Esta novela de la escritora catalana Milena Busquets es un reflexivo ejercicio de memoria, donde los sentimientos de la narradora, tanto los del pasado como los del presente, se confunden a medida que leemos su historia.
Por Martín Parra Olave
Publicado el 23.4.2021
Para Hegel, “la vida del espíritu no es la que teme a la muerte y se mantiene inmune de la devastación, sino la que la soporta y se conserva en ella”.
Sin embargo, la muerte física es un punto de inflexión para los seres humanos. Casi siempre una catástrofe que produce un giro, a veces inmediato, a veces toma un tiempo, pero generalmente lo termina por generar.
La partida de un ser querido es para los que siguen viviendo un acontecimiento muy difícil de olvidar. Milena Busquet, (Barcelona, 1972) vuelve sobre el tema de la muerte en esta breve novela Gema (Editorial Anagrama, 2021), donde a partir del fallecimiento de una amiga a los quince años, la escritora elabora una historia que nos remite a la pérdida y a la desaparición.
La muerte es uno de los cuatro o cinco temas que normalmente se tratan en la literatura, y en esta narración viene con la forma del recuerdo, pues la narradora en primera persona es una escritora de cuarenta años, que nos va contando de la muerte de su amiga adolescente.
Desaparecer, esa es la cuestión que quizás más nos atormenta al enfrentarnos a ella. En el caso de la joven estudiante pareciera que duele más su partida debido a lo poco que había alcanzado a vivir: “Gema había vivido durante quince años, había recorrido las mismas calles que yo, había sacado excelentes notas, se había enamorado, había sido inteligente, sensible…”.
Es decir, un ser humano más que debería haber seguido viviendo. Sin embargo, las preguntas saltan con la lectura, ¿cómo enfrentar esta dolorosa situación?, ¿dónde encontramos el refugio que nos ayude a seguir adelante? ¿Qué mecanismos activan los recuerdos de aquellos que se han ido hace décadas?
En el budismo Zen, la muerte no es la catástrofe que nos acongoja en occidente, pues más que luchar contra nuestro estatus de seres finitos, lo que hace es ir junto a esta finitud, cultivar la compañía y amistad de lo perecedero. No hay que intentar saltar esta condición milenaria de los seres vivos y el universo.
¿Cuál es nuestra razón para negarla? ¿Es acaso la promesa judeo-cristiana de la vida eterna la que nos atormenta?
Busquets habla de la muerte y de la pérdida, de la vida y del amor, de los hijos y de los amantes, e intenta de alguna forma tocar un variado conjunto de temas muy sensibles a los seres humanos, por lo mismo, quizás no se profundiza demasiado en ninguno de ellos.
Sin embargo, nos queda muy claro que su apuesta es con ella misma, con la historia de su amistad, con la joven amiga que perdió: “Todos tenemos unas cuantas historias potenciales en nuestro interior sin resolver o muy bien resueltas —afirma la escritora— Gema siempre estuvo de alguna manera conmigo y pensé que en esta labor de rescate que es escribir, debía rescatarla”.
Gema (Anagrama, 2021) es un reflexivo ejercicio de memoria, donde los sentimientos de la narradora, tanto los del pasado como los del presente, se van mezclando a medida que vamos leyendo su historia.
Se trata de recordar y de reconstruir para encontrar parte de una identidad que quizás jamás termina de construirse. Un pasado que golpea las puertas del presente, y que nos sitúa en el camino hacia la muerte, la cual sin lugar a dudas es parte de nuestra vida aunque nos cueste tanto reconocer.
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Martín Parra Olave es licenciado en gobierno y gestión pública de la Universidad de Chile y magíster en letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Imagen destacada: Milena Busquets.