestas.

Los caminos de personas tan diferentes como una mujer Chamana y una periodista se pueden juntar en el mundo de la ficción para revelarnos desde ángulos poco frecuentes, el espíritu de época que se vive actualmente.

Feliciana es una curandera que pareciera vivir en otro tiempo, uno muy distinto al que habitamos todos, pues ella no vive de las ambiciones y egoísmos en el que nos desenvolvemos, un mundo atravesado por la competencia y las ideas del capitalismo. Ella no habla castellano y en su mirada y entendimiento, pareciera que hay una comprensión del mundo muy por sobre el común de las personas.

Zoe es la otra mujer, la periodista que llega al pueblo para hacer una investigación y contar la historia del triste acontecimiento con el que comienza la narración: la muerte de Paloma.

Sin embargo, esta indagación la lleva a encontrarse con su propia historia. Además, y mientras esto ocurre, también vamos conociendo la vida de Feliciana, una vida marcada por la violencia más brutal, con la perdida de su padre y la violación de su hermana.

Una historia va develando la otra, una vida nos va mostrando que todas las existencias tienen puntos en común, comparten vértices y dolores. ¿Es este espejo roto una de las funciones de la literatura?

En un juego literario y de técnica narrativa muy bien logrado, Brenda Lozano trabaja la idea del lenguaje como una herramienta que le sirve a ambas mujeres. Por un lado, Feliciana lo utiliza como magia chamánica para conocer las enfermedades y dolores de los otros, una especie de don que le permite adentrarse en aquellas vidas cuyos cuerpos están sufriendo.

En cambio, Zoe va a utilizar el lenguaje de la palabra, más específicamente la escritura, para hacer una indagación personal, para realizar una reconstrucción de lo que ha sido su vida, meterse en ese pozo oscuro y frío de las emociones del pasado.

Al leer Brujas (Alfaguara, 2021) de Brenda Lozano uno no se encuentra con un libro que solamente hable de la condición de dos mujeres provenientes de mundos y experiencias distintas, sino que más bien, y sin dejar de lado sus características de género, Felicia y Zoé son un par seres humanos que han sufrido fuertemente la violencia de una sociedad que trata muy mal a todos sus integrantes.

Pero sobre todo a las mujeres, sobre quienes la comunidad descarga todo el poder de una cultura patriarcal y machista, la que invariablemente se va repitiendo en una multiplicidad de países y de lugares.

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Martín Parra Olave es licenciado en gobierno y gestión pública de la Universidad de Chile y magíster en letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

«Brujas», de Brenda Lozano (Editorial Alfaguara, 2021)

Martín Parra Olave

Imagen destacada: Brenda Lozano.