Dividido en siete capítulos o partes, que incluso el mismo autor nacional invita a leer al modo de una novela, el presente texto se exhibe como una serie de historias ancladas en ciertos acontecimientos absolutamente identificables: el eclipse solar de julio de 2019, el estallido social chileno de octubre de ese mismo año y la posterior pandemia ocurrida durante este 2020.
Por Martín Parra Olave
Publicado el 17.11.2020
A lo largo de todo el último año, nuestro país ha sido protagonista de dos procesos relevantes y difíciles de olvidar: primero el estallido social de octubre de 2019, cuyas revueltas forzaron a la clase gobernante, a iniciar un proceso de transformaciones políticas y sociales profundas de nuestra sociedad.
A este hecho se sumó, a partir de marzo de 2020, la pandemia mundial que obligó a una parte importe del planeta a realizar una confinación forzada, para evitar la propagación y el contagio del Covid-19, virus que hasta el día de hoy no cuenta con una vacuna.
Durante todos estos meses, hemos asistido a la producción de distintas formas literarias que dan cuenta de la experiencia vivida a raíz de esta transformación de tipo política y sanitaria.
El último trabajo del escritor chileno Alberto Fuguet (1964), Despachos del fin del mundo (Literatura Random House, 2020), es un ejercicio bisagra que responde a esta situación y que nace a partir de su trabajo como columnista para un periódico nacional:
“La columna vertebral de estos despachos —de este libro— salió de ahí, nació de manera pública en tiempos complejos. Pero estos despachos necesitaban estar juntos, remezclados de manera más privada intercalados con cuentos, citas y apuntes, para que adquirieran así más sentido y contaran algo así como la historia de un derrumbe y un reseteo”.
Dividido en siete capítulos o partes, que incluso el mismo autor invita a leer como una especie de novela, el libro se presenta como una serie de historias ancladas en ciertos acontecimientos absolutamente identificables por el lector: el eclipse de julio de 2019, el estallido social de octubre de 2019 y la posterior pandemia del 2020.
En el capítulo dedicado al estallido social, el autor hace un interesante contrapunto de este hecho con lo que él vivió para el período final de la dictadura de Pinochet, lo que fue su derrota electoral y el posterior gobierno de Patricio Aylwin.
En este sentido, Fuguet otorga mayor energía al estallido, incluso lo asimila a una forma estética relevante: “es una superproducción épica acerca de un despertar. De un empoderamiento. Es acerca de la formación de anónimos que captan que pueden ser superhéroes, no villanos.”
Dicho en otras palabras, se ha producido una transformación en el ADN de un grupo de chilenos, los que cansados del abuso permanente de quienes ostentan el poder deciden iniciar una profunda transformación que no va a detenerse con nada.
En el mismo capítulo, su reflexión continúa mientras conversa con un amigo poeta, HHM, con quien comentan un par de ideas acerca de lo que está sucediendo y la dificultad de abordar el tema del estallido desde la ficción pues, la gente no quiere más ficción de una realidad falsa:
“La primera vez en muchos años que Chile es tan real, tan humano, tan profundo para muchísima gente, como para querer meterle cuotas de ficción a una revuelta que es justamente contra la ficción de país que hemos creado, nos dice HHM”.
En la parte dedicada a la pandemia, su recorrido es bastante sencillo y empatiza con lo que todos pudimos sentir desde el comienzo de esta situación. Las preguntas acerca del futuro son frecuentes, la incertidumbre de lo que pueda suceder es una constante.
En su narración Fuguet nos hace saltar de la vida exterior a la interior de los hogares, planteando que esta metamorfosis es una dificultad para la gran mayoría de los seres humanos, quienes en la gran parte del tiempo viven trasladándose y compartiendo con otros: “Para los que no están acostumbrados a escribir o vivir encerrados, estos son momentos duros. Espinosos.”
En definitiva, este trabajo es aquello que el autor chileno indica al principio del libro, una bisagra, un artefacto intermedio que nos alimenta mientras esperamos que llegue el siguiente, y nos da cuenta, con esa mezcla de prosa periodística y narrativa a la cual nos tiene acostumbrados, de todo aquello que significaron los últimos hechos relevantes que aborda: una transformación para toda la sociedad chilena.
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Martín Parra Olave es licenciado en gobierno y gestión pública de la Universidad de Chile y magíster en letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Crédito de la imagen destacada: Lorena Palavecino.