El reciente libro de la psicoanalista Constanza Michelson y de la filósofa Aïcha Liviana Messina es un intercambio de correos electrónicos entre marzo y agosto de 2020, en plena cuarentena por la pandemia del coronavirus. Así, el texto resulta en un diálogo íntimo y reposado que reflexiona en torno a temas como el juego, el insomnio, la infancia, la política y también en partes de la vida doméstica de ambas.
Por Sofía Stark Bittencourt
Publicado el 10.12.2020
Comenzaba marzo de 2020 y las expectativas tanto de la psicoanalista Constanza Michelson y de la filósofa Aïcha Liviana Messina estaban puestas en lo que sería el calendario para un nuevo mundo, un programa de movilizaciones que entre sus actividades contemplaba la marcha feminista del 8 de marzo y terminaba en abril con el plebiscito constitucional.
Para ambas se trataba de una espera colectiva que tenía componentes como la esperanza, la ilusión y también la posibilidad. “He ido esperando este día todo febrero”, escribía Liviana Messina en un primer correo enviado el 1 de marzo, “sobre todo porque es la primera vez que me siento parte de una espera colectiva. Hace meses que esperamos marzo, porque no sabemos qué va a pasar en marzo”.
Esa frase, que razón tiene, hoy bien podría apreciarse como una sentencia anticipatoria: nadie sabía que durante ese mes la pandemia del coronavirus pospondría (o sepultaría) múltiples planes, y encerraría al mundo en sus casas para evitar la propagación del contagio.
Los días adquirieron un color diferente y el tiempo avanzó de forma inusual. El calendario al que aludían ambas se disipó pero no así la conversación virtual sostenida apenas empezaba el año.
Una falla en la lógica del universo. Cartas desde la cornisa (Ediciones Metales Pesados, 2020) es el intercambio de esos correos electrónicos entre marzo y agosto, un diálogo íntimo y reposado en el cual la inmediatez queda atrás para abrirle paso a reflexiones en profundidad de temas tan variados como la infancia, el juego, la política, el miedo, el insomnio, las enfermedades, la salud mental, los deseos, las situaciones domésticas, la cotidianidad del encierro, los niños. También hay expuestos libros, autores, virales, películas, noticias y actualidad social, los que construyen un espacio de identificación y miradas compartidas.
En un momento donde el distanciamiento social y el confinamiento obligado eran la regla, los correos son un espacio de libertad, un campo para explorar y conocer(se), una inyección de vigor en medio de la cuarentena. Cada uno de los mensajes alimenta al otro y abre nuevos temas en una sucesión de confidencialidades donde más que hablar de sí mismas, comparten experiencias y exponen las formas en las que se mueve y comporta el mundo a sus ojos. En ellos también están presentes logros, inquietudes y confesiones.
Uno de los cuestionamientos constantes entre Michelson y Liviana Messina es ¿de qué está hecho un mundo?, considerando que en marzo se abría como un lienzo en blanco que contenía ciertas directrices para ir construyéndolo.
Sin proponérselo, la correspondencia electrónica resulta en la construcción de un mundo por medio de la escritura y del lenguaje.
Uno totalmente diferente al que esperaban construir en marzo como parte de una colectividad, uno que deja atrás las certezas y que se dirige a la construcción de nuevas esperanzas, ilusiones y expectativas a partir de las dudas, el miedo, las inquietudes, los dolores y la incertidumbre.
Sin conocerse demasiado ni tener una amistad anterior el diálogo entre ambas resulta amoroso y cálido. Se percibe en las palabras que se expresan mutuamente al recibir un correo, el gusto de leerse, en la espera, la celebración de pequeños logros y en el acompañamiento. Es en esa reciprocidad donde se aprecia la construcción de un mundo del cual el lector también es parte.
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Sofía Stark Bittencourt (Santiago, 1992) es periodista y se ha desempeñado en diversas áreas de las comunicaciones. Dentro de sus intereses están los deportes, la literatura, el cine, los documentales y las series. Es la creadora del blog @tengoalgopacontarte.
Imagen destacada: Ediciones Metales Pesados.