Un análisis a las dos últimas obras de ficción narrativa debidas al escritor francés, textos en los cuales profetiza las crisis espirituales y políticas de la Europa de estos días: el fanatismo religioso como respuesta al laicismo imperante en la sociedad, y la alerta en torno al individualismo nihilista prevaleciente ante la ausencia de proyectos colectivos y de compromisos comunitarios.
Por Magdalena Vigneaux Ariztía
Publicado el 29.8.2019
Se ha dicho que Michel Houellebecq (1956), quien este año se adjudicó el Premio Europeo de Literatura, es un escritor profético. Así pues, Sumisión (2015) se habría anticipado al atentado del Charlie Hebdo, mientras que Serotonina (2019) habría antecedido a las manifestaciones mediante las cuales los “chalecos amarillos” expresaron su malestar respecto del sistema agrario. Sin embargo, lo inquietante es si, más allá de estos episodios, estas novelas son una profecía sobre lo que nos depara como seres humanos y como civilización.
Sumisión
François, el protagonista y narrador de este relato, es un profesor universitario de cuarenta años que piensa que ya ha vivido las cumbres de su vida académica y sexual, señaladas por su tesis de Huysmans y por las relaciones que cada año establecía con alguna de sus alumnas, respectivamente. Myriam, la estudiante con quien recientemente ha cortado, marca para François el fin de su vida sentimental. Así pues, se encuentra sumido en el hastío y el vacío. Sin embargo, la ascensión de la Fraternidad Musulmana y su líder Ben Abbes en el panorama político dará un vuelco a la vida del protagonista.
Sumisión es una ficción política situada en un futuro próximo: el año 2022. En ella, se especula sobre la instauración de un gobierno islámico en Francia, cuya expansión hacia el resto del mundo se compara con la del Imperio Romano. Se muestran los cambios que provocaría este nuevo régimen, principalmente en el ámbito de la educación. A pesar de su carácter ficticio, la novela es el reflejo de la realidad de una Francia que cambia, un pueblo desengañado respecto de las autoridades y una opinión pública maleable.
Esta es una de las novelas más controvertidas del autor francés y que le ha valido la mención de personalidades de las esferas política y cultural, como el presidente François Hollande y la líder del Frente Nacional Marine Le Pen, quienes, por lo demás, son ficcionalizados en la obra. Estas menciones, junto al atentado del Charlie Hebdo el día en que Houellebecq aparecía en sus portadas con un titular “profético” («En 2015 perdí mis dientes y en 2022 haré el Ramadán»), convirtieron rápidamente a Sumisión en el primer bestseller del momento.
«Sumisión» (2015), de Michel Houellebecq
Serotonina
Florent-Claude Labrouste, un agrónomo de cuarenta y seis años hastiado de su vida y de sí mismo, decide transformarse en un «desaparecido voluntario». En consecuencia, abandona a su novia japonesa Yuzu y su trabajo en el Ministerio de Agricultura para emprender un viaje cuyo rumbo lo van marcando los hoteles que aún permiten fumar, cada vez más difíciles de encontrar en Francia. Durante este viaje, el protagonista revisa los acontecimientos que lo han llevado al fracaso profesional y, principalmente, amoroso.
Captorix es un comprimido de la nueva generación de antidepresivos, que aumenta los niveles de serotonina -«la hormona de la felicidad»- favoreciendo su liberación, a diferencia de los de la generación anterior, que lo hacían por inhibición de su recaptación. La ventaja de estos nuevos antidepresivos es que reducen las tendencias suicidas o la automutilación, sin embargo, pueden producir náuseas, disminución de la líbido e impotencia. Florent-Claude será afectado por estos dos últimos efectos secundarios.
En esta novela, Houellebecq especula sobre el futuro del ser humano y de la sociedad occidental si se continúa por la senda del individualismo. En este sentido, nos muestra cómo muere nuestra civilización, no por métodos violentos, sino simplemente por hastío y asco de sí misma. Asimismo, nos muestra un mundo donde las las relaciones humanas se han desintegrado y la comunicación se ha vuelto prácticamente inviable.
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Magdalena Vigneaux Ariztía es licenciada en letras hispánicas de la Pontificia Universidad Católica de Chile y magíster en literatura de la Universidad de Chile. Ha realizado ayudantías en varias oportunidades, entre las que destacan la de la cátedra de Lengua Latina y su participación en el Programa de Lectura y Escritura Académicas de la Pontificia Universidad Católica. Ha participado en proyectos Fondecyt y Fondart centrados en estudios literarios. Sus intereses se dirigen a la documentación literaria, la edición de textos y la filología española.
«Serotonina» (2019), de Michel Houellebecq
Magdalena Vigneaux Ariztía
Imagen destacada: El escritor francés Michel Houellebecq.