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Novela «Our kind of cruelty», de Araminta Hall: El éxtasis de la tensión amorosa

Aunque esta es una obra que se lee de un tirón (tanto su arquitectura como el lenguaje escogido juegan a favor de una apreciación acelerada), las crisis que Hall presenta son muy actuales y urgentes: la inequidad social, la vida de lujo con la que muchos están obsesionados, el sueño aspiracional de la casa lujosa con todo tipo de ostentaciones, y, por otra parte, la sordidez y marginalidad en pleno Londres, la prostitución, la adicción a las pastillas y al alcohol, las escorts haciendo el trayecto por Europa, para llegar a Inglaterra desde Europa del Este y la urgente revisión de los roles de género en los jerarquizados espacios laborales.

Por Nicolás Poblete Pardo

Publicado el 15.10.2018

Un juego perverso es el que detona el drama en esta magnífica novela que es tanto thriller como estudio de personaje. “Crave” es el nombre de este juego que consiste en que ella, “V”, junto a su novio, “Mike” (Michael), van a bares para provocar conflictos y excitar su relación. “V” (Michael siempre la llama así. Su nombre completo es Verity, un irónico guiño, pues su nivel de veracidad siempre está a prueba; hay secretos que solo sabemos hacia el final de la novela) se sienta sola en la barra a esperar a que algún hombre la aborde; ella flirtea con el hombre para luego convocar a Michael, quien observa desde una prudente distancia, ansioso y enrabiado, para luego reclamar su propiedad, haciendo gala de su hombría y de su musculatura. Esto los excita a ambos sobremanera y, poco a poco, el juego va aumentando en riesgo.

La clave para que Michael intervenga es clara: V se lleva la mano a la cadena que cuelga en su cuello, de la que pende la silueta de un águila. Esto es una clave en más de un sentido: Lo que Michael tomó en un principio como un pájaro cualquiera, tierno o cliché, resultó ser un águila que la misma V compró. Su explicación habla por sí misma: “Las águilas son magnificentes… son los únicos pájaros que se excitan con una tormenta, luego vuelan directo hacia ella, de modo que pueden mirar hacia abajo y ver todo el caos… Pero también, son muy leales. Se emparejan de por vida”.

Aunque V muestra inseguridades o, más bien, vaivenes en su compromiso con Michael, no es ninguna necia: al contrario, trabaja exitosamente en inteligencia artificial; tiene sus gustos claros y detesta la falta de originalidad. Ella introduce a Michael, quien acarrea un bagaje muy erosionado, al mundo de clase alta. Le indica qué palabras no usar delante de sus padres, cuando se juntan a comer; le alerta sobre cómo usar los cubiertos en la mesa, etcétera. Michael ha pasado su infancia bajo el cuidado de una pareja putativa, después de que su madre, alcohólica y prostituida (ni siquiera está segura de quién es el padre de Michael) perdiera la custodia. Así, no es de extrañar que Michael revele rasgos psicopáticos. De partida, es un celópata de tomo y lomo.

Uno de los aciertos de la novela es la caracterización del hombre celópata, su sufrimiento interno, su disociación social y la progresiva desintegración que experimenta a medida que la relación termina. De hecho, él nunca comprende que el lazo se ha acabado; cree que es otra treta de la maquiavélica V, quien incluso lo invita a su matrimonio con su flamante novio. Michael asiste pensando en las posibilidades de este juego y todo se torna irreal y pesadillesco. Hay un gran trabajo de personaje acá, que nos permite ver en detalle la obsesión de Michael en los espacios más domésticos. La profundidad con la que Hall se interna en la mente del hombre es tal, que muchas veces parece un estudio exhaustivo de un cierto tipo de personalidad paranoica. Sus rituales diarios, su conflictiva relación con sus compañeros de oficina, su incapacidad para aprehender la realidad, componen un retrato escalofriante que, incluso, llega a provocar lástima y empatía.

Otra arista crucial en Our kind of cruelty (2018) es su postura feminista que apreciamos por voz de la abogada que defiende a V en los tribunales. Acá se recuerdan los juicios del siglo XVII en Salem, donde más de 200 mujeres fueron acusadas de brujería. Lo que se destaca es un cierto ensañamiento con la sexualidad de V, más allá de su culpabilidad (en el crimen que los encuentra a ambos en el juzgado). Asimismo, Amanda Knox es una referencia que la misma autora menciona en los créditos, destacando cómo el juicio del controversial caso inclinaba su balanza más hacia la sexualidad de Knox que al real crimen que la mantuvo cuatro años en una cárcel italiana. Este caso pone en el tapete la figura de la mujer frente a la autoridad masculina. Y es interesante notar cómo las  alusiones a autores y obras clásicas enriquecen el relato, favoreciendo este imaginario: Virginia Woolf (considerada pionera de los estudios feministas) es una de las autoras favoritas de V. Luego, cuando el escándalo es vox populi, los diarios hablan de V como una versión moderna de Lady Macbeth. “La crueldad era una parte necesaria de nuestro juego”, nos explican en un momento, para, luego, acudir, nuevamente, a Shakespeare: “Debo ser cruel solo para ser amable; así empieza lo malo y lo peor queda atrás”, leemos en esta cita a Hamlet, por boca de V, quien comenta: Shakespeare siempre tiene la razón.

Aunque esta es una novela que se lee de un tirón (tanto su arquitectura como el lenguaje escogido juegan a favor de una lectura acelerada), las crisis que Hall presenta son muy actuales y urgentes. La imagen que Hall gesta en el centro de este conflicto también contiene observaciones sobre la inequidad social; sobre la vida de lujo con la que muchos están obsesionados; el sueño aspiracional de la casa lujosa con todo tipo de ostentaciones, y, por otra parte, la sordidez y marginalidad en pleno Londres; la prostitución, la adicción a las pastillas y al alcohol; las escorts haciendo el trayecto por Europa, para llegar a Inglaterra desde Europa del Este; la urgente revisión de los roles de género en los jerarquizados espacios laborales…

 

Nicolás Poblete Pardo es escritor, periodista y PhD en literatura hispanoamericana por la Washington University in St. Louis, Estados Unidos. En la actualidad ejerce como profesor titular de la Universidad Chileno-Británica de Cultura, y su última novela publicada es Concepciones (Editorial Furtiva, Santiago, 2017).

 

La novela publicada durante el primer semestre de 2018

 

 

 

Crédito de la imagen destacada: La escritora Araminta Hall, por Medium (https://medium.com/).

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